The first call [Lumity]

prologue

AMITY BLIGHT

—¿Se te ofrece algo? —le pregunto a Amelia cuando la veo en la puerta de mi habitación.

—Emira me dijo que quería que le instalara este teléfono —me dice sosteniendo el aparato en sus manos.

—¿Para que quiere uno? —pregunto confundida —podemos llevar nuestros propios teléfonos en la mano.

Amelia se encoge de hombros y empieza a poner el teléfono en la mesita de noche de Emira. El teléfono es negro y se nota viejo.

—¿A quien llamaría? —le pregunto.

—No tengo idea, pero mi trabajo está hecho.

Ella sale de la habitación y yo tomo mi blackberry y le escribo a Willow.

Amity: nos vemos hoy?

A los segundos recibo su respuesta.

Willow: sí
Willow: voy a tu casa?

Amity: te espero

Dejo el teléfono en la gaveta de mi mesa de noche y tomo una de mis pelotas de tenis para empezar a tirarla al techo mientras la espero.

Las clases empezaron hace pocos días, pero todo es aburrido como todos los años luego de las vacaciones de navidad.

A los minutos llega Willow y sonríe con un par de revistas en sus manos y se sienta en mi cama a mi lado.

—¿Revistas? ¿De nuevo?

Mi mejor amiga, Willow, cada vez que se acuerda hace que nos escribamos una carta a nosotras mismas del futuro, pero con letras de revistas.

—Es la primera carta del año, Amity, no seas aguafiestas.

Todas esas cartas que hemos escrito como desde los 10 años están guardadas en su habitación en una caja.

—El año pasado estaba Boscha...

—¿En serio vamos hablar de ella? —pregunto un poco de mal humor.

Boscha es mi ex novia con la cuál terminé antes de las vacaciones navideñas.

—Solo mencionaba, parece que la extrañas cuando tú fuiste quién le terminó.

—Willow, admite que mi relación con ella era tóxica —le recuerdo y ella asiente —me duele porque la quiero, pero era lo mejor para ambas.

—¿Viste lo que anda publicando en tumblr?

—No he visto nada referente a ella.

—Habla con el corazón roto.

—La diferencia de Boscha y yo es que me duele y no le digo a la gente lo que siento, ella siempre quiso hacer todo... ¿Público? Quería siempre que todos supieran de lo nuestro.

—Dijo que no salgan nunca con atletas.

Yo ruedo los ojos y agarro una de las revistas.

—¿Vamos a empezar y dejamos de hablar de Boscha?

—La verdad me gusta el chisme, pero está bien —asiente y toma otra revista.

—Tambien dijo que quemó todas las cosas que le recordaba a ti —murmura Willow luego de un silencio —hasta puso la foto con el fuego.

—Willow, esto me duele ¿Vale? No sé que pretendes al decirme todas estas cosas, que Boscha haga lo que se le cante.

—Solo me sorprende que eres muy pacífica...

—O tal vez ella es muy... Muy dramática —murmuro y busco las tijeras en mi mesa de noche —ella solo quiere atención, quiere drama, créeme, salí casi un año con ella y siempre era más de lo mismo.

—¿No le escribirás para que dejase de hablar así de ti?

—No.

—¿Segura? —pregunta preocupada —no quiero que tengas una mala reputación.

—En unos meses nos graduamos, a mí que me importa mi reputación en ese colegio —bufo y miro la revista.

—¿Cómo es tu tipo de chica ahora? —me pregunta y me encojo de hombros.

—Mi próxima novia tendrá que ser pacífica y que no quiera llamar la atención —le digo —y que nuestra relación no sea tóxica, que no entendamos...

—¿Ya piensas en otra novia?

—¿Quieres que sea una monja acaso? —le pregunto alzando una ceja —no gracias, Willow.

Me quedé viendo la revista y como en alguna aparecían mujeres sonriendo mostrando cualquier producto.

—Tal vez me gustan las chicas mayores —murmuro y Willow ríe.

—¿Sugar mommy?

—Tampoco tan mayor, eh.

—Dios ayúdame con esta chica de tan solo 17 años que se quiere ir con alguien de 25 —Willow le habla al techo y yo le lanzo una almohada.

—Cállate mocosa.

Ella ríe y al rato empezamos de nuevo a hacer la carta con revistas.