Miedo a la transformación

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Llegamos a la casa, nos fuimos los cuatros a nuestra habitación. O sea, mi hermano y su mate en la habitación de él y Jonny y yo en la mía.

Entramos y yo me fui directo al baño y él se acostó a la cama, porque no me gusta bañarme con nadie y él lo sabe y lo entiende, gracia a la Diosa Luna.

Terminé y Jonny ya estaba duchado, al parecer fue a su habitación y bueno, así tengo más tiempo para hablar con él y ante de decir algo, él se dió cuenta y se dió en los muslos, para que yo me sentará hay y verlo cara a cara.

Jonny: ¿Qué le pasa, al amor de mi vida?
Luciana: no es nada, solo tengo temor a mi transformación
Jonny: eso es normal, mi vida, ¿Quiere qué te hablé un poco de eso?
Luciana: si, porfis
Jonny: mira, los primeros segundos lo sentirás infinito y con dolor, sentirás que todo tu cuerpo se te rompe en pedacitos bien chiquitos, pero no te asusté y dale paso a tu loba y todo estará bien y ya más ninguna vez te dolerá, cómo la primera.

Cuándo me dijo eso, no me dió tiempo a reaccionar, porque ya me estaba agarrando por la cintura y besando me, como si no hubiera un mañana. Me acostó en la cama y se dejó encima de mí, me desvisto y como un cachorro, con hambre de leche de la madre, se pegó a mi pecho y me lo dejó tranquilo, hasta que el se sentó satisfecho y me dejó a carne viva los pezones. Luego me pasaba su mano en mi canal y yo loca que me diera lo suyo, al instante levanté mis caderas y él recibió la señal perfecta y me la metió y no me dió tiempo a acostumbrarme, a su verga.

Somos más fuertes juntos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora