Six

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Taehyung despertó más adolorido que nunca. Había dormido boca arriba y se negó toda la noche a cambiar de posición. Quería que el contacto de su espalda con el colchón le recordaran lo pecador, desagradecido, grosero y maleducado que era.

Por supuesto, sus pensamientos no es que hubieran cambiado mucho durante la noche. Reflexionó y se sintió peor, porque 'Kookie' no abandonó su cabeza ni cuando medio se movía y los latigazos picaban, ardían y dolían, y se preguntó seriamente qué era peor: ¿el martirio físico que se proporcionó a sí mismo o vivir así, asustado, limitado y sintiéndose constantemente asqueroso? Porque no había tortura que pudiera terminar con esa sensación y esa perspectiva que tenía ahora de sí mismo.

Quería salir corriendo y olvidarlo todo, pero no podía. En una sociedad en la que necesitaba llenar las expectativas de sus padres y de la comunidad al hacer lo mínimo, en lo cual cabía ser un hombre normal y no un hombre que gustaba de otro hombre, se sentía confundido pero ya no en demasía. "No en demasía" porque él sabía perfectamente lo que tenía que hacer, y esa mañana se levantó completamente dispuesto a hacerlo.

Iba a disculparse con Joohyun, le llevaría flores y, en pocas palabras, se iba a obligar a desarrollar sentimientos por ella.

No iba a ser fácil, puesto que cuando estaba con la chica sentía lo más parecido a rechazo y repulsión. Era hermosa, sí, pero su físico a Taehyung no le transmitía nada. Era como una fachada vacía a la que intentaba llenar, mas eso siempre fue inútil en él. Era inexperto y si alguna fachada alguna vez estuvo repleta, fue la del chico del coro de la iglesia. Su simple existencia llegó tan de la nada como el amor y la obsesión de Taehyung hacia él.

No. Ya no podía pensar en él. Eso solamente lo llenaba de pena y vergüenza del día anterior. Había actuado tan sospechoso que no era inviable que el chico ya se diera más o menos una idea de sus sentimientos. ¿Era así de patético? Taehyung quería morirse simplemente de sobre-pensarlo.

Por fin animándose a pararse de la cama, se encaminó al baño y se dio una ducha con agua caliente. Quería seguir lastimándose, y el roce del agua con sus heridas en la espalda era terriblemente doloroso, pero también sanador. Luego, intentó vestirse decentemente, bajó las escaleras y salió de casa sin pedir permiso o sin previamente haberle dado la cara a su familia. Muy dentro de él creía que para lo que iba a hacer no necesitaba de ningún permiso y que eso no enfadaría de más a su madre; muy por el contrario, iba a encantarle.

En el camino, compró flores de la mejor calidad y aunque no conocía la dirección de la casa de Joohyun, Yangsan era pequeño y sus habitantes tenían conocimiento hasta de la más mínima cosa. Fue cuestión de preguntarle a unos cuantos lugareños para dar con el domicilio, el cual consistía en una preciosa casa de color blanco y rodeada de hermosos jardines en otra distinguida zona del pueblo.

Tomó aire, nervioso. Sus manos habían empezado a sudar, obligándolo a tener que dejar las flores en una banca cercana y restregarse las palmas en su pantalón. El sol estaba en su mejor punto y habían pocas personas transitando por ahí. Nuevamente, tomó aire y lo soltó lentamente, mentalizándose en que ya había llegado demasiado lejos y que no podía echarse para atrás.

Eso marcaría una distancia imaginaria con el chico del coro de la iglesia. Una distancia "imaginaria" porque la cercanía que Taehyung tenía con él también era imaginaria. Él la había creado y se había obsesionado con ella al punto de que ahora ese muchacho no abandonaba su mente y protagonizaba todo escenario en la cabeza de Kim, desde el más sano hasta el más tóxico y pecador.

Y ahí estaba nuevamente pensando en él. De hecho, lo que estaba haciendo también lo estaba haciendo por él. Su vida parecía haberse reducido a 'Kookie' porque todo, absolutamente todo, estaba relacionado con él.

FORBIDDEN © vkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora