Capítulo 14

204 14 1
                                    

⚠️Quiero que sepan que todo lo que leen en esta  historia es todo sacado de mi imaginación y que si se acusa a una persona de algo es parte de la trama de la historia y no que esa persona haya hecho eso en la vida real.

—————————————
La tensión que nos había mantenido separados durante tanto tiempo parece haberse disuelto en ese beso, y aunque aún queda mucho por resolver, en este momento, todo parece un poco más brillante, un poco más esperanzador.

Mateo y yo intercambiamos una mirada rápida, una mezcla de timidez y complicidad. La risa de Lit se contagia al grupo, y pronto todos están bromeando, tratando de hacer la situación menos incómoda. Aunque siento que mis mejillas están al rojo vivo, hay un alivio inmenso en el ambiente, como si finalmente hubiéramos cruzado una barrera que parecía insuperable.

—Ya era hora, ¿no? —me dice Tiago, dándome un codazo amistoso. Duki asiente de acuerdo, con una sonrisa traviesa en su rostro.

—Ahora sí, se siente como una reunión completa —agrega Milo, haciendo que todos se rían nuevamente.

Mateo suelta una risa ligera, y por un momento, todo se siente como antes, como si el tiempo no hubiera pasado, como si las heridas estuvieran comenzando a sanar. Me siento más ligera, como si la tormenta que llevaba dentro se hubiera calmado un poco.

Después de unos minutos, la charla se desvía hacia otros temas, y los chicos se acomodan en el salón, listos para relajarse y disfrutar de la tarde. Aunque Mateo y yo no hablamos directamente, la atmósfera es mucho más relajada, y todos comenzamos a tratarnos de forma natural, como amigos que han pasado por un malentendido y están listos para seguir adelante.

Mientras los demás hablan, siento que la tensión entre Mateo y yo se disuelve, y aunque no estamos agarrados de la mano ni intercambiamos gestos significativos, hay una nueva comprensión entre nosotros. Es como si, al hablar y aclarar las cosas, hubiéramos despejado el aire lo suficiente como para empezar a reconstruir algo, aunque sea desde la base de la amistad.

Lit, con su energía habitual, sugiere que pongamos música y disfrutemos de un rato juntos. La propuesta es recibida con entusiasmo, y pronto, el ambiente se llena de risas y música, haciendo que la tensión de las últimas semanas se desvanezca por completo.

Mientras la tarde avanza, me doy cuenta de que, aunque el camino no ha sido fácil, hemos dado un gran paso. Y aunque el futuro es incierto, por primera vez en mucho tiempo, tengo la esperanza de que podemos construir algo nuevo, algo mejor, comenzando desde esta base más sólida de comprensión mutua.

—Che, ¿por qué no vamos al lago a bañarnos un rato? Aunque sea de noche, tiene su onda, ¿no?— sugiere Tiago.

La idea de nadar bajo la luz de la luna suena tentadora, algo diferente y divertido que podría romper con la rutina y hacer la noche más memorable.

—¿Vos estas loco, Tiago? —dice Duki, riéndose mientras se estira en el sofá—. Pero suena bien, ¿eh?

—Yo estoy de acuerdo —agrega Lit, ya levantándose como si estuviera listo para salir de inmediato—. La noche está perfecta para eso.

Miro a Mateo, quien simplemente asiente con una pequeña sonrisa, y siento una chispa de emoción. La tensión que había entre nosotros parece estar disipándose poco a poco, y la idea de compartir un momento divertido con el grupo hace que me sienta más ligera.

—Dale, vamos —digo, animada, levantándome junto con los demás.

En cuestión de minutos, todos estamos fuera, caminando hacia el lago con risas y conversaciones que llenan la noche. La idea de sumergirnos en el agua fresca bajo el cielo estrellado nos llena de emoción, y por un momento, todo lo demás parece quedar atrás, como si solo importara el aquí y el ahora.

Mamichula| Trueno | Nicki NicoleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora