El fin de semana llegó con un aire de relajación, ofreciendo a cada uno de los personajes una oportunidad para desconectar de la intensidad de la semana y centrarse en sus vidas personales. La rutina diaria y las preocupaciones sobre la desaparición de Connor quedaban en segundo plano mientras cada uno se sumía en sus actividades favoritas.
Sienna se despertó temprano, sabiendo que tenía un día completo con su novio, Gabriel. Habían planeado una excursión a un parque cercano para disfrutar del buen tiempo y relajarse un poco. Cuando se encontraron, Gabriel estaba esperando en su coche, con una sonrisa entusiasta que iluminaba su rostro.
— ¡Buenos días, Sienna! —la saludó Gabriel, abrazándola con cariño—. ¿Lista para una jornada divertida?
Sienna sonrió, sintiendo el calor de su abrazo.
— ¡Claro que sí! —respondió—. Vamos a pasarlo genial.
El parque estaba lleno de vida esa mañana. Familias disfrutaban de picnics, niños jugaban y parejas paseaban tranquilamente. Sienna y Gabriel caminaron por los senderos, riendo y conversando mientras admiraban el paisaje. Aunque intentaba disfrutar del momento, su mente no podía evitar regresar a la noche de la fiesta.
Mientras se acomodaban en una manta bajo un gran árbol, Sienna comenzó a recordar con más claridad. Había visto a Connor en la fiesta, y recordaba haberlo visto conversando con alguien en una esquina apartada. La conversación entre ellos parecía tensa, y aunque estaba demasiado lejos para escuchar bien, el lenguaje corporal indicaba que no estaban en buenos términos. No pudo ver el rostro de la otra persona, ni siquiera si era un chico o una chica. Todo lo que recordaba era la sombra de esa figura y la sensación de incomodidad que se respiraba en el aire.
Gabriel le ofreció un refresco, sacándola de sus pensamientos.
— ¿Todo bien, Sienna? Pareces un poco distraída.
Sienna tomó el refresco y forzó una sonrisa.
— Sí, solo estaba pensando en cosas. A veces la mente se pone a divagar, ¿sabes?
Gabriel asintió comprensivamente.
— Lo entiendo. Si necesitas hablar de algo, aquí estoy.
Agradecida por su apoyo, Sienna se concentró en disfrutar el día con Gabriel. Caminaron por el parque, jugaron a algunos juegos y tomaron muchas fotos, tratando de capturar la alegría del momento. A pesar de todo, su mente seguía regresando a la figura misteriosa que había visto con Connor. La incertidumbre la incomodaba, y la sensación de que había algo más en juego que simplemente una fiesta se hacía más fuerte.
Cuando el sol comenzó a ponerse, Gabriel y Sienna se dirigieron a una pequeña cafetería cercana para cenar algo ligero. Durante la comida, Gabriel trató de mantener la conversación ligera y entretenida, mientras Sienna se esforzaba por no dejar que sus pensamientos interfirieran.
— ¿Qué planes tienes para la próxima semana? —preguntó Gabriel, tratando de iniciar una conversación casual.
— No estoy muy segura aún. Quizás algo con mis amigos, ver cómo va la situación con el instituto —respondió Sienna, pensando en cómo su vida cotidiana seguía adelante, a pesar de la intranquilidad que sentía.
La conversación fluyó de manera natural y, por un momento, Sienna se sintió un poco más relajada. Sin embargo, la inquietud sobre lo que había visto seguía presente, como una sombra en el fondo de su mente.
Al final del día, mientras Gabriel la dejaba en casa, Sienna sintió una mezcla de alivio y preocupación. Había disfrutado del día con él, pero no podía dejar de pensar en la extraña presencia en la fiesta. Antes de entrar en su casa, Gabriel le dio un último abrazo y le prometió que se verían pronto.
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Indiscretos
Teen FictionEn la tranquila ciudad de Rivertown, un grupo de adolescentes se enfrenta a un misterio que cambiará sus vidas para siempre. Axel Collymore, un joven carismático y aventurero, comienza su primer día en la universidad con una mezcla de emoción y nerv...