Capítulo 7: El día de la inauguración

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Juan no paraba de mirarse en el espejo con asombro. Sin lugar a duda, iba a ser el hombre más elegante de todo Huachukuray. Marlene le había mandado a confeccionar un frac de color negro y una camisa blanca de lino con cuello diplomático porque, ante todo, él era el alcalde y se trataba de una fecha importante. Aquella tarde se llevaría a cabo la inauguración de los dos colegios en el pueblo. Cuando Juan recibió el traje de Menmel unos días atrás todo le entallaba bien. Pero ahora el pantalón le quedaba más ancho a la altura de la cintura y Josefina, su hija mayor, tuvo que meterle un centímetro de cada lado entre las costuras laterales de seda para evitar que alguien lo notara.

Juan se encontraba nervioso. Siendo alcalde de Huachukuray, tenía que dar un discurso antes de que Henryk cortara las cintas rojas que Marlene había mandado colocar frente a los colegios. Se le veía tenso y generaba ansiedad con tan solo escucharlo. Gracias a Dios su discurso fue breve. Margarita me había dicho que le había costado muchísimo aprendérselo. Ella estuvo practicándolo con él todas las tardes desde que fue elegido alcalde.

Margarita era la única hija de Juan y Marlene que había asistido al colegio y también la única de esa familia que tenía planes de ir a la universidad. Sus hermanas Josefina, Ana y Angie, sin embargo, decían que estudiar no era necesario. Sabían que su futuro estaba asegurado con el negocio de sus padres, así que desde pequeñas y bajo la tutela de Marlene dedicaron su tiempo a actividades del hogar en las que ahora ya se habían vuelto expertas.

Henryk asistió a la inauguración, aunque llegó con cierto retraso. Vino acompañado del dueño y presidente de la MSEC, Mining Southeast Corporation, el Sr. Hallawey. Era un hombre serio y que intentaba hablar o moverse lo menos posible. Por momentos, se acercaba al oído de Henryk o al del representante del primer ministro, el Sr. Antonio Kei. Aquella tarde, nos quedamos sorprendidos. Nadie en el pueblo, ni siquiera Marlene, quien se había encargado de la inauguración, tenía idea de que tales personajes nos acompañarían. Igualmente nos sorprendimos cuando vimos llegar a miembros de la prensa. Se encontraba Carlos Martínez de Prensa Libre, Pedro Samanilla de Aquí TV y Manuel Polanski de SNBC Noticias.

          —Ya es hora —le dijo Pedro Samanilla a su equipo al ver que Juan le daba el micrófono a Henryk.

Uno de los reporteros mencionó que habían sido invitados por la misma Mining Southeast Corporation, la cual en dos semanas más celebraría sus cuarenta y cinco años de trabajo en el territorio nacional. Era por ello que iban cubriendo todo lo que hacía Henryk, quien desde el estrado los miraba siempre sonriente.

El Sr. Hallawey, por su lado, solamente asentía con la cabeza a todo lo que se decía de su compañía y por un momento hasta llegué a pensar que ni siquiera entendía español porque cuando me acerqué a saludarlo solo me miró y siguió de largo. Al final le tocó hablar al Sr. Antonio Kei, quien agradeció a la compañía y aseguró que estaría de regreso para la inauguración del nuevo hospital y de las nuevas carreteras que conectarían a Huachukuray con Panta y Guataijachu. Al mencionar esta información, el Sr. Hallawey frunció el ceño, parecía como si aquella hubiera sido la primera vez que escuchaba esa noticia. Para nosotros también fue una sorpresa. En ningún momento Henryk nos había mencionado nada al respecto.

Después de la ceremonia todos fuimos en dirección a la casa de los Huarcaya. Marlene no había escatimado en comida. Su sala exhibía un magnífico buffet con postres y platillos que muchos de nosotros ni siquiera habíamos probado o visto antes. Estuve buscando a Henryk entre los cientos de invitados, pero no logré verlo hasta que se me ocurrió subir al segundo piso. Allí estaba fumándose un habano mientras miraba las vasijas de los Huarcaya y conversaba con Juan. Apenas me les acerqué, Juan me miró a los ojos como si quisiera decirme algo. Lamentablemente la presencia de Henryk no lo permitía. Me quedé en silencio entonces mientras Juan comenzaba a bajar las escaleras.

Huachukuray (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora