la muerte desde otro ángulo pt1

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del Colegio San Rafael estaban reunidos todos los estudiantes en sus aulas a minutos de que cierren las puertas. En la entrada circulaban fuera de la vista autos de lujo y algunos estudiantes vagos que iban a perderse ese día; entre todos los resagados y perdedores estaba Mateo esperando. En su cara la dureza misma de la vida. El sabía que ese día su vida seria distinta, ya sea por Martina o por Fernanda, mientras veía su teléfono en busca de señales de vida de cualquier persona que pueda ver su cara sin decepciones.

Cansado de la indecisión y realmente enfermo por vivir en una especie de simulación de los sentidos más esenciales, tomo su teléfono, vacío de emociones y lleno de desesperación y realizó una llamada.
-Hola ¿Quién habla?
-Hola.
Fernanda se movió en una disonancia de nervios mostró una sonrisa a su profesor que pasaba frente a ella casi indiferente, una paloma aterrizó a un lado de ella y varios alumnos pasaron frente a ella.
-Mateo... ¿En serio eres tú?
-Si...
-¿Qué pasó contigo?.
-Te vi desde un edificio ayer.-En el edificio Mateo pensaba en lo fácil que era perder la vida y lo satisfactorio de hacerlo real.
-¡ah si!? pensé ibas a perder el tiempo con tu nueva novia ya que no me has devuelto ni un mensaje, ¿Quieres que salga de aquí?
-¿Soy nada acaso?
-¿Nada?
Mateo colgó la llamada y dispuesto a irse boto al piso su teléfono. Mientras caminaba lejos de ese colegio un policía lo reconoció y lo saludo.
-Joven. Venga un segundo.
Mateo vio al policía Lerdo desde su lejanía y viejo en su modo de llamarle, iba lento con el din de alejarse en sus narices, pero el policía no quiso desperdiciar la oportunidad de verle, por lo que corrió de ahí; el policía lo siguió hasta alcanzarlo.
-a dónde vas.-grito tomándolo del cuello.-yo se que tú hiciste ese grafiti que está en la pared del parque.
-No he sido yo.
-No trates de mentir, no te va a pasar nada.
-Te digo que no fui yo.-repitió empujando al policía en la barbilla y golpeándolo en su estomago. El policía cayó al piso.
El policía aún aturdido por el golpe tomo su radio y advirtió a sus compañeros que vigilaban el colegio que el responsable del grafiti del mándala estaba en fuga por el lugar. Respondieron displicentemente, ya que el grafiti no les molestaba, aún así, fueron forzados a moverse por la estación.
Mateo se apresuró y regreso hasta la entrada tomando su teléfono del piso y lanzando su maleta en su lugar. Corrió hasta que sus pulmones, exhaustos, le ordenaron parar. Subió un árbol y se oculto en una de sus ramas y recibió una llamada de Martina.
-Hola.
-Mateo, ¿estás llegando?
-No, no me siento bien.
-¿A qué te refieres?
-Estoy muy lejos. No podré llegar, pero estaré ahi. Lo prometo.
-¿Por qué mientes tan mal? ¿Ya no te importo?
-No.-y colgó la llamada.
Mateo permaneció en el árbol un instante hasta perder la noción de si mismo pensando en una forma de entrar al San Rafael Del Quinche. Estaba vestido con su uniforme aún asi las puertas ya estaban cerradas, dejando como única entrada a las murallas altas y elevadas que le imponían un reto, a la ves que los policías seguían buscándolo, atrincherandolo en el arbol, dejando de lado la reflexión, bajo de un salto, cayendo sobre su pierna izquierda, incapacitandose momentáneamente. Volvió a la entrada y recogió su maleta, llena de mugre, dió la vuelta y camino atrás de el colegio, cuando estuvo atrás lanzo su maleta sobre la muralla y trepando un árbol pudo saltar hasta el otro lado.
Cayó en el baño de chicas; justo en el techo, que tenía algunos desperdicios y polvo, bajo cuidadosamente, apoyándose en la ventana. En el suelo tuvo que ocultarse de inmediato al ver varias personas dentro.
-...Estaban perreando.., hasta que Ariel llegó y Kassandra corrió a sus brazos.
-Pobre. Nunca lo quiso.
-Pensaba igual, solo que ella lo beso cuando Ariel se marcho.
-debio estar ebria o algo.
-Estaba sobria con algo de coca encima, ya sabes, pensando sin pensar, algo descolocada.
-Que mala suerte tiene Manuel, tal ves porque es gay.
-Besa muy bien para ser vírgen.
- Que asco.-dijo Mateo.-Almenos Kassandra se la pasa en grande. Debería conocer a Darren...

-Arrepientete bruja- dijo Elena lanzando agua a su falda y Delia en respuesta la agarro del cabello.
Mateo pensó tres veces antes de irse de su trinchera, aún pensando, se dirigió al baño de hombres y alzó la tapa de un inodoro, sacando dos bolsas de tres gramos de marihuana y después se subió al inodoro.
-Hermano, Fernanda va a ser tuya, solo se paciente y podrás llamarla "tuya".
-No me convence. Se que está enamorada, pero no de mi, y eso me rompe el corazón. Tal ves somos jóvenes para saberlo, pero creo que ella es un laberinto sin salida.
-Solo se paciente y ella se olvidará de quién sea que esté acariciándole el oído.
-

Death.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora