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Jake al final del día se había quedado en un hotel, era bonito y cómodo. Claro, antes de eso pasó por una farmacia para comprar unos supresores, no podía ponerse en peligro al andar solo en la calle.

Llamó a su primo después de ya estar cómodo en la cama del hotel, estaba comiendo unas cositas que compró antes de ir al hotel.

Su primo se quedó sorprendido y le había dicho que se fuera a vivir con él, pero Jake no quería sentirse una carga, ya que después de todo siempre lo fue para sus padres y su abuela.

Al otro día por la mañana, Jake salió a buscar un lugar donde vivir y lo encontró. Era un apartamento no muy grande pero acogedor. Jake sabía que consideres amor ese lugar iba a ser cálido y tranquilo para él. No tenía a nadie más, aparte de su primo.

Jake estaba feliz porque la señora del alquiler le regaló una cama para el y unas sábanas. De por sí, el lugar ya tenía una pequeña cocina.

El chico tenía la vida resuelta, pero claramente sabía que sus ahorros no pasaría de los dos meses; así que empezó a buscar trabajo.

Primero en un lugar de pizza pero era muy joven y no tenía licencia de conducir. El según lugar fue en una empresa como secretario, pero de nuevo: "Eres muy joven". Eso decían todos. Hasta que llegó a una guardería, las chicas del lugar lo dirigieron a la oficina del dueño, era un señor que se veía muy bien y femenino, de cabello rubio, no tan alto y de pecas en su perfilado y pequeño rostro.

—Buenas tardes, jovencito.—Dijo la suave y dulce voz del señor, (aunque no era tan señor)— Me acaba de avisar Minji que quería hablar conmigo.

Jake asintió un poco nervioso y apenado pero se sentó frente del hombre cuando le indicó.

—Buenas tardes... así es, yo quería preguntar si puedo trabajar aquí... Es que como en la entrada dice que necesita una empleada, yo se que no soy chica pero le aseguro que soy bueno con los niños.— Dijo el castaño mientras jugaba con sus manos sobre su regazo, mirando al ruido por debajo de sus largas pestañas.

El rubio se echó a reír, encontrando adorable al joven.

—Eso parece. ¿Cómo te llamas, pequeño?— preguntó con suavidad, cruzando sus brazos sobre el escritorio.

—Me llamo Sim Jake... Tengo 18 años, en unos meses cumplo 19.—Dijo con un poco más de confianza.

—Mucho gusto, Jake. Mi nombre es Lee Felix, un placer conocerte.—el tono del mayor era divertido.— Está bien, entonces quiero que empiece mañana. Tu sueldo será pagado todos los sábados y el domingo tienes el día libre, te pagaré 930,500w a la semana.

Jake ahora entendía porque las trabajadoras eran tan pacientes.

930,500 es alrededor de 750 dólares.

Jake asintió feliz de poder trabajar por fin. Ambos de despidieron y Jake salió del lugar con una gran sonrisa boba, tanto así que no se fijó en el momento que un hombre alto y fuerte apareció frente a él, chocaron y Jake se tambaleó un poco pero se recompuso.

—Oh, lo lamento no me fijé-

—No es nada.—Dijo el hombre, su voz hizo que el cuerpo de Jake sacudiera por completo. Jake instintivamente miró arriba para ver la cara del hombre. Este lo miraba con intensidad, como si estuviera tratando de perforar su cuerpo.

No podía negarlo, ese hombre era hermoso, parecía británico o un dios griego. Cualquiera de los dos le quedaba bien. Su ojos oscuros y afilados, su cara perfilada, piel pálida, nariz bien estructurada, cejas oscuras y su cabello negro que caía suavemente por sus ojos.

Jake casi queda boquiabierto de no ser porque el hombre lo estaba mirando. Se cohibió a su lado y por naturaleza bajó un poco la cabeza, mirándolo por debajo de sus bonitas y largas pestañas. Se dio cuenta que su propia naturaleza le estaba jugando sucio al tratar de persuadir al hombre. Sacudió la cabeza avergonzado y se hizo a un lado al notar que estaba en medio de la puerta pero el hombre tampoco se movió. En su lugar habló.

—¿Trabajas aquí?—Cuestionó su grave y ronca voz, sin apartar la mirada de Jake.

—Si pero no... O sea, apenas voy a empezar a trabajar.— logró decir entre balbuceos nerviosos por la fija mirada del pelinegro.— Soy nuevo.

—Ya veo... Por eso nunca te había visto antes.— Dijo, ahora con una media sonrisa, Jake sintió como su cara se volvió totalmente roja por una simple sonrisa. Que raro, eso nunca le había sucedido ni con Jack.

—S-Si... Ehmm, me tengo que ir. Un placer conocerte...?—no terminó la frase ya que no sabía su nombre.

—Heeseung, Lee Heeseung.

—Si. Heeseung, un gusto conocerte. Yo soy Jake, nos vemos en otra oportunidad, Lee.—la voz de Jake temblaba un poco de los nervios, hizo una reverencia y se fue.

El hombre se quedó mirando como la pequeña espalda del chico mientras se iba, una sonrisa se le escapó suavemente.

—Un gusto, Jake.—murmuró para el aire con esa sonrisa juguetona, pensando que era muy lindo ese chico. Sus ojitos, sus labios carnosos y de un color rojo, sus mejillas sonrojada y abultadas, era muy lindo y bonito.—Lindo...








































AYYYYYYY HEESEUNG COQUETOOOOOOO ME ENCANTA.

(hagamos como si no me desaparecí por una eternidad)

Ya tengo más ideas 🤙 así que solo tengo que esperar que las ganas de escribir se me salgan de la cola por que que flojera.

Me avisan su algún error y apoyen la historia para animarme a subir más caps, los amo

Bay bay

I Will Be Your Mother, I'll Hold Your HandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora