Salí y vi a Mauro recargado en su auto, estaba mirando hacia arriba con semblante pensante, al notar mi presencia se acomodo acercandose a mi.
—Como te fue?—pregunto
—Bien, me llamaran para lo que sigue, tienen que localizarlo primero.—el asintio y metió sus manos en los bolsillos de su pantalón. Lo notaba nervioso.
—que pasa?—pregunte extrañada por su comportamiento.
—Te digo en el edificio, vamos—me hizo señas para que me subiera al auto. Durante el viaje estaba bostezando un poco, este tema me tenia agotada mentalmente.
—Mauro, gracias por todo en serio—le dije honesta.
—No tienes que agradecer, vos me interesas y mucho—hablo, no pude evitar sentir algo en mi estomago, serán las dichozas mariposas. Sonrei a mis adentros, este hombre me encantaba.
Llegamos al edificio, subimos por el ascensor, al llegar a mi apto Mauro me detuvo.
—Esperame—me pidio, entro al apartamentl, luego de un minuto salio.—ahora si
—Voy a estar bien Mauro—le dije, deje mi bolso en el sofá.
—Lo estaras, por eso contrate a alguien para que te cuide cuando no lo pueda hacer yo—lo mire confundida y me acerque a el.
—No entiendo
—Se que te puede molestar pero es mi manera de ayudar, hable con un amigo de confianza, es alguien de la seguridad que uso en mis conciertos—suspiro—estará pendiente de ti y de Juan cuando este acá.
No sabía que decir el se habia tomado la molestia de hacer eso?
—Ni lo vas a notar te prometo, ademas la mayoría del tiempo estare yo contigo cuando se pue...—lo interrumpí al cortar la distancia y besarlo. El se sorprendió al principio y no hacia nada, hasta que me sostuvo de la sintura con fuerza y siguió mis movimientos.
Nuestros labios bailaban al mismo compás, mis manos estaban en su cuello, lo besaba intentando demostrarle lo agradecida que estaba con el y también lo enamorada que estaba de él. Seguimos unos minutos, parecia que en ese beso nos deciamos lo mucho que nos queriamos y nos necesitamos.
Nos separamos por falta de aire, quedandonos mirandonos a los ojos.
—Yo te cuidare siempre Morocha—acarició mi rostro.
—Eres el mejor—respondi—Te necesito—susurre cerca de sus labios.
—Yo te necesito a vos, en todos los sentidos—beso mi cuello despacio—dejame demostrarte lo mucho que quiero estar contigo Cata...—bajo sus manos por mis brazos mientras seguia dandome besos en el cuello hasta la clavicula.
—Demuestramelo—dije con dificultad pues estaba empezando a respirar un poco agitada. Al escuchar eso el levanto su cabeza para mirarme, sonrió y me beso, pero ahora era un beso de pasion, en donde el me cargo hasta llevarme a mi habitación.
Me dejo en el piso delicadamente, nos volvimos a separar y nos miramos a los ojos, el observaba cada parte de mi detalladamente.
—Eres hermosa Cata—me dijo. Le regale una sonrisa—voy a sanar todas tus heridas-—Me beso, metiendo sus manos debajo del top que traia puesto acaricio mi piel y a los segundos desabotono este hasta quitarmelo por completo.
—Mau yo...—dije nerviosa y me separe un poco de el. Me miró con preocupación.
—Perdón, quizas no es el momento—se disculpo pero yo puse mi dedo sobre sus labios y negué.
—No es eso—hable—es solo que yo nunca...pues—el me miro comprendiendo y asintió.—pero si quiero hacerlo.
—Tranquila amor, yo te voy a cuidar—acaricio mi mejilla— confías en mi?—asenti —y estas segura de que quieres hacerlo?— volvi a asentir.—entonces solo disfruta Morocha.
Continuo besandome pero esta vez mas despacio y con ternura, me cargo para depositarme con cuidado en la cama, se puso sobre mi pero sin todo el peso de su cuerpo. Quitó mi sostén, y al quedar mis pechos al aire los miro con detenimiento, acaricio el derecho con su mano y luego lo introdujo en su boca. Acaricio el otro e hizo lo mismo.
Después de jugar con ellos, bajo dandome besos en el abdomen y al chocarse con la falda tambien me la quito, quede solo con la tanga. El beso mi intimidad por arriba de la tela, luego paso uno de sus dedos por ensima de arriba a abajo, no pude evitar estremeserme ante ese tacto, comenzaba a respirar con mas dificultad. Luego con toda su mano acaricio toda mi feminidad aun por ensima de la tela, dio un beso y dirigió sus manos al borde de mis bragas para luego bajarlas y quitármelas.
Quede totalmente expuesta hacia el, se paro y se quitó la camisa y el pantalón, quedando solo en boxer.
—Eres perfecta—susurro cerca de mi intimidad, solté un suspiro. Sentí su lengua mojada sobre mi, la movio suavemente sobre toda mi intimidad. Solte un gemido de placer y por inercia puse mi mano en su cabeza, mezclando mis dedos con su cabello. El continuó su trabajo y cada vez sentía mas placer , notaba como me mojaba.
—Mau...—suspire, el paro su trabajo abajo y me miro sonriente.
—Que rico suena eso—dijo, se paro, quito su bóxer y luego se puso entre mis piernas.
Me beso mientras sentía toda su gran parte acariciando la mía, lo agarre del cuello y lo besé con pasion. Ansiaba sentirlo dentro.
—Lista?—preguntó
—Si—asentí y acaricie su rostro. El se acerco al mío dandome besos lentos en la cara, mientras sentía como iba entrando dentro de mi, lentamente hasta estar completamente dentro, me dolió un poco pero el fue moviendose lentamente mientras gemia.
—Estas tan apretada—cerro los ojos y gimió. Acaricio uno de mis pecho mientras se movia, cada vez con mas ritmo.
Y bueno para no seguir con mas detalles terminamos la noche abrazados completamente desnudos y tapados con una cobija.
—Quedate a dormir—le pedí
—No pensaba irme a ningun lado—dio un beso en mi frente y me acomodo en su pecho, estuvimos acariciandonos hasta que nos quedamos dormidos.
A la mañana siguiente desperté por la alarma de mi celular, me moví con cuidado para no despertar a Mauro, apague el celular y me senté en la cama en un intento de levantarme.
—¿A donde vas?—pregunto el peli blanco con una voz ronca. Me jaló hacia el y me abrazo.
—Ire a hacer el desayuno—respondí.
—Eso lo hago yo—me beso la mejilla—quedemonos un rato mas—acaricio mi sintura desnuda.
—esta bien—me acomode mejor
—¿cómo te sientes?—pregunto mirandome a los ojos.
—Estoy bien Mau—le regale una sonrisa.
Acerco mi rostro al de el y me beso tiernamente, bajo sus manos a mi trasero y lo apretó.
—Que afortunado soy al poder despertar con una Diosa—dijo al separarse de mis labios.
—Y también de hacerla tuya cuando quieras...—dije en susurro en un tono coqueto, el me miro con una ceja alzada y sonrió con picardia. Me agarro y me sentó arriba de él.
—Me encantas Cata—me dijo, acarició mi cuerpo y me beso.
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Bueno.... Se que es corto pero es en honor al momento jeje
Espero les gusteBesitos
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Mi Nuevo Vecino (Lit Killah)
Short StoryLa historia de amor entre un cantante y una bailarina de un club con una vida un tanto complicada. ¿Él? Su Salvador.