No soy uno más || Hipo x Astrid || Hiccstrid || Pausada

"Fuera de dudas"

Me despierto y me doy cuenta que ni Astrid, tormenta o Chimuelo está a mi lado.

Rápidamente comienzo a caminar hacia la playa donde se encontraba el bewilderbeast descansando.

-Pensar que me haría amigo de este dragón.- dije mientras me posaba frente a él.
-¿Quién lo creería no?.- Dijo una voz femenina a mis espaldas, era Astrid.

Me giro repentinamente.

-¿Dónde se encontraban ustedes?.- Dije dudoso.
-Revisando la isla.- Dijo ella con confianza mientras que posaba con ambas manos en su cadera.- ¿Oh acaso el fuerte y serio chico solitario tenía miedo estando solo?.- Dijo con un tono burlón.

-Solo me encontraba preocupado.- Señaló a Chimuelo.- Y tu no deberías abandonar a tu jinete tan a la ligera.

El se acerca lentamente a mí mano y soba su cabeza con ella.

-Supongo que no puedo enojarme contigo amigo.- Frotó su cabeza lentamente con mí única mano.

Suelto un suspiro.

-Intenta no preocuparte mucho, ¿Si cariño?.- Volteó mí cabeza de repente para observarla fijamente.

-Lo intentaré, mí lady.- Giro mí cabeza en dirección al Bewilderbeast, quien no paraba de observarme fijamente.- Aunque creo que debería preocuparme bastante con el.- Lo señaló.

Ella suelta una risita.

Un fuerte ruido se hace presente en el ambiente.
El Bewilderbeast voltea su cabeza hacia el mar, y nosotros hacemos lo mismo.

Un gran conjunto de dragones se aproximaba a nosotros, y sobre ellos, nuestros Jinetes.

-Al parecer ya llegaron todos.- Dice Astrid.
-Si, aunque aún no veo a- Una montaña de agua emergiendo desde el mar me interrumpe.- Bewilderbeast..

Mí madre se detiene frente a nosotros con Brincanubes, y detrás de ellos, se levanta desde el mar, el imponente Bewilderbeast adulto, el protector del nido, el salvador de mí vida.

El bewilderbeast se pone de pie y observa al bewilderbeast adulto.
Se nota una gran tensión en el aire.

Antes de pensar en cualquier cosa, el bewilderbeast joven, se lanzó hacia el adulto, con sus cuernos apuntando hacia el, pero este lo bloquea fácilmente y lo empuja hacia atrás.

Me monto en Chimuelo lo más rápido que puedo y me mantengo en el aire, en medio de estás dos bestias.

Chimuelo disparo un ataque de plasma hacia el cielo, atrayendo la atención de ambos.

Se que aunque ambos son bastante dóciles, siguen siendo dragones incontrolables hasta cierto punto..

Para mí sorpresa, ambos de golpe se detuvieron.
Por su parte, el bewilderbeast joven, se recostó sobre la arena.
Y el bewilderbeast adulto le dirigió la mirada a mí madre.

Los dragones comenzaron a esparcirse por esta isla, tiene un tamaño descomunal, perfecto para que lo habiten los dragones.

Los jinetes comenzaron a descender poco a poco hacia nosotros.

-Eso si que fue impresionante, Hipo.- Dijo Viggo.
Únicamente coloque mí mano en mí nuca.

-Ya deberías haberte acostumbrado Viggo, así es Hipo, impresionante, apuesto, valiente, temerario.- Dijo Brutilda mientras mordía su labio inferior, lo que me dio escalofríos.