Hace más de tres mil años, Striker, entonces conocido como Saúl, presenció el brutal asesinato de su familia a manos de los siete Príncipes del Infierno, demonios que personificaban los siete pecados capitales. Con un golpe de suerte, Saúl adquirió...
Brady y Pentecost estaban empezando a relajarse después de su batalla con Rafya, pero todo cambió en un segundo. El cielo tembló cuando un rayo rojo cayó justo sobre ellos. La onda de choque fue brutal; ambos salieron volando por los aires como muñecos de trapо, impactando violentamente contra los muros de las casas, tiendas y locales del pequeño pueblo pesquero. El sonido de las estructuras rompiéndose y el agua derramándose por el suelo llenó el aire.
Brady (sujetándose el costado y levantándose lentamente): "¿Qué demonios fue eso...?"
Pentecost (con dificultad, levantándose apoyado en su espada): "No es bueno, Brady. No es bueno."
Mientras el humo y la niebla provocados por el impacto comenzaban a disiparse, una tubería cercana explotó, y el agua se desbordó violentamente desde el suelo, inundando parte del área. Pero lo que captó toda la ate caballeros fue lo que emergió entre esa agua. A través de la cortina líquida, una figura humana caminaba, cruzando el agua como si no existiera.
La figura era imponente. Llevaba un traje elegante, como si fuera un aristócrata, con el cabello blanco ondeando al viento. La luna de sangre había aparecido.
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En otro rincón del pueblo, Striker y el Maestro Borracho continuaban con su pequeña disputa.
Striker (molesto, señalando hacia el lugar donde cayó el rayo): "¡Deja de fastidiar, pinche borrachito! ¡Los estúpidos esos se van a morir si no voy allí! Tengo que llegar hasta ellos."
Maestro Borracho (cruzando los brazos, imperturbable): "No vas a ir a ningún lado, striker. No sin haber arreglado esto."
Striker, claramente irritado, se puso en posición de combate. El Maestro Borracho, en cambio, ni se molestó en prepararse. Solo se quedó ahí, plantado en su lugar, con la misma expresión de fastidio.
Striker (con una mueca sarcástica): "Si no te vas a mover."
Striker se lanzó hacia adelante con gran velocidad. En un abrir y cerrar de ojos, logró conectar un fuerte golpe en el estómago del Borracho, quien apenas reaccionó. Aprovechando el momento, Striker continuó con un cabezazo que impactó directamente en la mandíbula del cazador veterano. Sin embargo, antes de que pudiera retirarse, el Maestro Borracho lo atrapó por la camisa con una mano, levantándolo sin esfuerzo.
Maestro Borracho (con tono burlón): "¿Eso es todo lo que tienes?"
Sin previo aviso, el Borracho lanzó a Striker con gran fuerza hacia el lago cercano, haciendo que el cuerpo de Striker se sumergiera con un gran chapoteo.
Maestro Borracho (gritando hacia el agua): "¡Sal de ahí,! ¡No tenemos toda la noche!"
De repente, Striker emergió del agua, empapado pero no menos decidido. Corrió hacia el Borracho con los ojos llenos de furia, dispuesto a conectarle otro golpe. Pero justo cuando estaba a punto de alcanzarlo, Striker desapareció. El Borracho miró a su alrededor, confuso.
