Ella Prescott nunca había sido una persona a la que le gustaran los cambios bruscos, pero la vida parecía estar llena de ellos últimamente. Mudarse a un nuevo pueblo debido al trabajo de su padre había sido un desafío que, a pesar de su aparente serenidad, no había sido fácil de afrontar. Después de dejar atrás su antigua vida, no esperaba encajar rápidamente en el instituto, pero entonces conoció a Axel, Julián, Aiden, Nora y Sienna. A pesar de lo diferentes que parecían ser entre sí, habían logrado integrarla en su pequeño grupo.
Aquella mañana, mientras terminaba de arreglarse para ir al instituto, escuchó a sus padres hablando en la cocina. El trabajo de su padre como consultor financiero exigía constantes cambios de ciudad, y aunque Ella se había acostumbrado a ello, aún no dejaba de ser agotador.
— ¿Te parece si esta tarde cenamos juntos? — Le preguntó su madre mientras Ella bajaba las escaleras con su mochila al hombro.
— Claro, me parece bien. — Dijo Ella, esbozando una pequeña sonrisa. Sus padres siempre hacían esfuerzos por mantener la estabilidad en su vida, a pesar de los constantes cambios.
Antes de salir, su madre le dio un beso en la mejilla y le deseó un buen día. Ella salió de casa y, como de costumbre, se colocó los auriculares, eligiendo una de sus listas de reproducción favoritas.
Cuando llegó al instituto, vio a Axel apoyado contra la pared, con sus auriculares puestos también, perdido en su propio mundo. Julián y Aiden ya estaban con él, conversando entre ellos mientras Nora y Sienna llegaban un poco más tarde. Ella se unió a ellos, saludándolos con una sonrisa.
— ¡Ey, Ella! — Exclamó Aiden cuando la vio acercarse. — Justo hablábamos de los mensajes extraños. ¿Has vuelto a recibir algo?
Ella negó con la cabeza mientras guardaba sus auriculares en la mochila.
— No, nada nuevo. Pero sigo pensando en lo que pasó en la fiesta... lo de Connor. — Dijo mientras miraba a sus amigos.
Axel se enderezó, quitándose los auriculares y prestando atención.
— ¿Te refieres a cuando lo viste? —Preguntó Sienna, curiosa.
Ella asintió y tomó aire antes de empezar a contarles lo que había estado guardando en su cabeza desde aquella noche.
— Era la noche de la fiesta. Yo no conocía a casi nadie, y me sentía un poco incómoda. Así que fui al piso de arriba para buscar el baño. Mientras estaba allí, me topé con Connor. Me pareció que estaba preocupado... distraído. — Ella hizo una pausa, recordando cada detalle. — Me ofreció ayudarme a encontrar el baño, pero mientras hablaba conmigo, no dejaba de mirar su teléfono. Estaba constantemente recibiendo mensajes y parecía realmente tenso.
— ¿Te dijo algo sobre quién le estaba escribiendo? —Preguntó Julián, cruzándose de brazos, interesado en saber más.
— No, no lo mencionó. Simplemente parecía ansioso. Después de indicarme dónde estaba el baño, se despidió y se fue. No volvimos a hablar esa noche. — Explicó Ella, sintiéndose un poco culpable por no haber prestado más atención en ese momento.
El grupo se quedó en silencio un momento, procesando la información. Algo claramente estaba pasando con Connor antes de su desaparición.
— Eso definitivamente no suena bien. — Dijo Axel, frotándose el mentón pensativo. — ¿Tienes alguna idea de quién podría estar mandándole mensajes?
Ella negó con la cabeza.
— No, no mencionó nombres, solo estaba muy concentrado en su móvil. Algo lo tenía inquieto. Pero lo que me preocupa es que... — Hizo una pausa, buscando las palabras adecuadas. — No creo que su desaparición sea una coincidencia.
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Indiscretos
Teen FictionEn la tranquila ciudad de Rivertown, un grupo de adolescentes se enfrenta a un misterio que cambiará sus vidas para siempre. Axel Collymore, un joven carismático y aventurero, comienza su primer día en la universidad con una mezcla de emoción y nerv...