En la comisaría de Rivertown, Axel y sus amigos se encuentran en una sala de espera mientras interrogan a Sienna Marshall.
— Estamos en un lío enorme. — Se queja Julián mientras subía su cabeza hacia el techo.
— Podemos inventar una excusa. — Comenta Aiden hasta que un agente llamó a Axel para la sala de interrogatorio.
Axel se encontraba sentado en una fría y austera sala de interrogatorios de la comisaría de Rivertown. Las luces fluorescentes parpadeaban ligeramente, añadiendo un aire de tensión al ambiente. Axel, con su chaqueta de cuero y su cabello desordenado, miraba fijamente la mesa de metal frente a él, tratando de recordar cada detalle del incidente que lo había llevado allí.
Todo había comenzado unas horas antes, cuando Axel y sus amigos habían decidido explorar una vieja mansión abandonada en las afueras de la ciudad por el asunto de Connor y finalmente fueron pillados por la policía cuando intentaron escapar.
De vuelta en la comisaría, Axel levantó la vista cuando la puerta se abrió y entró su padre, Kieran Collymore, un abogado de renombre en la ciudad. Con su traje impecable y su expresión severa, Kieran irradiaba autoridad.
— Axel, ¿qué demonios ha pasado esta vez? — Preguntó Kieran con voz firme.
Axel suspiró, sabiendo que tendría que explicar todo desde el principio. Pero antes de que pudiera responder, el oficial de policía a cargo del caso entró en la sala.
— Señor Collymore, encontramos a su hijo y sus amigos en la escena de un incidente en la vieja mansión. Parece que han tropezado con algo más grande de lo que imaginaban. — Dijo el oficial.
Kieran miró a su hijo con una mezcla de frustración y desaprobación.
— No quiero saber nada de tus tonterías, Axel. Arregla esto y no me hagas perder más tiempo. — Dijo Kieran, girándose para salir de la sala sin esperar respuesta.
Axel observó a su padre salir, sintiendo una mezcla de rabia y determinación. Sabía que tendría que resolver este misterio por su cuenta. El oficial de policía, que había permanecido en silencio, se aclaró la garganta y miró a Axel con una expresión inquisitiva.
— Axel, ¿qué estaban haciendo tú y tus amigos en esa mansión? — Preguntó el oficial, su tono firme pero no agresivo.
Axel tragó saliva, consciente de que cualquier cosa que dijera podría complicar aún más la situación. Decidió optar por una versión simplificada de la verdad.
— Solo estábamos explorando. Habíamos oído rumores sobre la mansión y queríamos ver si eran ciertos. No teníamos intención de causar problemas. — Respondió Axel, tratando de sonar convincente.
El oficial lo miró fijamente, evaluando sus palabras.
— ¿Explorando, eh? ¿Y qué encontraron? — Insistió el oficial, sin dejarse convencer tan fácilmente.
Axel se encogió de hombros, intentando parecer despreocupado.
— Nada realmente. Solo un montón de habitaciones vacías y polvo. — Dijo, esperando que el oficial no presionara más.
El oficial suspiró y apagó la grabadora.
— Mira, Axel, sé que hay más en esta historia. Pero por ahora, solo quiero asegurarme de que no haya peligro para ti y tus amigos. Si hay algo que necesites decirme, este es el momento. — Dijo el oficial, su tono más suave.
Axel asintió lentamente, sabiendo que tendría que ser cuidadoso con lo que revelara. Pero también sabía que no podía resolver esto solo.
— Lo entiendo, oficial. Si recuerdo algo más, se lo haré saber. — Respondió Axel, manteniendo su mirada firme.
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Indiscretos
Novela JuvenilEn la tranquila ciudad de Rivertown, un grupo de adolescentes se enfrenta a un misterio que cambiará sus vidas para siempre. Axel Collymore, un joven carismático y aventurero, comienza su primer día en la universidad con una mezcla de emoción y nerv...