Apodos

71 10 7
                                    

La vida era rara, pensaba Alastor mientras desayunaba en la comodidad de su habitación, cada bocado de ciervo era una delicia, sin embargo, no podía concentrarse en disfrutar de ello por los hechos de la noche anterior.

Era el maldito demonio de la radio, su nombre causa miedo y terror por dónde va. No hay alma en el infierno que no sepa que, meterse con él, es meterse en grandes problemas, entonces, entonces maldita sea ¿Cómo llego a permitirle a Lucifer llamarle "mí cervatillo" y no arrancarle la garganta por su osadía?

El rubor en sus mejillas delataba que ni siquiera le había molestado el apodo.

Incluso "cervatillo" no tenía casi nada de malo, pero ¿Permitir que alguien lo llamara suyo?

Tenía que estar mal de la cabeza, un fuerte golpe, algo que le hiciera perder su buen juicio.

En realidad, ni siquiera estaría teniendo esa conmoción mental si no fuera por Ángel.

Habían estado la noche anterior en la sala común, Lucifer dibujando algún nuevo proyecto, mientras él disfrutaba de una novela, cada uno en su propia burbuja, conectados solo por la música tranquila que se filtraba por su bastón, además de tener un plato con bocadillos y un par de copas.

Así pasaban más noches de las que quisiera admitir.

—Y pues, todavía tienes que hacer una transmisión ¿No? mí cervatillo —La pregunta había sido de genuino interés, Lucifer lo sintoniza cuando pone música o da las noticias, puede sentir cuando la radio que le regaló, se enciende, es justo en esos horarios.

En efecto aún le faltaba una, estaba a punto de responder cuando alguien los interrumpió. 

—¡Vaya! Que dulce "mi cervatillo" —Ángel se veía en verdad sorprendido, pero también curioso— ¿Cómo te llama entonces Sonrisas a ti, rey corto?

El pánico que su alma sintió por esa pregunta, fue uno que jamás había podido imaginar que alguien como Ángel pudiera causarle.

Tenía que darle crédito, el muy maldito jugo sus cartas muy bien.

Pudo ver en un milisegundo que el rey iba a responder la preguntar del arácnido, el aura de la habitación cambio por completo, las luces parpadearon de forma espeluznante y la estática aumento a un nivel que picaba la piel.

 Sus ojos ya tenían forma de diales de radio, no iba a ser paciente, no cuando su dignidad estaba en juego, era un señor supremo, iba a actuar en consecuencia.

—Tú, mi afeminado amigo, no estuviste aquí y no escuchaste nada ¿Entendido? —Los brazos de Ángel se pusieron al frente, de forma defensiva— Si alguien se entera de una sola palabra de lo que paso aquí, Husker pagara por tu insolencia.

Así, de un momento a otro, ambos volvieron a quedar solos.

—Eso fue muy grosero Bambi —Lucifer se acerco a el, pasando una mano de forma cariñosa por su espalda. "Que molesto es" En realidad ni siquiera le molestaba el toque, lo que lo molestaba era justo eso, que no sintiera incomodidad por la cercanía del rey— ¿No querías que él supiera que me llamas "mi manzanita"?

La sangre se le acumulo en las mejillas, joder ¿Cuándo dejo de decirle enano, imbécil o payaso?

—Me temo que no se a que se refiere, alteza —Invocó su bastón y le dio la espalda —Y si me disculpa, ya es hora de mi transmisión.

Así, hizo su trabajo, para luego irse a su habitación e intentar dormir, -resaltar muy fuerte la palabra, intentar- ahora, con la luz de un nuevo jodido día infernal, no sabía con que cara ver al gobernante del infierno.

Su habitación era un lugar seguro, nadie se atrevería jamás a invadir su privacidad, nadie al menos que valore un poco su vida.

Su sombra se veía ansiosa, sabía que era un reflejo de sus sentimientos pero ¿Tanto le afecto lo de anoche? 

Sí, sin duda fue una experiencia, como mínimo, humillante.

Bajo demasiado las defensas con Lucifer, tanto al punto que no podía recordar cuando fue que comenzaron a tener una convivencia tan domestica, a compartir apodos dulces y en general, ansiar su contacto o presencia.

¿Significaba eso que le gustaba Lucifer? 

Sus orejas se pegaron a su cráneo, avergonzado por el pensamiento. Volvió la vista a su sombra, en quien pudo ver como sus ojos se transformaban en corazones y revoloteaba de forma desvergonzada por la habitación.

Más le valía no hacer nada vergonzoso fuera del cuarto o la desterraría a una dimensión de bolsillo por un largo tiempo.

Al salir de la habitación, se topo de forma directa con Lucifer. —Buenos días mi cervatillo ¿Descansaste?

Y allí estaba, ese calor agradable por ser llamado así, al menos, en la privacidad. —Dormí como su hubiera muerto —Era totalmente una mentira— Espero usted también haya descansado, mi manzanita.

Su sombra entonces, sin ningún tipo de decoro, rodeo con un par de vueltas a Lucifer, envolviendo su cuerpo. 

Ninguno de los dos supo que decir, eso era nuevo.

—Veo que estas de mejor humor de lo que imagine —Lucifer se veía complacido— Tengo unos asuntos que atender, nos vemos más noche.

—Hasta más noche.

Quizás no estaba listo para que otras personas los escucharan, pero no quería detener lo que sea que se estuviera formando entre ellos.

.

.

.

Y seguimos adelante con el Flufftober

Ame este xD la sombra de Alastor es mi fav

Flufftober  - RadioAppleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora