𝐗𝐕𝐈𝐈

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Capítulo XVII

Tras permitir que ella y Jared hablaran, él cerró la puerta de la sala y se volvió lentamente hacia Pilar, quien permanecía tensa y de pie a unos pasos de distancia. Sus ojos la recorrieron con una mezcla de nostalgia y admiración, recordando como era todo cuando ellos estaban juntos.

―Estas muy hermosa ―dijo Jared, con su voz cargada de sentimiento, creando cierta incomodidad en pilar.

―Jared, hablemos rápido. Allan no tardará en llegar ―respondió, evadiendo el comentario de él.

Jared dio un paso más hacia el interior de la casa y sus ojos la recorrieron con curiosidad por la lujosa decoración en blanco y negro que esta tenía. Las paredes eran blancas en su totalidad y cada mueble de la casa era de tono negro mate.

―Vaya, veo que Allan te tiene viviendo como una reina ―comentó él con una pizca de ironía en su tono mientras se acercaba más―. Esta casa es increíble.

Pilar levantó la barbilla, manteniendo su postura.

―Allan es un buen hombre en todos los sentidos ―replicó ella con firmeza―. Le agradezco a la vida haber tenido la idea de irlo a buscar cuando me enteré de tú engaño, y no es solo por esta casa que la agencia le facilitó para la estancia aquí, ni por todo lo que me ha ofrecido, sino por cómo él es conmigo.

―¿Eso te dijo Allan?

―Sí, la agencia cubre esta casa, y me siento afortunada de estar aquí con él ―insistió Pilar, sintiendo una creciente molestia ante la clara insinuación de incredulidad de Jared.

―Pilar, Allan te ha estado mintiendo ―dijo él mientras sacaba un sobre de manila de su maletín―. Ese es el contrato de Allan con la agencia. Las agencias jamás pagan los boletos de avión para las parejas de los modelos, y mucho menos cubren casas como esta. Apenas cubren la habitación de hotel del modelo, nada más y el resto de cosas básicas solo para ellos.

Pilar miró el sobre con desconfianza, pero no lo tocó y sus ojos se alzaron hacia Jared, llenos de incredulidad.

―Eso no es cierto. Estás mintiendo ―dijo ella mirándolo con desconfianza―. Conozco a las personas que trabajan con él, y ellos saben que soy su mujer porque tuvo que decir eso para que yo pudiera acompañarlo.

―Claro que pudieron ir juntos, pero no porque la agencia lo pagara. ¿Qué no entiendes, Pilar? ―dijo el sonriendo con indignación tomando otro papel de su maletín y lanzándolo sobre la mesa―. Estos son los términos del alquiler de estas casas, cuando Liz me hijo exactamente a donde iría me tomé el tiempo de averiguarlos y me encontré  con que estás casas costosas deben pedirse en alquiler con tres meses de anticipación. Allan te trajo a Rusia en cuatro días, ¿recuerdas? Eso significa que él ya tenía todo planeado mucho antes de que tú te decidieras venir aquí.

Pilar se quedó congelada, mirando los documentos sobre la mesa, sin saber qué pensar ni que hacer. Su mente comenzó a girar, intentando encontrar una explicación que no implicara que Jared tenía razón entrando en un estado de negación.

―No... No puede ser ―murmuró, con su voz apenas audible ―. Allan no haría algo como eso.

―No te estoy pidiendo que me creas a ciegas, Pilar. Solo quiero que veas la verdad. Allan ha estado manipulándote desde el principio, no solo a ti, si no todo a su alrededor para conseguir sus objetivos.

Pilar se llevó una mano a la frente, sintiéndose mareada con las emociones al límite y sabiendo él que ya procedió a seguir dándole más pruebas a pilar de quién realmente era Allan. Jared metió la mano en su maletín una vez más y sacó otro sobre, este más grueso que el anterior y lo dejó caer con un golpe seco sobre la mesa.

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⏰ Última actualización: Sep 04 ⏰

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