Los pasillos de la Mansión Malfoy estaban siempre envueltos en una atmósfera de lujo y misterio. Era tarde por la noche, y el silencio reinaba, solo roto por el ocasional crujido de la madera antigua bajo el peso de pasos cautelosos. Ron Weasley se movía con discreción, asegurándose de que nadie lo viera mientras se dirigía a la biblioteca privada de Lucius Malfoy.
Cuando llegó a la puerta, Ron la abrió con cuidado y se deslizó dentro, cerrándola tras de sí. Lucius estaba de pie junto a una estantería, hojeando un libro de aspecto antiguo. Al escuchar la puerta, levantó la vista y una leve sonrisa curvó sus labios.
Ronald, llegaste - susurró Lucius, dejando el libro a un lado y acercándose
Por supuesto que sí, No podía esperar a verte-respondió Ron con una sonrisa, acercándose a Lucius.
Lucius lo abrazó con firmeza, pero con una suavidad que solo Ron conocía. En público, Lucius Malfoy era la personificación de la elegancia fría y la arrogancia, pero en privado, con Ron, era diferente. Habían mantenido su relación en secreto, conscientes de las complicaciones que traería si alguien lo descubría.
Tu familia sospecharía si supieran que estás aquí, Y Draco tampoco entendería.- murmuró Lucius, acariciando el cabello de Ron
Lo sé. Pero no puedo evitarlo. Quiero estar contigo- Ron suspiró, apoyando su cabeza en el pecho de Lucius.
Y yo contigo. Eres una distracción bienvenida en medio de todas las intrigas.- Lucius sonrió suavemente, levantando la barbilla de Ron para mirarlo a los ojos.
Se besaron, un gesto cargado de deseo y complicidad. Durante esos momentos, todas las diferencias y conflictos entre sus familias se desvanecían, dejándolos solo a ellos dos, unidos por un sentimiento que desafiaba todas las expectativas.
Te extraño cuando no estamos juntos- confesó Ron, rompiendo el beso con un suspiro.
Y yo a ti, Pero debemos ser cuidadosos. Nadie puede saberlo, por ahora.- respondió Lucius, con una expresión seria.
Lo sé. Seré discreto- Ron asintió, comprendiendo la seriedad de la situación.
Volverás mañana por la noche, ¿verdad?- Lucius lo abrazó nuevamente, disfrutando del calor y la cercanía de Ron antes de que tuvieran que separarse.
Si, No me perdería esto por nada- respondió Ron, con una sonrisa traviesa.
Se separaron, sabiendo que su tiempo juntos siempre sería limitado y clandestino. Con un último beso, Ron se deslizó fuera de la biblioteca, volviendo a los pasillos oscuros de la mansión y hacia la seguridad de su propio mundo.
Mientras Ron se alejaba, Lucius se quedó mirando la puerta cerrada, sus pensamientos llenos de la próxima vez que podrían estar juntos. En un mundo donde sus familias eran enemigas, habían encontrado un refugio secreto el uno en el otro, un lugar donde podían ser ellos mismos sin miedo ni juicio.
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