aki | diez meses de edad.
— ¿Entonces?
— ¿Huh?
Kakucho frunció su ceño debido a que su compañero no le había hecho caso en todo el día. Desde que Sanzu llegó lo primero que le cuestionó fue acerca de su pelo ya que ya no era más pelirosa, ahora era un blanco, tal vez su color natural y al criticar que parecía un anciano no le hizo caso. Había estado completamente distraído y pareciese que su cabeza estuviera en otro lado.
— ¿Estás así por tu familia?
'Familia'
El hombre suspiró ante la pregunta de su compañero y llevó sus dedos hacia el puente de su nariz para sobar esa zona en un intento de controlar la ansiedad que sentía en su interior, tenía miedo de salir de casa y que algo te sucediera junto con Aki, sentía que estaba comenzando a delirar por el mal sueño que tuvo una noche anterior.
Realmente era desesperación.
Sabía que debía hablar con Mikey acerca de todo esto, pero no tenía la suficiente valentía para encararlo.
— Sanzu.
Los hombres elevaron su cabeza al ver a su jefe de pie en lo más alto de las escaleras, el nombrado simplemente abandonó a Kakucho y caminó hasta Mikey haciendo totalmente caso a su llamado. Al llegar junto a él, el pelinegro le regaló una pequeña sonrisa y comenzó a caminar hacia donde se encontraba su oficina, los dos entraron a ese pequeño lugar y el jefe del grupo cerró la puerta dejando pegada la espalda en esa estructura.
— ¿Te cambiaste el color de pelo?
— Los estupidos de los Haitani me ayudaron — él ahora peliblanco se sentó en las sillas sin poder dirigirle la mirada a Mikey — A veces está bien hacer cambios.
— Estas muy distraído Haruchiyo.
— ¿Qué necesitas Mikey? — el nombrado evitó la pregunta — Tengo que ir con Kakucho a Roppongi antes del atardecer.
— Estás despedido.
— ¿Hah?
La voz del padre de familia inundó el lugar debido a la exageración de sus palabras y esta vez sí se giró a ver a su jefe con sorpresa, si su mandíbula no tuviera un soporte está hubiera caído hasta el suelo de la impresión de las palabras de su compañero casi de toda su vida. Balbuceo algunas palabras pero el pelinegro se lo impidió por completo con tan solo levantar su mano.
— Habla con la mano — una sonrisa burlona salió del rostro de Mikey — No es debatible, tome la decisión.
— No puedes despedirme... no...
— Tienes una familia Sanzu — el hombre hablo con un tono más serio — Natsu y el bebé están en riesgo de tan solo que tú estés trabajando para mí porque pueden tomar venganza contra ellos.
Tenía razón, Mikey tenía la razón.
Pero Sanzu había hecho eso toda su vida.
Traicionar, mentir, asaltos, homicidios, allanamientos, incendios y toda la clase de crímenes que podrían estar escritos en una constitución.
¿Cómo iba a poder desprenderse así de la nada?
— Yo perdí a las personas que amo por todo lo que me rodea, por mi ambición — esta vez, Mikey se sinceró por completo con su secuaz — ¿Crees que seré capaz de cargar con más peso de que algo le suceda a tu familia por mi culpa?
Las palabras del pelinegro retumbaron en sus orejas, casi como si estas hubieran hecho agujeros en todo su interior y dejando esas heridas expuestas. Nunca nadie había sido capaz de poner a Haruchiyo en la tierra, ni su propia mujer ya que no tenía la crueldad para hacerlo con esas palabras.

ESTÁS LEYENDO
being a dad | sanzu haruchiyo
Fanfictiondonde la paternidad cambia a haruchiyo o donde natsuki trata de sobrellevar su vida con un mafioso.