°]Ecos del ayer, el pasado de...[°
Saemi se despertó esa mañana con una sensación de pesadez familiar. Aunque había pasado tiempo desde la última vez que había visto a Theodore, su mente seguía rondando en torno a aquel alfa de ojos negros. Pero más allá de la curiosidad que Theodore le provocaba, había algo más en su corazón que lo arrastraba hacia un vacío oscuro. El pasado nunca se quedaba atrás del todo.
Cuando Saemi tenía apenas ocho años, su vida cambió para siempre. Vivía junto a su hermano mayor, Izann, y su tía, quien los había criado desde que sus padres murieron en un accidente cuando ambos eran muy pequeños. Saemi y Ariann siempre fueron inseparables, dos almas que compartían el mismo apodo, "Ari", para demostrar su conexión. Pero la felicidad en su hogar era tan frágil como el cristal.
Desde pequeño, Saemi había sido blanco de burlas y maltratos en la escuela. No solo por su pequeña estatura, sino también por su apariencia delicada y su carácter reservado. Los otros niños lo atacaban con palabras crueles, llamándolo "débil", "insignificante", "inútil", y mas insultos asi. Cada día era una batalla silenciosa en la que Saemi tenía que soportar la constante humillación, escondiendo su sufrimiento detrás de una sonrisa fingida, con la esperanza de que nadie se diera cuenta de lo roto que estaba por dentro.
Su hermano Izann siempre lo protegía. Era su refugio, su roca. Izann, siendo un alfa en desarrollo, 5 años mayor que el, no solo tenía una presencia fuerte, sino también un corazón que parecía estar hecho para cuidar a Saemi. Aunque eran diferentes en cuanto a naturaleza, el vínculo entre ambos era inquebrantable. Sin embargo, esa pequeña seguridad se desmoronó el día en que la tragedia golpeó con más fuerza.
Saemi recordaba con claridad el día en que perdió a su hermano. Una tarde en que Izann salió a defenderlo de un grupo de alfas mayores que lo habían acosado durante años. En un acto de valentía, Izann enfrentó a aquellos que habían hecho de la vida de Saemi un infierno, pero la confrontación se salió de control. Los detalles de lo que sucedió después eran borrosos para Saemi, pero lo único que recordaba con claridad era la sensación de vacío al recibir la noticia de la muerte de Izann. Su protector, su única fuente de amor y seguridad, había desaparecido de su vida para siempre.
A partir de ese momento, la tía de Saemi, quien también había sido una figura maternal para ambos, comenzó a debilitarse. La pérdida de Ariann la consumió lentamente, hasta que, un año después, su salud deteriorada la llevó a su propia tumba. A los once años, Saemi quedó completamente solo, sin familia, sin amor y con un dolor que parecía imposible de soportar.
Los años siguientes fueron un tormento silencioso. Saemi comenzó a desarrollar ansiedad y depresión, pero nunca dejó que los demás lo vieran. En su mente, había aprendido que mostrar vulnerabilidad solo lo convertiría en un objetivo más fácil. En lugar de pedir ayuda, se aislaba, construyendo muros alrededor de su corazón. Había adoptado un apego evitativo con el mundo, evitando conectar profundamente con las personas por miedo a ser herido de nuevo. Sin embargo, también sufría de un apego ansioso, deseando desesperadamente ser amado y apreciado, pero incapaz de creer que alguien pudiera hacerlo genuinamente.
La combinación de su apego desorganizado y sus inseguridades lo llevó a vivir una vida donde siempre buscaba la validación externa. Se esforzaba por ser el mejor en sus estudios, destacando en todo lo que hacía, con la esperanza de que el reconocimiento académico lo llenara de alguna forma. Quería ser apreciado, admirado, aunque por dentro estaba destruido.
Pero su verdadero sufrimiento, el que nunca mostraba, era profundo. Saemi deseaba ser consuelo para los demás, ayudar a quienes lo necesitaran, porque de alguna manera, al ayudar a otros, sentía que podría llenar el vacío en su propio corazón. Era más fácil centrarse en las necesidades de los demás que enfrentar sus propios demonios. Así, ocultaba su dolor detrás de una sonrisa constante, mostrándose como alguien fuerte y capaz, mientras su alma se desmoronaba en silencio.
Cada noche, Saemi se sumía en sus recuerdos, las imágenes de su hermano y su tía aparecían ante él como fantasmas. Sentía la culpa de haber sobrevivido mientras las personas que amaba habían desaparecido. A menudo pensaba que si él hubiera sido más fuerte, más valiente, quizás Izann seguiría vivo. Esa culpa lo perseguía constantemente, arrastrándolo a una oscuridad que no podía escapar.
Y ahora, con la aparición de Theodore, esos viejos miedos y deseos comenzaban a agitarse. El alfa había despertado algo en él, una chispa de curiosidad y temor, una mezcla de sensaciones que no podía controlar. Theodore parecía verlo de una manera que nadie más lo había visto, y eso lo aterraba más de lo que estaba dispuesto a admitir. Porque, después de todo, ¿qué pasaría si Theodore descubriera el verdadero Saemi, aquel que estaba lleno de cicatrices y heridas que nunca sanaron?
La sola idea de abrirse a alguien, de dejar que lo conocieran realmente, lo aterrorizaba a grandes escalas. Estaba acostumbrado a estar solo, a construir muros, y no sabía si podría sobrevivir a otra pérdida si permitía que alguien se acercara demasiado. Pero, al mismo tiempo, una pequeña parte de él deseaba ser visto, ser amado, ser aceptado por quien era realmente.
Con esos pensamientos nublando su mente, Saemi se puso de pie frente al espejo. Su reflejo le devolvía la mirada, mostrando una sonrisa débil que apenas alcanzaba sus ojos. Era la misma sonrisa que mostraba al mundo, la que usaba para ocultar su dolor. Pero en lo más profundo, sabía que no podía seguir ocultándose para siempre.
Y en el fondo de su corazón, algo le decía que Theodore no era alguien que se rindiera fácilmente. Y eso, le intrigaba en cierta forma...
°]¿One day i'll be a happy?[°
• Aca reportandome nuevamente, si se preguntan porq el apodo q nada q ver? Es porq puedo, porq tengo, y porq quise usarlo, y tambien porq ese apodo significa mucho para mi y yap, cualquier duda me avisan por comentarios🫶🏻💫
°]Its_Mitchy[°
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¿One day i'll be a happy?
Romance"¿One day i'll be a happy?" Saemi, un chico omega de 19 años, quien esta solo, y no se parece en nada al tipico estereotipo de su casta, conoce a una persona que cambiara su vida grandemente, en muy poco tiempo, y hara que su vida de un giro de 180°...