Capítulo 11

910 100 0
                                    

No sé en qué momento me quedé dormida, pero un ruido me despertó. –"Rebecca", me levanté y salí al pasillo, y ahí estaba ella, totalmente ebria y de brazos de una chica que no había visto. Fruncí el ceño y caminé a su encuentro.

"Quién eres tú?, pregunte algo molesta

"Lorie, y tú quién eres?" preguntó de vuelta con una ceja levantada de manera retadora y casi tan ebria como Rebecca.

"Una amiga", afirmé, y Rebecca con voz entre cortada por lo ebria y la tristeza de esa palabra pronunció. "Unnn, sí mi amiga solamente mi amigaaa y socia que no se te olvide..." Miré a la chica nuevamente y arrebatándole a la Castaña de sus brazos le ordené, -"Bueno puedes irte, yo la llevo hasta su cuarto". Con una mirada como si quería matarme se marchó mientras azotaba la puerta.

"Ven, te llevo hasta tu cuarto", le dije con autoridad pero a la vez con dulzura. La coloqué suavemente sobre la cama. -"Eres tan hermosa Freen...esa chica quería besarme, pero yo solo quiero besarte a ti",... susurró mientras descansaba sobre su espalda, acompañada de una lágrima que corría en solitario sobre su mejilla y con su mano puesta en mi rostro. -"Porque no te conocí hace 5 años atrás, ahora serías mía y no de él...". Sus palabras calaban en mi corazón haciéndome un hueco muy profundo. –"Shhhh, mañana podremos hablar de esto, vale?", y seguidamente se quedó dormida, se veía tan vulnerable que hacía mellas en mi corazón. Salí de su cuarto lo más rápido que pude, no quería mostrar las lágrimas que estaban retenidas y a punto de salir, Rebecca me deseaba tanto como yo a ella, pero eso era imposible.

Que noche tan larga la que pase.

"Ufff, buenos días", dijo Rebecca agarrándose las sienes y empezando a masajearlas.

"Buenos días, como amaneciste?". La miré fijamente, al parecer no recordaba nada de lo que pasó ayer.

"Unnn, como si me hubiese pasado una manada de elefantes", exageró para denotar lo mal que se sentía, sacó de mis labios una sonrisa, que la hizo sacudir la cabeza como si quisiera sacar de ella algún pensamiento.

"Recuerdas algo de lo de anoche, de cuando llegaste a la casa?, la interrogué calmadamente pero siendo directa.

"A ver....., recuerdo estar en el Bar con una chica...", sus labios hicieron una mueca de satisfacción e inmediatamente mojó sus labios inferiores en señal de recordar placenteramente cualquier escena que haya tenido con ella, cosa que me molestó de inmediato y el cual debía reprimir. –"Sé que nos fuimos a la playa y ya no recuerdo más..., "Porqué ocurrió algo más?, que hice?, preguntó muy asustada por lo que hubiese hecho. –"Te hice algo Freen?, no me lo perdonaría en la vida si te hubiera hecho daño".

"Tranquila, no pasó nada... en serio, solo que llegaste muy ebria y con esa chica", me miró como si dudara de mis palabras...y reafirmé, "En serio no pasó nada", No recordaba sus palabras y en cierta forma era mejor así. – "Ok, si tú lo dices, así será.... Voy a ducharme para irnos a la Oficina, el documento está casi listo y quiero que lo revises para hacer los ajustes antes que llegue, Heng". En ese momento vi como sus ojos se cristalizaban al mencionar el nombre de mi esposo; que ya pronto vendría. Una punzada se sintió en mi corazón, el tiempo con Rebecca se agotaba y muy dentro de mí no quería soltarla, no quería regresar, pero no podía hacer nada, estaba casada y no iba a traicionar a Heng.

--**--

No podía concentrarme en el trabajo, el dolor de cabeza me estaba matando, y no sabía si era por la resaca o por mis pensamientos en bucles llamados FREEN. Faltaba unos cuantos días para que todo esto terminara y poder marcharse felizmente con su esposo. Ese pensamiento me daba vueltas en mi cabeza una y otra vez, sin poder hacer nada. Me sentía impotente. –"No puedo hacer nada" me decía a mí misma, "Freen es una mujer casada y no tengo derecho a interponerme en su matrimonio y mucho menos destruir la sociedad que estamos a punto de formar.". Todo es tan complicado, el amor es complicado. Dije resignada, mientras la mujer de mi vida aparecía por la puerta de mi oficina, toda hermosa, radiante y muy sexy...!!!, como castigo por haberme fijado en ella.

"Ya revisé el documento y está perfecto, se lo envié a Heng y opinó lo mismo", habló con una pequeña sonrisa en la cara, esa misma que me encantaba ver.

"Que bien, entonces todo está listo... solo faltarían las firmas y ya está", la miré con aires de tristeza, encogí mis hombros y le pregunté sin pena ni titubeos, olvidando mis reproches y mis promesas internas de no involucrarme con ella, pero era más fuerte que yo.

"Te gustaría conocer Escocia?, solo nos quedaríamos dos días y estaríamos aquí antes que llegue tu esposo, aseguré mientras el corazón intentaba salir por mis mejillas a la espera de su respuesta y por tener esas oscuras intenciones. Necesitaba jugarme una última carta, necesitaba poseer a Freen aunque después muriera al momento de su partida.

Sus ojos se elevaron y no podía responder a mi pregunta, su expresión denotaba nerviosismo porque al decirme que sí, sabía que un acercamiento entre las dos era inminente y posiblemente no supiera como manejar las consecuencias de su decisión, sus labios se abrieron sin decir nada, bajó la vista al suelo y en forma de susurro me respondió. –"Me gustaría mucho".

Mi corazón saltó de alegría, estuve a punto de darle un abrazo; pero me contuve y solo le indique. –"Tenemos que irnos en este instante entonces, son un poco más de 8 horas y me gustaría que vieras el atardecer... es hermoso".

Ella solo asintió tímidamente, tomé su mano y salimos de la oficina rumbo al apartamento, le indiqué que tomara ciertas prendas y le ofrecí un bolso para el viaje, -"Oh, solo faltó decirte que iremos en mi moto...", sus ojos se abrieron sin poder creer lo que escuchaba. –"En moto?", preguntó como si no hubiese escuchado bien. –"Sí, en moto...pero tranquila es muy segura y cómoda, será una experiencia única y te vas a divertir". Asintió, dándole confianza mis palabras, realmente me sentía una niña a la que le habían dado un regalo.

"Ten, te presto esta chaqueta; te protegerá del sol y del viento". Al verla vestida así de manera salvaje, me hizo retroceder un poco, ya que mis instintos querían salir y arrebatarle un beso hasta desgastar sus provocativos labios y hacerle el amor allí mismo.

"Waooo Freen, santo cielos...!!!, que sexy te vez..." dije sin pensar yluego encogí mis hombros para pedir disculpas por mi atrevimiento, pero ellacon una pícara sonrisa solo dijo.- "GraciasRebecca". –"Me gustaría que mellamaras Becky", y me encogí en hombros nuevamente, me sentía como unaadolescente cuando está enamorada porprimera vez, -"Eso lo veremos...". Ynos fuimos.

AMOR ETERNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora