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Desde esa noche, las cosas entre nosotros han estado desarrollándose. Sin embargo el desarrollo muchas veces es percibido como algo que siempre es progresivo, pero no. El desarrollo es algo cambiante y a veces algo o alguien puede desarrollarse de manera regresiva. No quiero decir que estemos empeorando, pero tampoco estamos avanzando. Tomé el consejo de Wanda sobre provocar al ojiazul y siempre funciona, pero no como esperaba. Una noche que Steve se quedó a dormir, bajé a propósito la temperatura del aire acondicionado en mi cuarto, para distraerlo de su comportamiento responsable normal. Cuando nos metimos a la cama esa noche y el se movió para acurrucarse conmigo como siempre lo hace, rápidamente notó la dureza de mis pezones debido al aire frío. No tomó mucho tiempo para que su boca los atacara y luego bajara lentamente por mi cuerpo. Nada más pasó aparte de su usual gratificante y gentil exploración con su lengua y sus dedos. Continué las provocaciones cuando estábamos en público. Durante un paseo de compras, específicamente, Steve inintencionadamente me puso al borde durante el viaje al centro comercial y todo el día hice todo lo que pude para causar un estado similar en el.

Durante todo el viaje Steve tuvo su mano firme en mi pierna, sus dedos ofreciéndome suaves apretones en la cara interna del muslo ocasionalmente. No debió excitarme tanto como lo hizo, pero el sabe que soy especialmente sensible si sus movimientos son rudos. No podía provocarlo con largos besos apasionados como yo quería y sabía que lo harían caer porque Natalie estaba con nosotros y todavía no nos demostramos tanto afecto frente ella. En su lugar, mis gestos tuvieron que ser más discretos. Cuando entramos en un elevador con varias otras personas, hice lo obvio. Me aseguré de pararme frente a el para hacer un poco de presión en su entrepierna con mi trasero. Cuando más gente entró al elevador, fue la excusa perfecta para presionar mi cuerpo completamente contra el de el. La mano de Steve se movió para agarrarme la cintura, la mía cayendo a su pierna en un intento de mantener mi equilibrio, su respiración deteniéndose cuando apreté su muslo y me presioné más firme contra el. Además de evitar el contacto el visual conmigo en el elevador, Steve no trató de reconocer lo que había pasado. De no haber sido por sus rojas mejillas y el discreto acomodamiento del frente de sus pantalones, no hubiera sabido que el se dio cuenta. Más tarde ese día, fuimos a una tienda de ropa y Natalie me animó a probarme lo que yo quería. Ella sabe que soy del tipo de persona que nunca se prueba nada en la tienda, llego a casa, no me queda, y tengo que venir a devolverlo. Natalie no quería tener que venir otra vez a devolver nada, así que me ordenó entrar al probador. Acababa de probarme un par de jeans y todavía tenía puesta una blusa de la que aún no estaba segura. Me miré al espejo y por una vez, en realidad me sentí genial. La blusa era algo transparente y revelaba la ropa interior de encaje que tenía debajo. Obviamente llamé a Steve para ver qué pensaba el. Le dije que se asomara al probador y me dijera si la blusa era demasiado transparente (cosa que ya sabía que sí lo era).

Asomó su cabeza por la cortina y traté de posar un poco para el. La blusa ligeramente desabotonada revelaba mi brasier negro, y como no estaba usando pantalones, también dejaba un poco a la vista mis bragas. Le tomó un momento hacer contacto visual conmigo al tener su mirada fija en mi cuerpo, aprobando mi ropa interior y la blusa.

Apenas murmuró un pequeño "sí" para informarme que era demasiado transparente, pero no hizo intento de irse. Eventualmente se fue solo porque yo le dije que vigilara a Natalie que estaba andando por todo el lugar, jugando con los ganchos. Revelar mi ropa interior y exponer más piel es algo que se volvió común en mi misión de provocarlo. Usaba solo sus camisas y unas bragas en la casa cuando estábamos solos, o cuando Wanda y las niñas estaban durmiendo. Pensaba cualquier razón para inclinarme frente a el, dándole la vista perfecta de mi culo, pretendiendo que no tenía motivos encubiertos. Cada vez que usé algo provocativo solo para sus ojos o lo incité con susurros, el reaccionaba con confianza acostándome y dándome placer de manera experta. No ha pasado a más de usar sus dedos y lengua, pero cada vez se vuelve más seguro de sí mismo con su habilidad. Mi cuerpo reacciona satisfecho, pero no puedo evitar esperar siempre que la subida de su confianza anime a algo más.

El donador-RomanogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora