Sinopsis: Se supone que debes estar enojado con Mingyu, pero ¿cómo puedes hacerlo cuando se ve tan delicioso haciendo ejercicio... usando solo sus boxers?
Género: obsceno, one shot, relación establecida
Recuento de palabras: 2318
Advertencias: apodos cariñosos (bebé, cachorro), sexo sin protección (¡no hagas esto!), sexo con penetración, sobreestimulación, ¡sub!Gyu, cabalgar sobre los muslos, creampie, lector celoso, morder, Mingyu en boxers de Calvin Klein (sí, eso necesita una advertencia), lector celoso, lector dominante un poco malo, ¡gran polla!Gyu, ¡avísame si me perdí algo!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Cariño, te dije que lo sentía."
Se podía oír la desesperación en su voz mientras se disculpaba por enésima vez hoy. Está de pie frente a ti, colocando tus manos sobre su pecho, sacando esos ojos de cachorrito. Caerías en la trampa en cualquier otra situación, pero hoy, cuando estás tan enfadado, nada funciona.
"Cariño, te dije que lo que hice fue solo por fanatismo. No significan nada. Eres la única persona por la que siento algo", lo escuchas casi quejarse mientras te hace pucheros.
Sí, eso es lo que te molesta: que le dé fan service. Puede que parezcas mezquino, pero tienes razones válidas para estar molesto. No te importa que le dé fan service; es parte del trabajo. Pero últimamente, parece que le está dando demasiado fan service.
Varios momentos de su fan service se han vuelto virales, llenando tu muro con comentarios constantes de fans que afirman que es el hombre perfecto. Y lo es, pero no en este momento. Ni siquiera cuando te mira con sus preciosos ojos grandes parpadeando, como un cachorro. Si lo mirabas con suficiente atención, podrías jurar que sus orejas se habían caído un poco, sus labios se habían fruncido en un puchero que parecía disolver tu ira.
Mantente fuerte; tienes que demostrar tu punto.
Resoplando, apartas las manos de las suyas, temerosa de ceder si lo miras un segundo más. Él deja escapar un suspiro de derrota y se aleja, dejándote meditando sola.
Pasan varios minutos, mientras te regodeas en tu autocompasión hasta que te interrumpe el sonido de unos gruñidos. Al aguzar el oído, captas los gruñidos y resoplidos más fuertes que vienen de la otra habitación. Desvías la mirada hacia el reloj cercano, miras la hora y te abres de par en par al darte cuenta.
Son las 6 de la tarde.
Las 6 de la tarde es el momento habitual de hacer ejercicio de Mingyu, conocido como la hora Thot. ¿Por qué?, te preguntarás. Bueno, es el momento del día en el que te sientas, te relajas y miras con descaro a tu musculoso novio haciendo ejercicio. Si tienes suerte, puede que termine su entrenamiento con ejercicios cardiovasculares, que te involucran entre sus piernas.
Dejando de lado el debate silencioso en tu cabeza, tomas la decisión correcta de ir a verlo entrenar; el hecho de que estés enojada con él no significa que no puedas apreciar sus atractivos visuales. No dejarás que las fanáticas te arrebaten esto.
