Advertencias: dom!cheol, sub!reader, perversión por tamaño, oral (f. recibir), digitación (f. recibir), sexo oral sin protección (cuídense), juego con los pezones, creampie, dacrifilia, sexting, breves inmovilizaciones en las muñecas (f. recibir), apodos de género (buena chica, nena)
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1:32 am
No quisiste enfadar a tu novio cuando le enviaste esa foto.
Era tarde en la noche. Ya deberías haberte quedado dormida, pero la cama se sentía vacía sin él. Seungcheol solo había estado fuera por unos días, de viaje con los chicos, pero lo extrañabas. Normalmente, pasas tus noches tratando de escapar de su inmenso calor corporal, una tarea imposible, ya que él insiste en aferrarse a ti, envolverte con sus fuertes brazos, abrazarte fuerte contra él mientras se queda dormido. Pero te está costando dormir sin su toque.
Es solo una noche más, te recuerdas. Volverá mañana. Pero eso no ayuda.
Así que, en su ausencia, haces lo mejor que puedes hacer: ponerte una de sus camisetas.
La camiseta es fina, una simple camiseta blanca lisa, suave como la mantequilla y, lo más importante, se siente como él. Te dejas caer de nuevo en la cama, acurrucándote bajo las sábanas, lista para dormir. Sin embargo, su aroma contra tu piel es excitante y descubres que lo anhelas aún más. Tu mano se desliza lentamente hacia abajo, descansando entre tus muslos internos. La frescura de tu piel contrasta con el calor que irradia entre tus piernas. Intentas resistirte, pero las yemas de tus dedos se desplazan hacia tu centro. Llegan a la delicada tela de tu ropa interior, apenas rozando tu raja vestida. Inhalas con fuerza: sabías que estabas mojada, pero la mancha pegajosa que se ha formado revela cuánto lo necesitas ahora mismo. Tu dedo medio presiona ligeramente contra tu clítoris, tu otra mano se mueve hacia tus pechos, pellizcando ligeramente tus pezones endurecidos a través de tu camiseta prestada. Dejas escapar un gemido silencioso. Tan excitada como estás, te encantaría correrte, pero no quieres hacerlo tú misma. Quieres que Seungcheol esté aquí, tocándote, adorando tu cuerpo con sus dedos, su boca, su lengua. Sientes que tu coño palpita con solo pensar en él.
Suspiras. Te das la vuelta y tomas tu teléfono. No querías molestarlo demasiado mientras estaba con sus amigos, pero tu necesidad está ganando ahora mismo.
Abres tus mensajes. Haces clic en el hilo superior, etiquetado como "Cheollie ❤️", y abres la cámara selfie. Está oscuro, pero la luz de la luna que se filtra a través de las cortinas te ilumina lo suficiente. Colocas el teléfono sobre ti, colocando tu cuerpo a la vista. Tus pezones sobresalen a través de la tela fina y transparente, mostrando tus tetas muy bien. Levantas la camiseta ligeramente, revelando tu barriga, pero también mostrando la mancha húmeda visible que se extiende sobre tus bragas. Perfecto.
La pantalla parpadea cuando pulsas el botón del obturador. Escribes un mensaje rápido.
