La casita [KM]

Capitulo 26

Jungkook.

Había llegado el esperado fin de semana en el cuál todos celebramos Halloween en el pueblo a excepción de algunos que no estaban muy contentos por esa festividad.

Mi madre le había comprado un disfraz a SooBinie de Ghostface ya que no implicaba maquillaje ni nada extravagante. Solo una máscara y ropa negra más una calabaza de juguete para llenarla de dulces.

Y como punta del pastel yo también tenía un disfraz como no, me habían comprado un jodido disfraz de vampiro... Ya que al ser su hermano mayor debía acompañarlo a buscar dulces por el vecindario y un poco más haya. Sinceramente no quería salir oh esos eran mis pensamientos días antes ya que no habían ruidos en toda la casa Pero al llegar el día de hoy los murmullos y risas burlonas habían regresado y con más fuerza por lo tanto la idea de salir por un rato no me parecía tan mal despues de todo...

Por la tarde mamá había puesto música de los 70's sobretodo las que tenían que ver con la temática del día.  Eun Woo y Hoseok me habían invitado a ir a la fiesta de Jackson Wang Pero esos ambientes no me gustaban y les dije excusa que tenia que llevar a soobin a buscar dulces. Claramente ellos me creyeron más no del todo, sin embargo tampoco me insistieron en ir así que mientras sonaba la canción de Thriller de Michael Jackson ordenaba toda mi habitación antes de arreglarme para está noche.

De pronto me encontré recordando el pasado cuando tenía dieciséis años y exactamente un día como hoy había pasado algo extraño cuando salí a comprar con mi hermano menor.

●●●☉⊙⊙●●

Recuerdo que hace un par de años atrás en una de las fiestas de Halloween a mi hermano le hacían falta unos dulces para su pequeña y al ser su hermano mayor debía acompañarlo a todas partes para que no se perdiera en el vecindario.

Esa tarde de otoño mi madre nos dió un poco de dinero para comprarle los dulces a Soobin que tanto quería por lo que nos colocamos nuestros abrigos y emprendimos hacia la tienda más cercana.

Sin embargo casi no había ninguna abierta y cuando estábamos por irnos escuchamos a unos chicos decir que la única tienda que estaba abierta era la que quedaba a una cuadras cerca del bosque y que los dulces eran los mejores.

Yo claramente había escuchado antes de ella pero nunca me había atrevido a ir por qué los vecinos decían que el dueño secuestraba a los niños que entraban pocos días después estos desaparecían sin dejar rastro alguno. Mientras íbamos hacia la tienda el clima cada vez se volvía más frío y la neblina cubría perfectamente los árboles dándole una escena sombría y escalofriante... Cuando por fin llegamos a la tienda, está estaba era una gran cabaña y junto a la puerta había un letrero de bienvenida muy colorido y llamativo para los más pequeños.

Soobin soltó mi mano y enseguida abrió la puerta la cuál causó en su momento que la campana sonara con un leve tintineo llamando la atención del señor que estaba detrás del mostrador.

—Hola niños sean bienvenidos, ¿Qué sé les ofrece?...

Nos dió la bienvenida con una sonrisa amigable la cuál mi hermana respondió de vuelta por inercia y sacando de su bolsillo el papel con los nombres de los caramelos que quería se lo extendió y él lo tomo enseguida mientras que yo en silencio observaba con atención a mi alrededor y las vibras que sentía en el lugar no eran muy agradables... Salí de mis pensamientos cuando volví a escuchar la voz de aquel señor.

—Creo que tengo una caja de estos dulces en mi almacén esperen un momento.

Era el momento indicado para revisar a fondo el lugar y debía aprovechar está única oportunidad sin ser atrapado de fisgón. Senté en un taburete a Soobin quien me preguntaba a cada rato que estaba haciendo y porque, yo solo le respondía con abreviados y continúe viendo el lugar, me percatarme de algo extraño a mis espaldas..