El verano en Grimmauld Place 12 era sofocante, pero también lleno de una energía contenida. El cuartel general de la Orden del Fénix estaba más concurrido de lo habitual, con miembros y aliados viniendo y yendo en un constante ir y venir de planes y estrategias. En medio de todo esto, Ron Weasley se encontraba pasando más tiempo en la casa de los Black de lo que había anticipado.
Desde que Sirius Black había regresado a la vida de Harry, Ron no había podido evitar sentir una atracción inesperada hacia el hombre. Sirius era encantador, valiente, y detrás de su fachada rebelde, Ron había descubierto a alguien que compartía su sentido del humor y, más sorprendentemente, su vulnerabilidad. Lentamente, sus interacciones habían pasado de conversaciones casuales a algo más íntimo, y antes de que ambos se dieran cuenta, estaban involucrados en una relación secreta.
Una tarde, mientras la casa estaba extrañamente vacía, Ron y Sirius se encontraban en la biblioteca. Se suponía que estaban ayudando a reorganizar algunos libros antiguos, pero el trabajo había sido rápidamente olvidado cuando Sirius arrastró a Ron hacia un rincón apartado. Se besaban con una pasión contenida, conscientes del riesgo de ser descubiertos, pero incapaces de resistirse.
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Te he echado de menos- murmuró Ron contra los labios de Sirius, disfrutando del calor y la cercanía.
Yo también, Ron. Estos días están tan llenos de caos que a veces tú eres lo único que me mantiene cuerdo.- Sirius sonrió, sus ojos brillando con afecto.
Me siento igual.- Ron sonrió tímidamente, sintiendo el latir acelerado de su corazón.
Sin embargo, ninguno de los dos se dio cuenta de la figura que acababa de aparecer en la puerta de la biblioteca.
Ron... Sirius... ¿qué está pasando aquí?...
La voz de Harry era una mezcla de incredulidad y sorpresa. Ron y Sirius se separaron bruscamente, sus corazones saltando en sus pechos. Harry estaba de pie, con los ojos muy abiertos, mirando a su mejor amigo y a su padrino en una situación que nunca hubiera imaginado.
Harry, Esto no es lo que parece..- Ron comenzó, sintiendo que su rostro se encendía. No había manera de ocultar lo que Harry acababa de presenciar.
Ron, ¿estabas besando a Sirius?- Harry frunció el ceño, su mente procesando rápidamente lo que había visto.
Harry, esto es... complicado- Sirius, normalmente tan seguro de sí mismo, parecía un poco incómodo, aunque no apartó la mirada de Harry.
Harry, escúchame. Sé que esto es un shock, pero... estoy enamorado de tu padrino.- dijo Ron mientras daba un paso adelante, su decisión tomada. Sabía que debía ser honesto con su mejor amigo, sin importar lo difícil que fuera.
Las palabras parecieron resonar en el aire, mientras Harry miraba a Ron con una mezcla de sorpresa y confusión.
¿Enamorado de Sirius?- Harry repitió, tratando de entender lo que estaba escuchando.
Sí. No planeé que esto sucediera, pero es verdad. Sirius y yo... tenemos algo. Y es real- Ron asintió, sus ojos llenos de sinceridad.
Harry, sé que esto es mucho para asimilar, pero lo que Ron dijo es cierto. No queríamos herir tus sentimientos ni hacerte sentir incómodo, pero tampoco podemos fingir que esto no existe- dijo Sirius mientras ponía una mano en el hombro de Ron, dándole un apretón suave, como para darle valor.
Harry se quedó en silencio por un momento, su mente dando vueltas. Esto era, sin duda, inesperado, y una parte de él se sentía traicionada, aunque no estaba seguro de por qué. Pero, mirando a su mejor amigo y a su padrino, ambos con expresiones tan serias y sinceras, empezó a entender.
Esto es... un poco extraño, Pero si esto es lo que ustedes dos realmente quieren, entonces... creo que puedo acostumbrarme.- admitió Harry finalmente, sin dejar de mirar a Ron.
Gracias, Harry. No quiero que esto arruine nuestra amistad- Ron dejó escapar el aliento que no sabía que estaba conteniendo, sintiendo una ola de alivio.
No lo hará. Solo dame un poco de tiempo para procesarlo, ¿vale?- Harry sacudió la cabeza, sonriendo débilmente.
Gracias, Harry. Significa mucho para nosotros.- Sirius también sonrió, sus ojos llenos de gratitud hacia su ahijado
Con un último vistazo a la pareja, Harry asintió y se retiró de la habitación, dejando a Ron y Sirius en un silencio cargado de emociones. Ron se giró hacia Sirius, sintiendo que todo el peso de la situación comenzaba a disiparse.
Eso fue más fácil de lo que pensé- dijo Ron, medio en broma, pero con un toque de alivio genuino.
Lo que tenemos es fuerte, Ron. Y ahora, ya no tenemos que esconderlo- Sirius sonrió y lo abrazó con fuerza.
Mientras se abrazaban, ambos sabían que todavía había desafíos por delante, pero el primer y más difícil obstáculo había sido superado. Y, de alguna manera, eso hacía que todo fuera un poco más fácil de enfrentar.
