Capítulo 6: Brahms

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Narra Omnisciente

En el momento en que esa posibilidad cayo en mente de ____________(t/n) su corazón dio un vuelco, intentaba con todas sus fuerzas no largarse a llorar o salir corriendo en la inmensidad de la oscuridad y su exterior.

El aire comenzó a faltarle, estaba ahogándose, corrió rapidamente hacía el piso de arriba y arremetió contra la puerta para abrirla, entrando a la habitación de Greta y la suya, tomó rapidamente su bolso y tirando su contenido sobre la cama, revolvió las cosas, encontrando su inhalador. No sabía usarlo, pero imitó el gesto de Greta, agito esa pequeña cosa y lo puso en su boca, jalando el gatillo liberando el medicamento que le supo en la boca, lo inhalo desesperadamente sus ojos habían expulsado pequeñas lagrimas de alivio en ese instante cuando sintió que finalmente comenzaba a respirar con normalidad.

—Eso... Eso fue aterrador, casi me muero—Rio con una risa nerviosa, recobrando el aliento y llevando su mano a su frente por haber sido tan imprudente.

La pobre chica no había notado en todo su carrera a la habitación, lo asustado que se encontraba aquel hombre con la mascara, su corazón latía con violencia en su pecho, recordaba las palabras de su madre antes de irse:

—____________ tiene una condición, Brahms, no la asustes y se gentil con ella o podría empeorar—

Creyó que estaba haciendo todo bien, pero ahora no estaba entendiendo por que de la nada había llegado un "ataque". Intentó calmarse al verla recobrarse en sí y por poco dice algo cuando se rio, no le parecía gracioso. 

El chico se movió al espejo de doble cara para contemplarla mejor dentro de las paredes, su vestimenta sucia y mugrienta, su estado desalineado y ahora por culpa del susto estaba sudando frio y le costaba calmar su corazón.

______________ Suspiró cansada y se sentó con violencia en el piso, agradecía poder respirar, guardo el inhalador con ella solo por si acaso y luego de un rato bajo las escaleras y fue a la cocina tomando una botella de vino, lo descorcho y sin usar siquiera un vaso, bebió directo de la botella hasta el fondo, el sabor pico un poco en su garganta al inicio, pero cuanto más tomaba, más dulce y rico se le hacía, miró la botella, estaba vacía.

—Upsss, creo que tome todo—Dijo a trompicones, estaba roja y todo le daba vueltas.

Saco otra botella y con mucha dificultad la descorcho, hablando sin sentidos.

—Es muy rica esta cosa liquida, ¿Cómo lo harán?—decía sin motivo desordenadamente resbalándose con las palabras.

Brahms miraba a la chica por los pequeños agujeros de la pared, si ya estaba confundido ahora no entendía nada, pero le daba cierta gracia ver en ese estado a la chica sonrió bajo su mascara, estaba muy ebria eso podría asegurarlo.

—¡BRAHMS!—Su corazón se paralizo al grito de la chica, que caminaba como si el piso no estuviera quieto bajo sus pies, escaleras arriba, él la siguió de cerca—Brahmsy...—Su murmuro le descoloco un poco, parpadeo un par de veces, viéndola entrar a la habitación en donde el muñeco estaba sentado en el mismo lugar en el que ella lo dejo, el plato vacío sobre la mesita, momentos antes había comido lo que la chica le trajo.

La chica miro al muñeco y frunció el ceño, tomando un poco de la botella que estaba por la mitad.

—A ti no te hablaba, muñeco—Dijo acusatoriamente sosteniéndose de la puerta para no caerse—yo quiero ver al verdadero Brahms—Dijo remarcando su nombre como si lo saboreara.

Brahms la miro confundido y sorprendido, ¿Ella sabía de él? ¿Acaso sus padres se lo habían dicho? 

Escucho el fuerte llanto de la chica de repente, que se tiraba al piso y tomaba todo el contenido sobrante de la botella en un solo trago.

Terminé en la película que me aburrió (Brahms y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora