Capítulo 10

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Charlas de carretera

Malkie

Despierto sin ganas de nada. O sea, es domingo, ¿porque tendría ganas de algo?

—¡Malkie! —Nika abre la puerta de golpe, como hace todos los días desde que tengo memoria.

—¿Mmm? —me tapo la cara con las sábanas.

—¡Faella y Andreas están abajo!

—¡¿Que?! —me levanto de golpe, sorprendida.

—Si, y Abby ya se despertó hace rato y dicen que te apures, que sino te iba a venir a sacar de la cama ella misma.

—¿Que hora es?

—Las ocho creo —murmura, con una sonrisa—. Ahora mueve el culo.

—¿Pero que?

¿Quien le habrá enseñado a ocupar ese tan vulgar vocabulario?

Yo.

Me levanto de mi cama rápidamente, y antes de bajar me miró en el espejo. Parezco una rata muerta, con autismo y down. 

Me pase, eso no. No a la discriminación.

Me hago un moño, porque mi pelo parece un nido de pájaros. Odio mi pelo.

Bajo corriendo las escaleras, y observo a los primos, a mi hermanan y a Tyler, que por alguna razón esta comiendose la comida de mi casa.

Muerto de hambre. 

—¿Que hacen acá a las ocho de la mañana un domingo? ¿No tienen vida social acaso? —pregunto de mala gana, apenas llego a la cocina.

—¿Vai a venir con nosotros? —Tyler pregunta en un murmuro, metiéndose a la boca una galleta.

—¿A que?

—Con Andreas y Faella, dah.

—¿A que? —repito, con algo de enojo ya.

Cuando Andreas esta apunto de contestarme, Rashad lo interrumpe.

—¡Malkie! ¿Sabes a donde esta la correa del perro? Lo voy a sacar a pasear.

—¿Porque vas a sacar a pasear al perro? ¿Te castigaron? —lo observo atónita.

—No, es que a las chicas les gustan los perros, y a mi me gustan las chicas —sonríe—, pero bueno, creo que interrumpí algo.

—Suerte, entonces —le muestro un pulgar hacia arriba, cuando se va de la cocina, sin antes levantarme el dedo de al medio.

—Bien, como decía, te quería invi...

—¿No tienen galletas de chocolate? —Tyler interrumpe a Andreas, quien le dedica una mirada asesina.

—Si, pero son de tía Joss, y créeme, no quieres sacarle su comida —Abby asiente con la cabeza varias veces.

La última vez que le saque comida a tía Joss sufrí como nunca antes. Jamás volví a tocar una de sus galletas.

—¿Puedo hablar? —Andreas nos mira ya algo fastidiado. Todos los presentes en la cocina asentimos, a lo que el gira los ojos—. Malkie, con Faella, y Tyler, quien aun no se porque va, hemos decidido ir a los establos de la familia, porque yo necesito ir a ayudar a mi hermana, y me preguntaba si querías ir. Iríamos hoy y nos volvemos pasado mañana.

—¿Y no me podían avisar con un día de anticipación mínimo? ¿Y no va Abby?

—No, tengo cosas que hacer —contesta mi hermana.

Un error terriblemente perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora