Capítulo 2

128 16 0
                                    

No sé cómo ni en qué momento mi esposo me llevó a conocer a su nuevo colega, con quien haría los próximos proyectos.

-Mi amor, quiero presentarte a Richie.

Ambos hacemos una pequeña reverencia y luego me da un beso en la mejilla.

-Buenas tardes señora Pinitkanchanapan, soy Richard Armstrong, es un gusto al fin conocerla, su esposo habla mucho de usted en el trabajo.

-El gusto es mío señor Armstrong, pero lamento informarle que mi apellido es Chakimha, no tengo el de mi esposo.

-Una disculpa señora Chakimha.

Fue un momento gracioso, pero a la vez un poco incómodo para él, mientras nos íbamos conociendo en la conversación llegó aquella hermosa mujer.

-Richie, lamento dejarte tanto tiempo solo. -Era preciosa, mucho más de lo que se ve en televisión o fotografías.

-Amigos, les presento a mi hermana Rebecca Armstrong.

-Muy buenas tardes señorita Armstrong, es un honor conocerla en persona, soy Asavarid, pero puede decirme Heng.-Dijo mi esposo mientras ambos se hacían una reverencia y luego mi marido le saludaba con la mano.

-Buenas tardes señor Asavarid. -Saluda ella y luego me mira a mí. -Buenas tardes señorita...

-Freen.

-Buenas tardes señorita Freen, disculpe, pero su rostro se me hace familiar, ¿dónde la he visto antes?.

-Mi esposa es escritora, puede que la haya visto en publicidades o en televisión. -Contesta Heng por mí  y yo solo sonrío. -Cariño, con Richie debemos ir a conversar algo con nuestro colega.

-Becky acompaña a la señora Chakimha mientras no estoy. -Habla Richard.

-Por supuesto. -Responde ella con una gran sonrisa. -¿Vamos afuera?, hay muchas personas aquí.

Caminamos al exterior en silencio, la verdad es que ya me dolía la cabeza con todo el ruido del lugar, solo quería volver a casa y dormir.

-Con que... señora, ¿cuántos años tiene?. -Pregunta ella.

-26 años, ¿y usted?.

-22, ¿no es muy joven para estar casada?.

-Llevo 3 años de matrimonio, ya estoy acostumbrada a que digan que me casé muy joven, pero él es un hombre maravilloso, un gran esposo y no había necesidad de esperar más tiempo si llevamos años de pareja.

-¿Ya tienen hijos?.

-No aún, ¿usted está casada?.

-No. -Sonríe. -Pero si tengo novio.

-El joven cantante. -Le respondo y ella me mira fijamente.

-Me conoce. -Se ríe.

-Por supuesto, es usted muy conocida, déjeme decirle señorita que es una excelente actriz y modelo, no pensé conocerla en persona.

-Muchas gracias, lo mismo digo, no imaginé que conocería a la muy famosa y talentosa escritora Sarocha.

-O sea que si me conoce, -asintió -¿por qué preguntó quién era allá adentro?.

-No lo sé, pero la conozco, he leído alguno de sus libros.

Hablar con Rebecca me ponía nerviosa y eso que ella era mucho menor que yo, pero su personalidad tan fuerte la hacía ver grande y poderosa.

Ese fue el primer encuentro e interacción que tuve con aquella mujer, en ese entonces pensé que sería la única vez, pero el destino o nuestras decisiones nos llevaron a caminos que se volverían a cruzar en varias oportunidades a lo largo de nuestras vidas.

En esa ocasión debí decirle a mi esposo que lo acompañaba a conversar con su colega o decir que me iba a casa con el fin de no compartir con esa bella dama, pero lo he pensado toda mi vida y jamás me he arrepentido, de ninguna de mis acciones, es así como debía ocurrir, aunque todo eso causó muchos problemas y daños a terceros que no lo merecían.

Me he sentido culpable siempre por lastimarle, por mentirle y engañarle, una persona tan buena no merece aquel sufrimiento.

Desde aquel primer encuentro mi vida dio un giro inesperado, con una gran montaña rusa de emociones que jamás había experimentado y creo que aún lo sigue haciendo, son sentimientos, emociones y pensamientos que no se pueden olvidar, nos acompañan hasta la muerte.

Un Amor Eterno. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora