Capítulo 19

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Nunca pensé que mi vida pudiera cambiar radicalmente en tan solo unas semanas, si alguien me hubiese dicho que conocería al amor de mi vida y la perdería en esa misma semana, pensaría que está loca, primero porque no creía en el amor y mucho menos que éste fuera a primera vista.

Desde mi relación con Nita, siendo ésta intensa y tormentosa, viviendo encuentros muy tóxicos de ambas, debido a la poca madurez de parte y parte. No había querido tener nada con nadie. Las pocas mujeres que me permitir conocer no pasaban de una cena o una charla. Nita y yo nos conocíamos desde toda la vida, nuestras familias siempre han sido muy unidas y esa cercanía poco a poco nos hacía más dependiente una de la otra, nuestra relación estuvo envuelta en peleas sin sentidos por el control, celos sin y con fundamentos, descuidos y pasiones descontrolados, abandonos y posesiones, realmente no era para nada una relación sana, hasta que un accidente casi le cuesta la vida a una persona que tuvo la mala fortuna, de estar en sus camino, las hizo reflexionar y darse cuenta que a pesar del amor, cariño o simplemente aprecio tenían que darse un espacio, un tiempo y tomar distancia para sanar y hacer una vida por separado.

Conocer a Freen me hizo entender que lo que tenía con Nita, para nada era amor que nunca sentí una conexión tan profunda que me hiciera perderme a mí misma, que estar cerca de ella me impidiera respirar, eso solamente lo puedo sentir con Freen y con nadie más, estaba más que convencida de ello y necesitaba recuperarla.

Desde que se fue, parte de mí se fue con ella, no era posible retomar mi vida, mis amigos y mis padres estaban realmente preocupados, no salí de mi casa en una semana. Mi padre llegó a mi apartamento uno de esos día y me obligó a salir de la cama, para bañarme y comer algo, la ama de llaves estaba angustiada por mi profunda depresión, y hasta mi mejor amiga me visitaba casi a diario, animándome y procurando que recupere parte de mi esencia, mi alegría mi ánimo, pero era inútil.

Hoy me llevó a la fiesta de un compañero de su trabajo, sin embargo no quería compañía mientras las chicas se acercaban a mí como siempre, pero esta vez no las toleraba; las bebidas eran mi mejor opción y cada trago consumido me hacían extrañarla mucho más.

"Necesito saber de ella Nam...Tengo que llamarla", le dije bastante ebria pero era el momento en que sentía la valentía de llamarla. Tenía miedo de saber que yo no era nada en su vida, que se olvidó de mí y que finalmente seguía siendo feliz con su esposo.

"Estás segura Becky?, me preguntaba una Nam ebria también", -"Sí, ya no puedo esperar más...Necesito saber si me sigue amando, necesito saber si todavía puedo luchar por ella, entiendemeee!!!". Entonces me animó a hacerlo y con el corazón a punto de salir de mi pecho marqué su número.

Tuve que salir a la terraza para disipar un poco el ruido de la música y la gente que se encontraban en el apartamento, a la vez tomaba algo de aire que por demás era muy necesario.

El teléfono repicaba unas cuantas veces, pensé que no tomaría la llamada al ver el código de área y cuando ya casi me daba por vencida, ella respondió. No puedo describir la emoción que sentí al escuchar su suave voz, la misma estaba cargada de nerviosismo al sentir que se quebraba, mi respiración sonaba agitada y de los nervios impedían que mis palabras no lograran salir de mi garganta.

Finalmente, le dije casi susurrando "Sí, soy yo amor...". Coloque mi frente al borde de la columna conjuntamente con mi mano izquierda con el fin de sostenerme, sentía que mis piernas me fallaban y me iba a derrumbar. Un silencio reinó por unos segundos, cuando al otro lado escuche un sollozo ahogado, "No llores cariño mío, que cada lágrima que corren por tus mejillas me hace daño, disculpa si soy atrevida, pero no soportaba más Freen, necesitaba escuchar tu voz".

"Por Dios Becky... yo también necesitaba escuchar tu voz, te extraño demasiado". –"Te amo Freen, te amo, te extraño y te necesito conmigo", le dije con desesperación, con una voz quebrada y llena de sentimiento. Freen seguía llorando y con una voz suave, casi melodiosa me dijo que me amaba, que me amaba con locura y desesperación, que necesitaba verme, estar conmigo y eso fue suficiente para mí.

"Freen voy a viajar a Bangkok, voy a ir por ti. Te necesito en mi vida para poder seguir existiendo". Le dije firmemente decidida, ya no me importaba nada, tenía que estar con ella y despidiéndome le indiqué que nos veríamos pronto.

Doce horas de viaje que se me hicieron eternos fue lo que duró el vuelo de Londres a Bangkok, 12 horas que me permitieron soñar con mi amada y establecer las estrategias que debía poner en marcha para recuperar a Freen.

Mi padre no estaba de acuerdo con mi decisión, quedó preocupado pues no sabía cuál sería el resultado de mi locura y las consecuencias que debíamos afrontar si esto afectaba el proyecto con los Bills.

Inmediatamente al aterrizar le mando un mensaje a Freen indicándole en cual Hotel me iba a hospedar, debo reconocer que me encontraba extremadamente nerviosa por el reencuentro pero igualmente emocionada, porque por fin la iba a volver a verla.

AMOR ETERNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora