Prólogo

1 0 0
                                    

Pienso que el título largo y estrambótico de estos cuentos y poemas lo dice todo acerca de mi clara inexperiencia en mis inicios como escritor aficionado. Eso fue cuando tenía unos 17 o 18 años.

Entonces no tenía mejor pasatiempo que pasear e inventar tramas que se desarrollaban según lo que iba observando en el paisaje a través de la ventana de los autobuses. Apuntaba todo en mi cabeza, agregaba algunos detalles durante mis descansos en el patio de la casa, y resguardaba la historia durante un año entero.

Tres veces seguidas esa fue mi rutina durante los meses de marzo y abril, y al final, me puse manos a la obra para derramarla sobre el papel. Y así fue, porque, de hecho, fue completamente escrita a lápiz desde el principio.

Gerard Gómez es mi primer verdadero personaje: un niño inocente, pero fantasioso, de 9 años de edad, cuyo pasatiempo favorito es colorear libros y pintar con acuarelas. Los personajes que lo acompañan, animales infantiles, extraños pero risueños, y coloridos como los describo, son mis primeros verdaderos personajes.

Esta es mi primera verdadera historia escrita. Mi primer intento de escritura original, lo que sentaría las bases para arriesgarme, y hacer cosas parecidas más adelante.

A veces he pensado acerca de reescribir todo y hacer una nueva y mejorada versión del cuento. Pero quiero dejarlo tal como está, mal escrito, porque es una ventana hacia el pasado, uno no muy lejano, que habla de mis últimos años de adolescencia; en los que caminaba siempre cabizbajo, preguntándome, realmente, que había mal conmigo.

Gerard Gómez fue por esto también como una terapia para mí. Toda la historia fue pensada como un escape para llenar mi mente mientras trataba de averiguar por qué actuaba como lo hacía: tartamudeaba al hablar con el dentista; sentía una enorme ansiedad al andar en el autobús y ver las miradas de los pasajeros; me daba pánico caminar entre los amplios espacios públicos de la ciudad; procuraba no hablar con nadie; porque si, me escondía todo el tiempo.

Al final, Gerard estaba destinado a convertirse en algo más que una historia desde el mero inicio. Todo ese mundo de personajes y escenarios regresaría, sin pronosticarlo, en el futuro cercano.

Me alegra haber ocupado mi mente en algo bueno de todos modos. Jamás hubiera adivinado que Gerard seguiría todavía aquí.

*Nota: He recolectado y editado aquí solo las partes narrativas del cuento, pues los poemas los reservo para otra compilación que tengo planeado presentar en la próxima primavera. Es por eso que el cuento podría llegar sentirse algo "incompleto"; pero es precisamente porque faltan los poemas intermedios entre cada capítulo de la narración, partes importantes del rompecabezas (sin mencionar las ilustraciones).


Narración de lo que le ocurrió a Gerard Gómez: mi primera verdadera historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora