I Will Be Your Mother, I'll Hold Your Hand

9

—Heeseunggie no es necesario... esto solo es... es un papel y ya—. Trató de excusarse pero no sabía que decir exactamente.

—Yun, vi lo que decía, es el ADN—le reprochó sin mucha fuerza al ver el pequeño puchero en sus labios.—Te dije que no importaba. Dámelo, lo quiero leer.

Jake lo miró por debajo de sus pestañas mientras que Soobin lo abrazaba e intentaba apartar a su padre.

—¡No! Vete. No.—Dijo Soobin con el entrecejo fruncido y sacudiendo sus manos en forma de negación.

Jake sonrió orgulloso.—Ya lo oíste.

Heeseung también rió y tomó al bebé en sus brazos, haciéndolo rabiar más.

—Papá no.— Dijo mientras sacudía su dedito de un lado a otro y negando con la cabeza.

—Oh, vamos. ¿Estás en contra de tu padre?

Soobin pateleó para ser bajado y Heeseung lo hizo, el pequeño corrió a Jake, extendiendo sus pequeños brazos a él.

Jake lo levantó y Soobin escondió su rostro en el cuello de este.

—Ya ves? Me defendió.—Jake sonrió orgulloso pero al final le entregó la hoja a Heeseung.—Perdóname, pero me estaba matando la curiosidad. No podía seguir con mi vida de manera normal si no lo hacía.

—No te preocupes, de todas maneras ya me lo imaginé.

Ambos rieron y Heeseung empezó a leer con determinación, sus ojos se iluminaron con emoción y una sonrisa grande.

—Entonces se va a parecer a mi...—murmuró Heeseung, caminando más cerca hacia su chico y le besó con cariño.—Estoy feliz.

—Yo también...Ah, tengo otra sorpresa.

Jake tomó la otra carta.

—Niña o niño.

—Mmh, niña.

—Yo quiero un niño, pero una niña está bien.—Dijo Heeseung, antes de abrir la carta entre sus manos.

Unos segundos después sonrió ampliamente.

—¿Qué es? ¿Qué es?—preguntó Jake intrigado y emocionado.

—Una princesa.

Los ojos de Jake brillaron como estrellas.—¡Una niña!—Dijo más que feliz.

Jake no podía de la emoción mientras se sentaba para tomar aire y no alterarse demás. Acarició su vientre, pensando en lo hermosa que sería su hija.

—Ya la quiero en mis brazos...

—Soobin tendrá una hermana menor.—decía Heeseung mientras caminaba al rededor de la mesa para ir a la habitación a cambiarse.

Jake asintió y también se levantó pero fue a la habitación de su pequeñín para dejarlo en su cuna, ya que se había dormido.

Salió y fue con su susodicho amor.

Se sentó sobre la cama observando como Heeseung terminaba de poner una camisa holgada para la casa. De verdad que con ropa cómoda y juvenil, sin trajes caros y de empresario Heeseung aparentaba su edad, se veía joven y muy atractivo.

—¿Ya te he dicho que te amo?—preguntó Jake con una sonrisita, recostado en la cabecera de la cama.

—¿En serio? Porque yo amo a un tal Jaeyun Shim.

Jake rodó los ojos pero sin dejar su sonrisa.

—¿Porque no descansamos un rato? Estoy cansado—. Propuso el rubio, metiéndose debajo de las sábanas.

—¿Cansado de estar en el sofá todo el día con Soobin?

—Para tu información, no es fácil llevar a un pequeño terremoto en la panza todo el día, cariño.—Le dijo, ofendido y con los ojos entrecerrados.

Heeseung levantó las manos en señal de rendición, cerrando las cortinas, quedando a oscuras antes de subirse con Yun a la cama.

—Vale, tú ganas... descansemos.