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Pasaron alrededor de dos semanas, y Jake constantemente se encontraba con Heeseung, estos siempre se quedaban hablando casualmente. Jake se enteró que Heeseung tenía un pequeño niño llamado Soobin, el pequeño tenía un añito y como su padre trabajaba mucho, tenía que llevarlo a la guardería.

Heeseung estaba con solo con su hijo porque la madre decidió irse con otro hombre fuera del país, simplemente de la noche a la mañana se fue, solo estuvo cuatro meses hasta desaparecer de sus vidas para siempre. Heeseung trató de buscarla, preguntar por ella a sus padres pero esos también se fueron de Corea. Lamentable. Pero Heeseung nunca se dejó caer por eso, habían miles de personas en el mundo como para detenerse por una perra como ella.

Hoy Jake se encontraba cuidando en el salón de clases de los niños, les estaba enseñando una canciones infantiles para distraerlos, tenía a Soobin en sus brazos mientras reproducía las canciones.

Después de que Heeseung viera la interacción de Jake con los niños, este pidió que Jake fuese el que cuidara de su hijo.

Después de darles las meriendas a los pequeños de entre 3 a 6 años, eran 8 niños en cada salón. Soobin era muy pequeño para las guarderías pero por su situación pues le tocaba ir de guardería en guardería, hasta Jake. El pequeño yacía recostado en su pequeño, adormilado.

Jake algunas veces Jake se sentía mal, tenía mareos, náuseas y arcadas. No sabía porque, a lo mejor algo le cayó mal.

—Pequeños, vamos a tomar la siesta.—informó con su voz suave y dulce para los pequeños.

Jake acomodó las colchonetas para acomodar a los niños uno por uno. Después de acostarlos a todos se sentó en su silla mecedora, para arrollar al pequeño Soobin quien se quedaba dormido en sus brazos.

—Eres tan bonito... ¿Por qué tú madre te ha dejado si mírate? Eres un angelito.— le susurró, besándole su pequeña cabecita mientras el pequeño daba tiernos ronquidos.

Jaeyun estaba más que encantado con el niño en su pequeño. Tanto que sonreía tontamente mientras lo miraba dormir y a veces frotando sus gorditas mejillas con su pecho, buscando su calor y Jake se lo daba.

—Parece que le gustas...—

Una voz muy conocida le susurró al oído, era Heeseung. Jake se sobresaltó un poco pero se contuvo el chillido que tenía en la garganta para no despertar a Soobin y el resto de los niños.

—Hey, no hagas eso... Casi me matas de un susto.—trató de decir con tranquilidad y en voz baja.—Viniste temprano...

—Si un poco, pero ya casi es hora de despachar a los niños.

Jake dio un pequeño salto al ver la hora y empezó acomodar todo, después de terminar con su trabajo de entregar a todos los niños Jake se sentó con un suspiro cansado.

—¿Crees que hoy podríamos ir a cenar?—preguntó Heeseung de la nada, sosteniendo a su hijo que ya estaba despierto.

Yun lo miró sorprendido y sonrojado pero asintió.

—S-Si... pero tengo que terminar unas cosas. ¿Me esperas?

Heeseung asintió, sentándose en una silla al lado se el escritorio.








Estaban en la casa de Heeseung, este estaba haciendo la cena mientras Jake y Soobin jugaban en la sala de estar.

Pasaron una cena muy tranquila y divertida ya que él bebé estaba encantado con el chico de cabellos castaños. Cuando el bebé se durmió Jake lo dejó en su cuna y regresó para hablar con Heeseung, la sala estaba oscura y silenciosa, la única luz venía del ventanal gigante frente a los sofás.

Se quedaron hablando un poco, con risas suaves y comentarios graciosos pero hubo un poco de silencio hasta que Heeseung habló.

—Jaeyun, tú... desde cuando eres tan bueno con los niños?

—Bueno, es porque yo nunca recibí amor materno ni paterno... Por eso me prometí a nunca hacer lo mismo cuando tenga hijos, y aunque Soobin es un niño muy especial para mi. Te agradezco dejarme cuidar de él.—le fijó suavemente, sin notar en qué momento estaba recostado en el hombro de Heeseung.

—Nunca había conocido a alguien tan lindo como tú...—murmuró Heeseung apartándose para mirarlo a los ojos, Jake se sonrojó, pero no se apartó.

—Gracias...—murmuró devuelta.—Usted también es muy lindo...

Yun estaba hipnotizado por los labios del mayor. Hubo más silencio hasta que Jake maldijo y lo besó pero lo pronto que notó lo que hizo se apartó avergonzado.

—¡Oh, Dios! ¡Lo lamento tanto, y-yo... yo no lo quise hacer, es q-que tú... yo! ¡Arg!—no pudo decir nada bien y se cubrió el rostro con sus manos, muriéndose de la vergüenza hasta que escuchó la risa de Heeseung.

Se descubrió lentamente la cara para mirarlo pero lo sorprendió al ser besado por el mayor con fuerza, haciéndolo caer al sillón.

Se besaron casi toda la noche, y sucedieron cositas.

Lentamente se iba la ropa, cayendo al suelo.

Sus cuerpos fundiéndose en pasión, amor, palabras que nunca se dijeron en el poco tiempo que se llevaban conociendo.

Los cuerpos de ambos chico llenándose el uno del otro, suaves jadeos y gemidos llenando el espacio.

Caricias y besos, la intimidad a flor de piel, ambos cuerpos y mentes conectadas en sincronía.

Solo ellos dos...











Quefuertewey 👀

Baybay

I Will Be Your Mother, I'll Hold Your HandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora