Ron Weasley se encontraba de pie en la Sala Común de Gryffindor, observando el fuego crepitar en la chimenea. Sus pensamientos vagaban en dirección a un cierto rubio de ojos grises que, en contra de toda lógica y tradición, había empezado a ocupar un lugar cada vez más prominente en su mente y en su corazón. Draco Malfoy.
El nombre resonaba en su cabeza con una extraña mezcla de incomodidad y fascinación. Desde que los tiempos oscuros habían llegado a su fin y la guerra había terminado, Ron había tenido la oportunidad de ver a Draco bajo una luz diferente. Ya no era solo el niño arrogante y desagradable que había conocido en Hogwarts. Ahora, Draco parecía más vulnerable, más humano.
Ron se estremeció ante la idea de que había comenzado a sentir algo por su antiguo rival. Pero cuanto más intentaba reprimir esos sentimientos, más fuertes se volvían. Y ahora, aquí estaba, a altas horas de la noche, preguntándose qué diablos estaba pasando con él.
De repente, la puerta de la Sala Común se abrió, y Ron dio un respingo. Para su sorpresa, era Draco quien entraba, con una expresión incierta en su rostro pálido.
Ron-, dijo Draco, su voz sonando un poco más suave de lo habitual.
¿Qué estás haciendo aquí, Malfoy?- dijo Ron se puso de pie, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza en su pecho.
Draco bajó la mirada, jugueteando nerviosamente con el borde de su capa.
Necesitaba hablar contigo- admitió, su tono lleno de vulnerabilidad.
¿De qué se trata?- Ron frunció el ceño, sintiendo una extraña mezcla de curiosidad y temor
Draco se acercó lentamente, su mirada encontrándose con la de Ron.
Se trata de nosotros- dijo, su voz apenas un susurro.
¿Nosotros?- dijo Ron contuvo el aliento, sin saber qué esperar.
He estado pensando mucho en ti últimamente, Ron. En nosotros. En lo que podría ser- Draco asintió, sus ojos grises buscando desesperadamente los de Ron.
" El corazón de Ron parecía estar latiendo más rápido que nunca. ¿Estaba escuchando bien? ¿Estaba realmente sugiriendo lo que pensaba que estaba sugiriendo?"
¿Qué estás diciendo, Draco?- preguntó Ron, su voz apenas un murmullo.
Estoy diciendo que tal vez, solo tal vez, podríamos intentarlo. Nosotros dos- Draco dio un paso adelante, sus ojos brillando con determinación.
"El aliento se le quedó atrapado en la garganta de Ron. ¿Draco Malfoy estaba sugiriendo que tuvieran una relación? La idea era tan increíble que apenas podía procesarla."
Pero entonces, algo en los ojos de Draco lo hizo creer. La vulnerabilidad, la sinceridad, la necesidad. Estaban todos allí, escritos en cada línea de su rostro. Y en ese momento, Ron supo lo que tenía que hacer.
Con un movimiento rápido, agarró a Draco por la capa y lo atrajo hacia sí, sus labios encontrando los suyos en un beso ardiente y lleno de pasión. Y en ese instante, mientras se perdían en el calor el uno del otro, Ron supo que, aunque el camino por delante sería difícil, valdría la pena.
Porque al final del día, lo único que importaba era que estaban juntos. Y eso era todo lo que necesitaban.
así, en la calidez de la Sala Común de Gryffindor, Ron Weasley y Draco Malfoy se encontraron a sí mismos, y se encontraron el uno al otro. Y en ese momento, todo parecía posible.
Porque cuando dos almas se encuentran en la oscuridad, pueden encontrar la luz el uno en el otro.
Y así fue como comenzó su historia, una historia de amor improbable, pero no imposible.
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