Advertencias: 18+ MDNI, oral [f. recepción], posesividad, descripciones de la anatomía femenina, dom!hao, celos
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"¿Llevas eso puesto?" Tu compañero de cuarto, Minghao, siseó incrédulo, sin siquiera levantar la vista de su libro.
"¿Qué quieres decir?", le dijiste con puchero, "Ni siquiera miraste" e intentaste rápidamente arrebatarle el libro, sus manos lo agarraron al instante, haciendo que se te resbalara de las tuyas. Él sonrió ante el intento y cerró el libro, dos de sus delgados dedos deslizándose entre las páginas, sosteniendo su lugar para que regresara después de que tu pequeño berrinche terminara.
"Lo que quiero decir, T/N" observó tu figura por encima de sus gafas de lectura "es: ¿te apreciará con eso?" La combinación de la pregunta y la forma en que sus ojos se detuvieron solo un poco, casi no lo suficiente para notar, en cómo tu vestido abraza tus curvas, te hizo sonrojar.
"Yo..." dudaste, "¿qué?" Es lo mejor que pudiste decir, en los años que Minghao y tú cohabitaste, principalmente por motivos de ahorro y conveniencia, él nunca te había dicho algo así. Un calor subió por el cuello de Minghao, y trató de frotarlo con su mano libre, sabía que había dicho demasiado esta vez. Abrió la boca para intentar encontrar alguna excusa poco convincente, pero un golpe en la puerta le quitó las palabras.
"No importa" sonrió levemente, "Diviértete t/n, llámame si necesitas algo" y con eso abrió su libro y continuó leyendo.
***
La cita iba fatal. El chico era bastante agradable, pero tú estabas pensando en otra cosa. En ese momento estaba hablando sin parar de su título en finanzas, algo que en tu estado actual no te importaba en absoluto.
¿Por qué dijo eso Minghao y por qué lo dijo así? Reprodujiste la forma en que sus ojos recorrieron tu cuerpo, casi demasiado sutiles para darte cuenta de lo que estaba sucediendo. ¿Hace eso a menudo y nunca te has dado cuenta?
"¿Estás bien?", te sacó de tus pensamientos el hombre que estaba al otro lado de la mesa, que en realidad tenía una cita contigo. Acababas de empezar a mover las verduras de tu plato con el tenedor.
"Uh..." lo miraste, quien te miraba expectante, "Sí, estoy bien, solo que no me siento muy bien", lo cual técnicamente no era una mentira.
“¡Oh!” asintió, “déjame traer la cuenta, te llevaré a casa, no quisiera que te sintieras peor por quedarte aquí conmigo”.
Era un buen tipo, lástima que esto no iba a funcionar.
***
"Xu Minghao", abriste la puerta de su dormitorio. Se sentó en la cama, con el pelo cayéndole sobre los ojos, se quitó los auriculares. Te miró, todavía con el vestido puesto, echando humo en la puerta de su dormitorio.
