Tratas tu boca como si fuera la puerta del cielo
Tu cuerpo es tu templo.
Sabes que eres brillante como la mañana, suave como la lluvia
Hermoso como una vid, dulce como una uva
Quisiera ser así también.
Si puedes fermentar, tal vez espere
Pero hasta...
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La música aturdía al Omega, y las luces lo mareaban, Jisung no estaba acostumbrado al ambiente pero se convenció de ir para complacer a sus amigos, ellos estaban preocupados por él y querían que se divirtiera como un universitario normal, el problema era que él no toleraba bien el alcohol y se sentía incomodo rodeado de tanta gente, el ruido no ayudaba mucho si lo aturdía al punto de no poder pensar.
—¡Jisung! — Escuchó a Félix llamarlo desde lo alto de las escaleras — ¡Jeongin!
—Félix nos llama Sung — Jeongin colocó una mano en su espalda y lo empujó con delicadeza hacia las escaleras —No te separes de nosotros, sería difícil encontrarte entre la multitud.
Jisung asintió aún aturdido, considerando la opción de pedirle a sus amigos volver a su departamento y tener una tranquila pijamada con ramen y algún drama de romance lento y tierno, como a él le gustaba, sin embargo ya se encontraba subiendo las escaleras para acceder a la terraza, Félix se había esforzado por hacerles un espacio en ese exclusivo lugar, ya era tarde para arrepentirse.
—Sung, Innie, él es Changbin, hay que agradecerle porque gracias a él podremos entrar — El rubio sonrió ampliamente mientras colocaba una mano en el hombro del Alfa frente a ellos.
—¡Bin, no sabia que trabajabas aquí! — Jeongin abrazó al Alfa para saludarlo.
La resplandeciente sonrisa del Omega tambaleó un poco, sin embargo no dejó de sonreír.
—¡¿se conocen?! — Preguntó curioso.
—¡Tenemos un par de clases en común, ambos estudiamos psicología! — El Alfa exclamó para ser escuchado entre el ruido.
—¡Binnie está a punto de terminar, es mi superior en la carrera!
Félix lo pensó durante unos segundos antes de reconocer al Alfa —¡Eres de la misma generación que Minho, te he visto con él! — Exclamó con sorpresa — ¡Cómo has cambiado, no pude reconocerte!
—¡El gimnasio hizo efecto! — El Alfa sonrió con suficiencia al poder oler el aroma a rosas del Omega alrededor de él, claramente lo estaba marcando con su aroma, si era consiente de que hacia eso o no, a Changbin no le importaba, él aceptaría el aroma del Omega en él con gusto, incluso se atrevió a dejar un poco de su propio aroma en el Omega.
Jisung permaneció en silencio observando a sus amigos rodear al Alfa maravillados, no sabía que veía en los ojos del beta ¿admiración o algo más? pero estaba seguro de lo que veía en los ojos del Omega, deseo, su amigo claramente había caído flechado por el musculoso Alfa.
