∆47

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El camino de retorno a su hogar fue demasiado largo para su gusto ,Una incomodidad creciente en su pecho no lo dejaba en paz. Ese día no les tocaba trabajar en la fábrica así que. Tendría tiempo para pensar bien las cosas. Tal vez llamaría a Charles y Carlos. Podría hablar con ellos sobre lo que había sucedido respecto a Max. Tal vez escribirle a Sam. Pero no creía que fuera lo más conveniente en ese momento. En un par de horas tendría que recoger a Patricio de la escuela. Tal vez Sam tenía un poco de razón. No pudo dormir. Toda la noche se la paso  pensando

Recordaba con dolor las palabras de Sam. Tal vez tenía un poco de razón. No lo sabía. Bueno, tal vez. Pero no podía aceptarlo. Simplemente no quería volver a sufrir. Pensaba que lo había superado, que lo había dejado atrás. Estaba listo para seguir a un futuro a su lado. Al lado de Sam y su hijo, como una familia feliz. Y tenía que aparecer ese maldito rubio. Como lo veía. ¿Por qué volver ahora? ¿Por qué volver cuando él estaba tan bien?

Estacionó el auto. Se bajó. Y entró al departamento. Cerró la puerta detrás de él. Se quitó los zapatos en la entrada. Tomara una ducha para relajar su alma, cuerpo y mente.Realmente necesitaba pensar bien esto. Además, Max no había dicho nada. Max simplemente le había pedido una explicación de por qué desapareció. Tal vez es el muy idiota, no lo sabía. Además, ahora él está casado. Con una hija, aparte , que rayos hacia Max solo sin su esposa y hija , sino Con Charles y Carlos, por lo que ellos le habían comentado. No quisieron decirle nada. Penso que era algo que no le iba a gustar oír. Por lo que dejó todo ahí.

Apenas en el piso del cuarto de baño se escuchó el timbre de la puerta principal. Era raro porque no esperaba recibir una visita. Charles pensó. Así que, fue a abrir.

Esperaba a todo mundo hasta al jardinero, pero no a Max parado ahi en el marco de la puerta con la mirada en sus finos zapatos levantándola cuando Abrió la puerta

Con un pantalón negro largo y formal, y una camisa blanca arremangado en los brazos. Lo suficiente dejándole ver un par de venas, pero no tanto como para llegar a los codos. Su típico peinado seguía igual de siempre. Su estilo no había cambiado para nada. Tal vez su musculatura un poco. Ahora era un poco más voluminoso que hace cinco años

- Sergio - su cara se iluminó , dio un paso adelante pero Sergio decidió cerrar la puerta de un golpe - S-Sergio que_

- Quien te dijo donde vivía?

- Tengo mis métodos

- No estoy jugando Max hablo enserio

- te seguí desde la escuela de Patricio

- Maldito loco! Que es lo que te sucede - Por fin abrió la puerta en vez de seguir peleando a través de esta

- Hola..- ahí está , su estúpida sonrisa ladina que hace años se hubiera muerto por verla más seguido

- Que haces aquí

- Me dejas entrar?- Sergio se hizo a un lado

Max examinó el departamento con cautela. Lo encontró realmente acogedor, hermoso, lo suficientemente grande para una familia que vivía cómodamente. Pudo detectar también el aroma a whisky y chocolate mezclado. Era el aroma de Patricio. Lo había sentido el día anterior. Pero después encontró un olor a... parecido a un...menta?otro olor incluso que sentía. No debía estar ahí.

- Que lindo..

-Qué haces aquí

- Me gusta la decoración, lo hace sentir acogedora

- Gracias , mi prometido la eligió

- Prometido?

- Que haces aquí Max

Hubiera sido mejor?  [CHESTAPPEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora