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—Te encontré...









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—Heeseunggie hyung... Yo de verdad... ah, no sé.—Murmuró entre sollozos, abrazando al mayor, ambos sentados en la pequeña sala de Jake.— Y-Yo... yo sentí m-mucho miedo de que piense que soy un... Un cualquiera.

Heeseung realmente no sabía que decir, así que solo se dedicó a consolar y abrazar a su rubiecito lindo que lloraba en sus brazos.

—Lamento tanto haberlo dejado... y Binnie también. Pero tenía miedo de como reaccionaría usted a mi embarazo.—habló bajito, sorbiendo su pequeña naricita sonrojada al igual que sus mejillas.

A Lee le partía el alma ver el estado de su precioso chico, se veía tan cansado, con ojeras gigantes, fatigado y triste, ya no veía su hermosa sonrisa tierna o el brillo de sus ojitos.

—Ya... tranquilo, bonito.—trató de animarlo.

Aunque Heeseung estaba tranquilo para Jake, por dentro tenía unas ganas incontrolable de ahorcar a maldito chico de el que le habló Yun. Todo lo que su bebé tuvo que sufrir por su maldita culpa, sentía como la sangre bajo su piel hervía de la rabia. Se había prometido a sí mismo que buscaría a esa escoria y le partiría la cara, pero, por ahora solo se iba a concentrar en sacar a su cachorro de aquel lugar oscuro y frío.

Realmente no le importaba si el bebé no fuera suyo, él igual lo querría como suyo, al igual que Jakey y tenía que hacérselo saber.

Tomó al menor de las mejillas, apartándose un poco del abrazo solo para mirarlo a los ojos con determinación.

—Jake, para de llorar, bebé. Quiero que sepas que sea o no mi hijo el que llevas en tu vientre, lo amaré y cuidaré como mío, igual que tú.—le susurró sobre sus labios con suavidad.—Te amo, Jake... y más, si ese bebé es mío, te juro que lo haré el más feliz, a ti, a Soo y a nuestros pequeños... No te preocupes, cariño. No me importa tu pasado o con quien hayas estado, mientras no nos afecte en nada no hay ningún inconveniente... Me lo hubieras dicho desde un inicio, te aseguro que eso, —nada ni nadie— va a arruinar mi amor por ti. ¿Recuerdas el primer día que nos conocimos?

El rubio se estaba derritiendo de amor por el pelinegro, sentía como su nariz empezaba a picar al igual que sus ojitos pero se aguantó y asintió levemente, sin dejar de mirar a su hyung a los ojos.

—Bueno, pues, desde ese día me enamoré de ti... tus ojos, tu pelo, tu voz, tu manera de mirarme, tu sonrisa, hasta como ríes, tus labios, tu cara y tu cuerpo... Todo absolutamente todo de ti... De ti me enamoré.—Le dijo entre su cálida sonrisa.—¿Por qué crees que te anduve buscando por toda la ciudad durante 6 meses? Porque te amo, Jaeyun...

Jake realmente no era él más fuerte así que rompió en llanto antes de juntar sus labios con los de su mayor, atrayendolo para un suave beso, que por más de ser tan suave y dulce estaba lleno de sentimientos, emociones y agradecimientos que no se llegaron a decir en palabras.

Cuando sintieron que les faltaba el aire se apartaron un poco.

Jake aún lo miraba con sus pestañas húmedas, mirando a Heeseung con ojitos grandes y amorosos.

Él también lo amaba y lo amó desde el primer instante en el que se conocieron.

No solo se enamoró de él por su espectacular apariencia, sino de lo lindo, romántico, gentil, honesto, cariñoso y generoso que era. Heeseung era perfecto.

Jake unió su frente con la de Heeseung, cerrando con suavidad sus ojos, tratando de calmar todos esos sentimientos que sintió en ese momento antes de hablar.

—Yo también te amo... te amo, te amo, te amo, te amo y te amo tanto, Lee Heeseung... Eres el hombre que siempre espere, me siento en un sueño... eres mi sueño más hermoso que he tenido, Heeseung.

Murmuró con dificultad, pegándose más al cuerpo del mayor.

—Pero tengo miedo... mucho, mucho miedo. Ya tienes un bebé, —al que adoro con mi alma— y otro sería demasiado para ti.

—Van a ser hermanos, Jakey... deja esos pensamientos, seamos felices.—Dijo en un suspiro enamorado mientras acariciaba la mejilla de Jake el dorso de su mano.—Si te hace sentir más cómodo podemos hacer una prueba de paternidad en estos días. Pero que conste que me da igual si sale o no positiva.

Jake lo miró inseguro pero al lado de Heeseung todo sería mejor.

Se recostó en el pecho de Heeseung un rato, estaba tan feliz de tener a su Hyung devuelta. Pero fueron interrumpidos por un pequeño quejido.

Jake se levantó suavemente hacia la habitación donde estaba Soobin moviéndose sobre la cama incómodo, abriendo suavemente sus ojitos. Jake sonrió y cargó al bebé en brazos y los ojitos del pequeño se iluminaron al ver al rubio.

El rubiecito mimó al pequeño con besitos y cosquillas mientras volvía al lado de Heeseung, recostandose en su pecho otra vez.

Lee sonrió con ternura al ver a su hijito recostado en el pecho de su lindo cachorro.

—Vamos a casa...—murmuró Jake, concentrado en el pequeño que se acurrucaba con comodidad en su pecho.

—Vamos...—imitó Lee, ayudando a sus amores a levantarse para caminar a la salida del lugar.

—Mañana será un mejor comienzo junto a ti.—Dijo Jake, tomando la mano de Heeseung para caminar con una sonrisa amorosa dirigida a su amor.

Un nuevo comienzo.

I Will Be Your Mother, I'll Hold Your HandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora