Sinopsis: Donde, mientras presumes tus nuevos conjuntos de lencería que compraste, Jun queda encantado con la lencería con flores bordadas, algo diferente, que encantó sus ojos.
Recuento de palabras: 2.108
ADVERTENCIAS: Smut, sexo con penetración, oral (f. recibir), digitación (f. recibir), elogios, squirt & etc.
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Jun siempre había sido el ejemplo perfecto de un novio comprensivo. Ya fuera para tus tareas de la universidad, para cocinar un plato nuevo o incluso para encontrar el vestido perfecto para una boda, Jun estaba allí, dispuesto a ayudarte. Hacía que todo pareciera sencillo y siempre se ocupaba de los detalles para que no tuvieras que preocuparte.
"Jun, realmente no sé cómo abordar esta tarea" suspiraste, con la frustración evidente en tu voz.
Se acercaba y miraba la pantalla de tu computadora portátil. “Déjame echar un vistazo. Tal vez podamos pensar algunas ideas juntos”, sugería con una sonrisa amable y, antes de que te dieras cuenta, la abrumadora tarea parecía manejable.
En la cocina, alguna vez tuviste problemas con una receta que nunca habías probado antes. Jun encontró el tutorial perfecto en Internet y estuvo a tu lado, guiándote paso a paso hasta que el plato estuvo listo, sin que su paciencia flaqueara.
Y cuando llegó el momento de comprar el vestido perfecto para la boda de una amiga, la paciencia de Jun se hizo patente. Pasaba horas en el centro comercial, probándose lo que parecían cien atuendos diferentes. Sin embargo, Jun nunca se quejaba. Se sentaba fuera de los probadores y ofrecía opiniones sinceras.
“Ese es bonito, pero creo que el vestido azul resalta más tus ojos”, decía, facilitando mucho el proceso de toma de decisiones.
Sus opiniones siempre parecían acertadas, por lo que uno llegaba a confiar en su criterio en muchas cosas, especialmente en lo que se refería al vestuario. Ir de compras con él se convirtió en una experiencia agradable en lugar de una tarea.
Hoy fue otro día de compras y estabas buscando un nuevo atuendo para un próximo evento. Como siempre, Jun estaba a tu lado, llevando tus bolsas y ofreciéndote sus opiniones sobre la ropa que te probaste.
“¿Qué te parece este?”, preguntaste mientras salías del probador con un elegante vestido negro.
Jun levantó la vista de su teléfono y sus ojos se iluminaron. “Te ves increíble. ¿Pero quizás podrías probar con esos tacones que vimos antes?”
Asentiste sonriendo. “Siempre sabes lo que queda mejor”.
Después de probar algunos conjuntos más y de recibir el valioso asesoramiento de Jun, finalmente te decidiste por un vestido. Al salir de la tienda, uniste tu brazo con el suyo, sintiéndote agradecida por su constante apoyo.
"Gracias por ser siempre tan paciente conmigo" dijiste, apoyando la cabeza en su hombro.
Jun se rió entre dientes y te apretó la mano. “Es fácil cuando estoy contigo. Solo quiero asegurarme de que seas feliz”.
