El donador-Romanogers

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Es viernes en la mañana ahora y Natalie y yo no hemos visto a steve desde el domingo; la distancia es debido a un inconveniente, no porque nosotras así lo quisiéramos. Steve ha estado trabajando duro en un nuevo material para su compañía y yo tenía que trabajar mucho también porque Wanda enfermó de verdad y me tocaba cubrir algunos de sus turnos.

Todos los días Natalie preguntaba si Steve vendría a casa. Entristecía un poco cada vez que le decía que no, pero lo entendía y estábamos agradecidos por eso. Ninguno de los dos queríamos decepcionarla, así que nos sentimos aliviados de que entendiera la circunstancias. También entiende que hoy es su último día de escuela y que tendrá dos semanas de vacaciones por pascuas. Chocolate era la segunda cosa que venía a su mente cuando pensaba en las pascuas. La primera era Steve. Tener dos semanas libres le daba más chance para conocerlo mejor; algo que las dos queríamos. Aunque no hemos visto a steve, ambas hemos hablado con el. Después de que Steve terminara su pintura el domingo por la noche, nos dimos cuenta de lo tarde que era y el decidió que lo mejor era marcharse. Intercambiamos números antes de que se fuera; se fue con una sonrisa en su rostro, un tono rojizo en sus mejillas y una seña con la mano. No nos abrazamos para despedirnos, aún siendo obvio que ambos nos moríamos por hacerlo. La despedida fue más bien ligeramente incómoda y algo nerviosa de su parte, por el sonrojo en su rostro, no sabiendo si inclinarse para un abrazo o no. No me había texteado cuando llegó a su casa, lo que me preocupó un poco. No le pedí que lo hiciera, pero asumí que lo haría. A la mañana siguiente, yo le escribí, asegurándome de que estuviera bien y culpándolo porque "me mantuve despierta y preocupada toda la noche". Pero el no pensó que fuera gracioso y continuó disculpándose, haciéndome sentir como una mierda después. Durante la semana le escribí algunas veces y Natalie lo llamó una vez, sin mi permiso, debo agregar, pero no me enojé cuando la encontré con mi celular riéndose por algo que Steve le había dicho. Solo sonreí. Toda la semana hemos estado diciendo lo irreal que parece todo y lo felices que estamos todos. Todavía me cuesta creer que lo conocimos, pero no quiero apresurar las cosas. El puede ver a Natalie, por supuesto que puede, pero no le voy a pedir que se mude o dejar que Natalie me aleje para pasar mucho tiempo con el. Solo quiero tomármelo con calma. No quiero arruinarlo.

— ¡Sexy! —Rápidamente giro la cabeza hacia la persona que susurró fuerte en mi oreja—. Un chico muy sexy acaba de entrar.

Ahora mismo estoy en el café donde trabajo, con mi espalda hacia la puerta mientras lavo algunas cosas. Becca sabe que estoy soltera, por lo que siente la necesidad de informarme cuando un chico atractivo entra por la puerta. No sé por qué, no es como si yo lo pidiera. Perseguir relaciones románticas nunca ha sido una de mis prioridades, especialmente no desde que tengo a Natalie. No puedes presentarle a alguien, que conecten, y luego esa persona decida desaparecer. Por eso soy cuidadosa con Steve. Sé que el no se alejaría de nosotras simplemente, pero Natalie ama con fuerza. Si Steve de pronto cambia de parecer, desde ya sé que eso destrozaría a Natalie.

— Oh mi Dios, viene para acá, actúa normal. Le giro mis ojos a mi compañera mientras me doy la vuelta para ver al "chico atractivo".

— Hola, Nat. —Saluda Steve. Se ve particularmente atractivo hoy.

— Hola, ya casi acabo, estaré contigo en dos minutos. -Mi turno está terminando y Steve se había ofrecido a reunirse conmigo en mi trabajo para acompañarme a recoger a Natalie a la escuela.

Camino hacia el cuarto del staff y apenas escucho a Becca hablando, obviamente dirigiéndose a Steve. Eso me hace reír, su coqueteo es peor que el mío (las veces que he llegado a coquetear) y Steve es muy... ¿introvertido? Después de escuchar su explicación sobre por qué hizo la donación, puedo decir que aún si tuvo alguna relación en el pasado, el es muy reservado y tímido para intentar algo otra vez. Regreso al piso principal de la cafetería y veo a Becca aún tratando de ligar con Steve. El no se está sonrojando como lo haría normalmente, ni está coqueteando de vuelta como un chico seguro de sí mismo. Solo parece incómodo