Micro-one-shots.

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Historias super cortas de este lindo videojuego.

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Sam(Firefly) x caelus.

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Caelus: noo, por favor perdónamee!

Sam: este es tu castigo por portarte tan mal, caelus.

Caelus: noooooo JAJAJAJJAJAJAJAJ

La situación podría ser malinterpretada desde afuera, pero lo que en realidad pasaba, era dentro de la habitación de caelus, Sam y Caelus jugaban a las cosquillas, un fetiche un poco raro el de Sam, pero a Caelus no le importaba, se divertía mucho, incluso estando desnudo, pues con Sam no sentía ninguna vergüenza.

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Yanqing x Jing Yuan.

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Yanqing siempre ayudaba a peinar el abundante cabello de Jing Yuan, y tenía mucha habilidad para ello por la práctica con los años.

Pero últimamente estaba teniendo ideas un poco... Raras.

Esa noche de mayo, como lo hacía todas las noches desde que tenía conciencia, con ese lindo peine cepillaba el suave pelo blanco, y Jing Yuan le estaba contando de algunos problemas o situaciones que había tenido que experimentar los últimos días por su cargo.

Mientras hablaba, con suavidad tomaba Yanqing el pelo con una mano y pasaba el peine con la otra, y en eso una imagen vino a su mente.

Jing yuan abajo suyo, agarrado del pelo, con su blanquecina piel vuelta rosa, y gimiendo sin ninguna restricción, a veces pidiendo piedad, otras un poco más de aquel castigo.

Jing Yuan para dormir utilizaba una tipo bata, que dejaba ver cuando se sentaba una versión sugerente de sus pechos y muslos, y formaba muy bien su trasero. Desde esa posicion, Yanqing podía ver todo, y otra imágen llegó a su cabeza.

Jing yuan contra la pared, con sus pechos y brazos apollados en esta, su carne temblaba con cada golpe, y los sonidos llenaban la habitación.

Cuando Yanqing termino de cepillar el blanco cabello, se fue corriendo al baño, Jing Yuan pensó que solo tenía muchas ganas de ir.

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Aventurine x Dr. Ratio.

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Uno en pillama de satín y el otro con solo una bata de seda, un sábado de julio, la noche era calurosa pero con briza, y las estrellas y la luna se veían hermosas también. El vino en la mesa a medio tomar y su olor daba aires sofisticados. Las dos figuras de este cuadro hacían cosas muy diferentes, pero ambos en el mismo lugar.

Ratio leía un libro nuevo que quería desde hace mucho tiempo y Aventurine se lo compró, y el susodicho, con la cabeza recostada en los regordetes y semidesnudos muslos, apostaba en línea, ganando siempre de formas que su pareja nunca entendía. No cruzaban palabra, pero el ambiente era dulce y tranquilo, o lo era hasta que el rubio hablo.

"Bebé, quieres ir a algún lado esta noche" le dijo con cariño, dejando se actividad reciente.

"No" respondió simplemente, sin dejar su labor.

"Entonces, no quieres ver una película?" Miraba al bonito rostro de su pareja mientras acariciaba sus rodillas.

"No realmente" dijo sin mirar al otro.

"No tienes hambre?" Acarició el muslo derecho

"Estoy bien"

"No tienes ganas de nada?" lo miro fijamente, cual perro a su dueño.

"No" respondió simplemente, cerró su libro y lo dejo a un lado. Empezó a hacerle masajes en la cabeza a Aventurine mientras acariciaba su mentón y pech, su pelo era muy suave, como el de un golden retriver muy lindo.

"Quiero quedarme así un poco más" sonrió dulcemente, Aventurine amaba esa sonrisa.

Podría dormirse en esos suaves muslos, pero quería abrazar a su pareja, eran las doce de la noche, así que puso un pretexto para ir los dos a la cama.

Esa bonita noche ambos durmieron juntos, uno en el pecho del otro, y el susodicho acariciando su pelo.

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Headcanon: a Ratio le gusta mucho el pelo de Aventurine, y todo el en general.

Y hasta aqui, gente, chaoo

In bed...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora