STRIKER EL CAZADOR DE DEMONIOS.

Episodio 47: "Borracho"

Brady y Pentecost, agotados pero aliviados tras la intensa batalla con Rafya, se dejaron caer sobre el suelo, respirando con dificultad.

Brady (dejando escapar un largo suspiro): "Por fin... ese bastardo nos dio más problemas de los que esperaba."

Pentecost (sonriendo): "Sí, pero al final, lo mandamos directo al infierno... Espero que no haya más sorpresas."

Mientras hablaban, un pequeño arbusto comenzó a brotar del suelo cerca de ellos, llamando la atención de ambos. Se quedaron mirando en silencio mientras el arbusto, de una forma casi caricaturesca, comenzó a moverse y salió corriendo lejos, tambaleándose de un lado a otro.

Brady (frunciendo el ceño): "¿Qué demonios fue eso?"

Pentecost (encogiéndose de hombros): "No lo sé, pero comparado con lo que acabamos de pasar no creo que ese  arbusto nos dé mas problemas."

Brady: "Sí, que se largue. Estoy demasiado cansado para perseguir a un maldito arbusto."

Los dos decidieron ignorar al arbusto y permitieron que se alejara, concentrándose en recuperar su energía. Pero en la distancia, el cielo comenzó a cambiar, el tono rojizo de la inminente luna de sangre iluminando el horizonte.

"2 minutos para la luna de sangre..."

10 minutos antes...

Mientras tanto, en la zona pesquera del pueblo, Striker se movía con rapidez, siguiendo los sonidos de disturbios que provenían del agua. Al llegar, vio emerger del lago a una figura humanoide con la apariencia de una mujer, rodeada de cabezas de bestia flotando a su alrededor. Sin duda, era otro demonio.



Striker: Tu! ¿Quién demonios te envió?

Demonio (con una voz gélida): "Eso no te incumbe, cazador."

Antes de que Striker pudiera reaccionar, la demonio lanzó una de sus cabezas hacia él con fuerza. Striker, con reflejos precisos, desenvainó su katana y cortó la cabeza en un solo movimiento. Sin detenerse, corrió hacia la demonio, su mirada llena de determinación, pero otra cabeza lo golpeó de lado, enviándolo volando a través de las puertas de una casa cercana.

Striker (sacudiendo la cabeza mientras se despabila): "¡Maldita sea... Que putazo!"

Miró a su alrededor, dándose cuenta de que había caído en el interior de una casa. A medida que su visión se aclaraba, sus ojos se encontraron con una figura conocida.

Striker (con sorpresa y un poco de resignación): "No puede ser... ¿Tú?"

Frente a el estaba uno de los cazadores menos ortodoxos pero más fuertes que conocía: "El Maestro Borracho". Nadie sabía su nombre real, pero los que le tenían confianza, como Striker, simplemente lo llamaban "Borracho".



Maestro Borracho (con una voz grave y ligeramente irritada): "¿Qué demonios haces rompiendo mi casa, desgraciado? ¡Nunca nadie destruyó mí casa y sobrevivió, pero serás la excepción porque eres un cazador y ya!"

Striker (con una sonrisa forzada): "¡Eh! No sabía que vivías aquí. ¿Qué quieres que haga? Esa maldita cabeza me mandó directo a través de tu puta pared."

El Maestro Borracho no tuvo tiempo de responderle, pues otra cabeza atravesó la ventana, generando aún más destrozos en su casa.

Maestro Borracho (gritando furioso mientras apunta hacia la demonio afuera): "¡Oye, tú! ¿Quién demonios crees que eres para destrozar mi casa? ¡Vas a pagar por esto, desgraciada!"

La demonio sonrió y comenzo a hablar.

Demonio: "Mi nombre es Liri-"

Maestro Borracho (interrumpiéndola bruscamente): "¡Me importa una chingada cómo te Ilames! ¡O pagas los daños o reparas mi casa ahora mismo, maldita sea!"

Liri se enfureció por la interrupción y lanzó más cabezas hacia los dos. Striker y el Maestro Borracho, con grandes reflejos , esquivaron los ataques sin esfuerzo.

Striker (con un tono burlón): "¡Mira nada más! No pensé que te encontraría aquí discutiendo sobre reparaciones de casas con un demonio."

Maestro Borracho (sin perder el ritmo): "¡Cierra la boca! Estoy demasiado, muy molesto en este momento por destruir mi casa."

Finalmente, el Maestro Borracho, ya enojado, decidió que era hora de contraatacar. Se una de sus técnicas. Se puso en posición y lanzó

Maestro Borracho: técnica borracha número 32: Lanza de INDIO!"

Unas lanzas de indios aparecieron de la nada y se lanzaron hacia la demonio con una velocidad increíble. Liri intentó esquivarlas, pero, sin darse cuenta, una de las lanzas logró alcanzarla, cortándola en dos de un solo golpe. Justo cuando el Maestro Borracho estaba a punto de rematarla, Liri se movió con rapidez, evitando por poco el golpe final y lanzando otra de sus cabezas hacia el cazador, enviándolo volando por los aires.

Striker (apareciendo de repente, con una sonrisa sardónica): "¿Eso es todo lo que tienes? ¡No eres más que una débil excusa de demonio!"

Liri, furiosa y cortada a la mitad, intentó atacar a Striker, pero antes de que pudiera reaccionar, él la decapitó con una velocidad asombrosa. La cabeza de Liri rodó por el suelo, y su cuerpo comenzó a desvanecerse lentamente en una nube de humo.

Striker (suspirando mientras guarda su katana): "Eso fue decepcionante... esperaba un poco más de resistencia."

Miró al cielo, observando la luna con atención. La cuenta regresiva en su mente estaba llegando a su fin.

Striker: "Faltan 10 segundos. 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1..."

Striker, anticipando el peor escenario, se preparó para lo que pudiera venir. Pero... no pasó nada. La luna permaneció en su estado normal, y la tensión en el aire se disipó por un momento.

Striker (sonriendo al cielo, aliviado): "Parece que nos hemos salvado... por ahora."

Pero justo cuando estaba a punto de relajarse, el suelo comenzó a temblar violentamente, y la luna se tornó de un color rojo sangre. La sonrisa de Striker se desvaneció rápidamente, y su rostro se tornó serio.

Striker (murmurando para sí mismo): "No puede ser... ¡Estamos jodidos!"

Un rayo de color rojo cayó del cielo, impactando exactamente donde Brady y Pentecost estaban. Striker, sin dudarlo, se preparó para correr hacia ellos, pero antes de que pudiera moverse, el Maestro Borracho lo detuvo, poniéndose frente a él.

Maestro Borracho (con una mirada seria): "¿Y tú qué demonios haces aquí, striker? ¿Adónde crees que vas?"

Striker sabía que todo iba a valer chorizo. Que esa noche sería un infierno porque las lunas harán acto de presencia.