Striker se encontraba parado en las puertas doradas del palacio de Mammón, el rey de la avaricia, en la ciudad conocida como "Yutono", pero apodada "Greed City". El contraste entre la opulencia de los edificios dorados y la pobreza de la gente era abrumador. La ciudad estaba sumida en la avaricia y la codicia, y Striker sabía que Mammón era el epicentro de todo eso.
El campesino que lo había ayudado le advirtió sobre las posibles consecuencias de enfrentarse a Mammón. Le había dicho que, si lo mataba, el pueblo podría quedar aún más empobrecido, ya que dependían de las riquezas que el rey de la avaricia acumulaba. Sin embargo, Striker no podía permitir que Mammón continuara explotando a la gente de esta manera.
Antes de entrar al palacio, Striker contempló la ciudad desde la colina. Los edificios dorados se alzaban como monumentos a la avaricia, mientras que la población sufría en la miseria. La dualidad entre la abundancia y la pobreza era palpable, y Striker se dio cuenta de que tenía la responsabilidad de cambiar esta situación.
Finalmente, decidió avanzar y enfrentarse a Mammón. Las puertas doradas se abrieron lentamente, revelando el interior lujoso y extravagante del palacio. Mammón, sentado en un trono dorado, lo esperaba con una sonrisa que no llegaba a ocultar su malicia.
La voz de Mammón era rasposa y desagradable, un recordatorio de los excesos que había cometido en su búsqueda interminable de riqueza. Striker no pudo evitar burlarse de su voz, provocando la ira de Mammón.
"Jajajaja, pareces un puto sapo agonizando, que desgracia para ti, jajaja, uhh, hace mucho no me reía así", se rió Striker de manera burlona, sus palabras llenas de desprecio.
Mammón gruñó en respuesta, su risa maligna resonando por el salón del trono. "Tienes agallas para burlarte de mí, cazador de demonios. Pero no entiendes la verdadera esencia de la avaricia y el poder que poseo", dijo con arrogancia.
La batalla estaba a punto de comenzar, y Striker estaba decidido a poner fin a la tiranía de Mammón. Sus palabras habían encendido la chispa de la ira en el rey de la avaricia, y ahora solo quedaba demostrar quién era el verdadero maestro de esta confrontación.
El enfrentamiento entre Striker y Mammón prometía ser un duelo de titanes, una lucha entre la determinación del cazador de demonios y la codicia desenfrenada del rey de la avaricia. Mientras se preparaban para el choque final, la ciudad de la avaricia observaba en silencio, esperando ver quién prevalecería en esta batalla por el destino de Yutono, una ciudad atrapada en las garras de la codicia y la opulencia desmedida.
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STRIKER EL CAZADOR DE DEMONIOS.
AksiHace más de tres mil años, Striker, entonces conocido como Saúl, presenció el brutal asesinato de su familia a manos de los siete Príncipes del Infierno, demonios que personificaban los siete pecados capitales. Con un golpe de suerte, Saúl adquirió...
