5

41 5 0
                                    

— ¡Wanda, apura tu trasero! —Le grito desde la sala, poniéndome mi sandalia.

— Ya, ya. Que yo me apresure no hará que Steve llegue aquí más rápido, así que cállate amiga. —Responde en un elevado volumen. Natalie y Khiara me miran con ojos muy abiertos, sosteniendo sus juguetes de playa en sus manos.

Acordamos con Steve que iríamos a la playa hoy domingo y las niñas están muy emocionadas. Por supuesto que estaban emocionadas por ir a la playa, pero además ambas querían pasar tiempo con Steve. Desde que el y Natalie se conocieron, todo lo que Khiara había escuchado era sobre lo maravilloso que es Steve y estaba muy ansiosa por pasar tiempo con el.

— ¡Mami, Steve está aquí! —Escucho a Khiara gritarle a Wanda. Ambas niñas están mirando por la ventana, a Steve que está estacionando el auto.

Dos horas después los cinco habíamos llegado a la playa. Steve condujo todo el camino, a pesar de que yo me ofrecí a conducir la mitad. Me vi forzada a ir en el asiento de en medio en la parte de atrás porque Wanda no cabía, ella se sentó adelante con Steve.

En el estacionamiento, Khiara tomó una de mis manos y Natalie una de Steve para llevarnos a la playa, sabiendo que no debían irse solas; dejando a Wanda con el trabajo de llevar todos los juguetes (algo con lo que definitivamente no estaba muy feliz). Colocamos las toallas a una justa distancia de la orilla, lo suficientemente cerca para que las niñas corrieran al mar a recoger agua para sus castillos de arena, pero no tanto para Wanda que se quejaba de la "larga caminata" cuando tenía que acompañarlas cada vez. Estábamos equipados con bebidas, comida, protector solar y todos estaban contentos. Especialmente Steve.

Una vez que encontramos un lugar y nos acomodamos, Wanda se quitó la ropa, quedándose solo en su bikini. Todo el mundo en la playa estaba en las mismas condiciones, excepto Steve y yo. Yo esperé un rato antes de quedarme en solo mi bikini porque no quería que Steve se sintiera incómoda y bueno, yo aún no estaba lista para que Steve, prácticamente un extraño, me viera con tan poca ropa. No me importaban los demás extraños, igual no iba a volver a verlos jamás. Pero uno siempre es inseguro sobre al menos una cosa de nosotros mismos. Yo soy insegura sobre casi todo. Quitarte la ropa frente a extraños es difícil, pero la mayoría del tiempo lo superas. Quitarte la ropa frente a alguien que potencialmente se convertirá en una gran parte de tu vida, es algo intimidante, principalmente porque lo que piensen de ti se convierte en algo significante. Yo definitivamente me preocupo por lo que Steve piense de mí.

Después de que Wanda no parara de insistir, finalmente adquirí el coraje para desvestirme, tratando de pasar desapercibida para Steve, lo que Wanda reveló que falló.

— El estaba babeando por ti. —Me dice Wanda, acostándose en la toalla a mi lado.

Steve se había ido a la tienda a comprar algunas botellas de agua frescas, luego de haberse bebido las que habíamos traído. Además se llevó a Natalie que quería mirar más juguetes de playa. Apenas se había alejado lo suficiente para no escucharnos cuando Wanda sintió la necesidad de compartir esa información.

— ¡Claro que no!

— Honestamente, el no pudo quitarte los ojos de encima sin importar qué tanto lo intentara. —Trata de explicar. Giro mis ojos, sin creerle. Yo no estaba tratando de ganar su atención al desvestirme, pero sí quería saber dónde estaban sus ojos mientras lo hacía y definitivamente no estaban en mí.

— Wanda, ¿puedes callarte por favor? Steve no me estaba mirando. El no haría eso.

— ¿El no miraría a una sexy chica que está semi desnuda? — Pregunta, alzando las cejas—. Sí, claro. Me sorprende no haber visto una tienda de campaña en sus shorts...

El donador-RomanogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora