Hace más de tres mil años, Striker, entonces conocido como Saúl, presenció el brutal asesinato de su familia a manos de los siete Príncipes del Infierno, demonios que personificaban los siete pecados capitales. Con un golpe de suerte, Saúl adquirió...
Antes de que pudiera reaccionar, Taimo apareció de nuevo, lo tomó por el cuello y comenzó a arrastrarlo hacia los muros de la arena, golpeándolo con una fuerza brutal contra cada superficie. "¿Creías que esto era todo? ¡Ni de puta broma!" gruñó Taimo con una voz llena de furia. Cada impacto resonaba por toda la arena, sacudiendo los cimientos del coliseo.
Mientras tanto, en una habitación separada dentro de la arena, Mazakum y Kazarium, estaban sentados en silencio. Habían sido encerrados allí durante dos meses, esperando a ser llamados para pelear. Se miraban con inquietud, preguntándose qué sería de ellos. "¿Crees que nos llamarán para esta pelea?" preguntó Kazarium, rompiendo el silencio.
Mazakum, con una expresión de resignación, respondió: "No lo sé, amigo, pero esto se está poniendo feo allá afuera. No lo creo y tampoco quiero."
De repente, uno de los muros de su habitación explotó en pedazos, revelando la escena de Taimo ahorcando a Striker. Los dos demonios se quedaron boquiabiertos, pero en lugar de unirse a la pelea, decidieron que era mejor huir. "¡Nos vamos! Hoy no es nuestro día," dijo Mazakum, mientras ambos demonios salían disparados por la abertura.
En otra parte de la arena, Jakais, junto con Moloch, estaban esperando lo que creían que sería su inevitable fin. Habían sido capturados y encerrados allí, y de los seis que habían empezado, solo quedaban ellos dos. La desesperanza los invadía hasta que su muro también se derrumbó, revelando la feroz batalla entre Striker y Taimo.
A diferencia de Mazakum y Kazarium, los Jakais vieron una oportunidad. "¡Es nuestra oportunidad de matar a striker!" gritó jakais, transformándose en su forma más poderosa, su cuerpo se hinchó y tomo un aspecto más humano.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Moloch, decidió unirse a ellos. "¡Vamos a darle una madriza a ese imbecil de Striker!" Gritó, preparándose para la batalla.
Sin embargo, antes de que pudieran intervenir, Taimo, sin perder un instante, cortó la cabeza de Jakais con un movimiento limpio de su brazo. La cabeza rodó por el suelo mientras el cuerpo caía inerte. Moloch, al ver la brutalidad de Taimo, se llenó de pánico y decidió que lo mejor era huir. "¡Ni madres! ¡Esto está más allá de mi alcance!" gritó, dándose la vuelta y corriendo por su vida.
Striker, aún en las garras de Taimo, tosió y escupió un poco de sangre, pero una sonrisa apareció en su rostro. "¿Eso es todo lo que tienes putito? Me esperaba más de un pinche demonio estúpido como tú," dijo confiado. A pesar de la situación, Striker parecía disfrutar cada segundo de la pelea.
Taimo, enfurecido por la resistencia y los insultos de Striker, decidió poner fin a la pelea de una vez por todas. Con un gruñido, lanzó a Striker lejos, enviándolo a estrellarse contra el suelo polvoriento de la arena. Sin darle tiempo para recuperarse, Taimo se lanzó sobre él con una serie de golpes y patadas devastadoras. Cada impacto resonaba como un trueno, sacudiendo el coliseo y dejando cráteres en el suelo a cada golpe. Los espectadores, asombrados, contenían el aliento ante la brutalidad de la pelea.
Striker, a pesar de la feroz golpiza, se levantó lentamente del suelo. Su cuerpo estaba lleno de cortes y moretones, pero su expresión permanecía desafiante. "¿Eso es todo lo que tienes? Me imaginé que un demonio del tiempo sería más poderoso," dijo, escupiendo un poco de sangre mientras sonreía con una mueca. "Ahora vas a ver lo que es pelear de verdad."
Con un grito de guerra, Striker desenfundó su katana y comenzó a ejecutar una serie de ataques especiales. Primero, realizó el Corte Giratorio Circular, girando sobre sí mismo en un movimiento fluido mientras su espada brillaba con una luz cegadora. La técnica creó un círculo de energía que rodeó a Taimo, cortándolo desde todos los ángulos y dejándolo atrapado en una tormenta de cortes potentisimos. Taimo intentó bloquear los cortes, pero la velocidad y precisión de Striker eran abrumadoras.
"¡Esto es apenas el calentamiento, pinche demonio!" gritó Striker, mientras cambiaba de técnica. Ahora, ejecutó los Cortes Brutales, una serie de tajos gigantescos que hacían vibrar el aire. Cada golpe era más fuerte que el anterior, y la arena temblaba con cada impacto. Taimo retrocedía, incapaz de mantener el ritmo con la furia de Striker. Finalmente, en medio de un tajo especialmente poderoso, la katana de Striker cayó de sus manos, incrustándose en el suelo para luego decir: "Oh no hermano".
"Mierda, se me fue la espada... pero ni pedo, ¡mis puños son igual de letales!" Striker, sin perder un segundo, se lanzó sobre Taimo, ahora con los puños desnudos. Los dos comenzaron un intercambio brutal de golpes, cada puñetazo resonando como un trueno. Taimo, aunque más grande y fuerte, no podía igualar la rapidez y la técnica de Striker. Cada vez que intentaba contraatacar, Striker ya estaba un paso adelante, esquivando y devolviendo los golpes con precisión quirúrgica.
"¡Vas a aprender que no se juega con Striker, maldita niñita!" gritó, mientras ambos combatientes intercambiaban golpes con una intensidad que sacudía toda la arena. A cada golpe, la arena retumbaba, y una onda de choque se expandía por el coliseo. El público demonio estaba al borde de sus asientos, incapaz de apartar la vista de la feroz batalla.
Ambos guerreros se encontraron cara a cara, los músculos tensos y la respiración pesada. Con un grito de batalla, Striker dio un golpe final, concentrando toda su fuerza en un puñetazo devastador que se estrelló contra el estómago de Taimo. El impacto fue tan fuerte que el tiempo pareció detenerse por un instante y si. Taimo detuvo el tiempo pero striker le dio más golpes desactivando la técnica pero antes de que una explosión de energía sacudiera el coliseo como la opción desesperada. Taimo, con los ojos abiertos de sorpresa, cayó de rodillas, incapaz de creer que había sido vencido y las energías lo abandonan
Aprovechando el momento, Striker sacó una daga escondida y, con un movimiento rápido, cortó la cabeza de Taimo. "Así se acaba esto," murmuró, observando cómo el cuerpo decapitado del demonio caía al suelo, inerte. La cabeza de Taimo rodó por la arena, su expresión congelada en una mueca de incredulidad y se preguntó: "¿Cómo?... ¿Cómo fue que perdí?
Striker se quedó ahí, respirando pesadamente, mientras el polvo se asentaba. "Eso fue todo, ¿eh? Ni tan fuerte como esperaba," comentó, limpiando la sangre de la daga y guardándola de nuevo. Miró hacia la audiencia, ahora en silencio total, y con una sonrisa sarcástica, agregó: "Espero que hayan disfrutado el show, porque yo ya me voy de este pinche coliseo y tú amo del coliseo. Jodete. Vámonos."
Brady y pentecost que se quedaron abobados por la pelea reaccionan y van corriendo hacia striker. Cuando lo alcanzan caminan tranquilamente hacia la que parece la salida. El amo del coliseo les dice: "No! No pueden irse así nada más. Malditos". Y striker le responde: "entonces detenos", y el amo del coliseo sintió el verdadero terror. Se sentó y vió como striker, brady y pentecost se iban pero antes de salí un aura sombría y muy pesada sumergió el coliseo. Los demonios del público poco a poco comenzaban a explotar y de la que era la salida entra al coliseo. Azazel...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
