Capítulo 6

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**Flashback:**

Era una tarde tranquila en el instituto Edén. El sol se filtraba entre las hojas de los árboles, creando patrones de luz y sombra en el césped. Damian estaba recostado, con los brazos detrás de la cabeza, mirando el cielo despejado. A su lado, Anya estaba concentrada en su cuaderno, dibujando con trazos rápidos y suaves.

—¿Qué haces? —preguntó Damian, sin apartar la vista del cielo.

—Dibujándote —respondió Anya, con una sonrisa juguetona.

Damian se incorporó ligeramente, mirándola con curiosidad.

—¿A ver? —pidió, alargando la mano para ver el boceto.

Anya se resistió al principio, pero finalmente le mostró el dibujo: un retrato divertido de él, con una sonrisa exagerada. Damian se rió al verlo, y Anya lo siguió.

—¿Qué es esto? —se burló Damian, pero luego suavizó su tono al ver el rostro de Anya bajo los tenues rayos del sol. —Sabes, me gusta verte sonreír. Es lo que más me gusta de estar contigo.

Anya lo miró, sorprendida por su comentario, y en ese momento, el mundo pareció detenerse por un segundo. Se sentían como si fueran los únicos en el universo.

—Yo también te quiero, Damian —dijo Anya en voz baja, antes de que él se inclinara para besarla suavemente, sellando el momento.

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**Presente:**

La cancha de tenis estaba rodeada de alumnos que vitoreaban a sus profesores favoritos, y entre ellos, Damian Desmond destacaba. Vestido con una camiseta blanca y pantalones cortos deportivos, jugaba con destreza, concentrado en su saque, mientras sus alumnos lo animaban desde las gradas.

Anya y Becky se encontraban en las gradas, observando a la multitud.

—Nunca pensé que sería profesor —murmuró Anya, su mirada fija en Damian mientras corría por la cancha.

—Pues es muy popular entre los alumnos —comentó Becky, mirando con curiosidad cómo varios estudiantes le lanzaban palabras de apoyo.

Anya permanecía en silencio, hasta que algo captó su atención: Isabelle, la profesora de química, estaba en una esquina, observando a Damian con una mirada que Anya reconoció de inmediato. *Esa mirada...* pensó.

Sin quererlo, Anya dejó que su mente se concentrara en los pensamientos de Isabelle. La voz interna de la mujer resonó en su cabeza, clara como el agua:

*Damian es tan impresionante. Siempre tan competente, tan inteligente. Ojalá pudiera pasar más tiempo con él... quizás si me acerco más, podamos trabajar en algo juntos... Él necesita a alguien a su lado que lo entienda... Alguien como yo.*

Anya sintió un nudo en el estómago al escuchar esos pensamientos. Aunque intentaba avanzar y dejar a Damian en el pasado, la idea de que otra mujer estuviera interesada en él la perturbaba más de lo que quería admitir.

—Becky —dijo Anya, abruptamente.

—¿Qué pasa? —preguntó su amiga.

—¿Todavía tienes el contacto de Luke? —Anya no apartaba la vista de Isabelle, tratando de ignorar los sentimientos contradictorios que la invadían.

Becky la miró, sorprendida. —¿Estás hablando en serio?

—Sí. Quiero verlo. —Anya no sonaba convincente, pero la necesidad de distraerse de lo que acababa de escuchar la empujaba a tomar decisiones impulsivas.

Becky gritó de alegría, llamando la atención de varias personas a su alrededor, incluida la de Damian, quien acababa de terminar su partido y se acercaba a recoger su toalla.

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