CAPÍTULO 8

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Al día siguiente Taehyung se estaba alistando para irse a trabajar, Jimin había amanecido mucho mejor, pero aún así Jungkook se quedaría a cuidarlo, haciéndolo sentir más tranquilo.

—No seas demasiado duro con Jimin, aún tiene dolor de garganta y está más sensible de lo normal —dice viendo a Jungkook en el salón.

—Sí, lo sé. ¿Vas a ir a verlo para animarte antes de irte? — respondió Jungkook sonriendo.

Tae sonrió levemente antes de caminar a la habitación del rubio que dormía profundamente, el castaño se acercó hasta él, se inclinó y besó su frente ligeramente antes de apartarse.

—Si recibes un estímulo así todos los días, tu humor será el mejor —comentó Taehyung en voz baja mientras miraba al rubio dormír.

Jungkook asintió y palmeó su hombro mientras salían de la habitación.

—Vamos, ten paciencia, solo un poco más —le dijo al castaño.

—Bueno me voy a trabajar, Yoongi ya debe de estar esperando —se despidió Tae.

En cuanto el castaño se fue, Jungkook volvió a la habitación de Jimin y se sentó al borde la cama para despertarlo para desayunar.

—Jimin, Jimin, despierta, es hora de desayunar —le dijo moviendo ligeramente su brazo.

Jimin soltó un pequeño quejido en reconocimiento, pero aún se negaba a abrir los ojos.

—Anda, levántate —volvió a decirle procurando sonar suave, haciendo que el rubio por fin abriera los ojos.

—Eres tú —dijo Jimin en voz baja.

—¿Quién más esperabas que fuera? —le pregunto serio pero sin perder el brillo burlón de sus ojos.

—Pensé que eras el otro bastardo —respondió Jimin acomodando su espalda sobre el respaldo.

—Taehyung ya se fue a trabajar, hoy yo cuidaré de tí —respondió Jungkook mientras lo ayudaba a levantarse.

—No tienes que cuidarme, ve a trabajar —dijo Jimin negando con la cabeza.

—¿Por qué no quieres que te cuide? —preguntó el pelinegro con voz dolida.

—No es que no quiera, yo no dije eso —se quejó Jimin abultando sus labios.

Jungkook sonrió levemente, luego acarició suavemente la cabeza de Jimin.

—Estoy bromeando. ¿Puedes levantarte y caminar? Si es así, levántate y lávate la cara, pero no te duches aún, iré a buscar la comida que te trajo Nana —le dijo Jungkook sabiendo que ya se sentía mucho mejor.

Jimin asintió antes de levantarse lentamente de la cama con el pelinegro cuidando de que no volviera a marearse, después salió a la casa grande por la cómoda. Al regresar vio al rubio sentado frente al televisor en la sala.

—¿Por qué no pusiste una manta? Solo a ti se te ocurre sentarte en el suelo frío, levántate —le pregunto molesto.

—Sigo siendo perezoso, y no tengo energía —respondió Jimin sentándose en el sofá.

—Mhm, come, yo iré por mantas para que puedas dormir aquí después —dijo Jungkook mientras ponía la comida en la mesa.

Jimin no dijo nada, solo se paró para sentarse en una de las sillas del comedor.

—¿Otra vez avena? ¿Por qué las personas enfermas tienen que comer avena? —murmuró Jimin que ya estaba aburrido de solo comer eso.

—Bueno, una persona enferma tiene su cuerpo y un proceso de digestión no tan bueno como cuando su cuerpo está sano. Es por eso que primero tienes que comer alimentos blandos.

สามรัก ★Three Love★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora