0.1

5.6K 669 205
                                        

aki | un mes de edad.

— Haru.

— No.

— Ven aquí — frunciste el ceño y lo tomaste de mala manera del brazo — También es tu hijo.

El pelirosa maldijo en bajo y achinó sus ojos observando el pequeño bulto que yacía entre medio de las sabanas. Apretaste más su muñeca para que no escapara y lo sentaste en la orilla de la cama.

— Natsu.

— Déjame ir a buscar la cámara — llevaste tu mano a tu boca intentando recordar donde la habías colocado — Creo que la dejé en los burós.

Sanzu observo cómo visualizabas el cuarto mientras intentabas buscar el pedazo de plástico para tomar la foto. Había pasado un mes del nacimiento de Aki y su propio padre no tenía ninguna foto con el, a comparación de sus amigos, los cuales tenían miles.

Era algo de esperarse de parte de Sanzu.

El hombre giró cuando escuchó el quejido del bebé, frunció su ceño y observo lo chistoso que se veía con la ropa de un color verde lima. Recargó su codo en la cama para observarlo mejor de cerca, pero no tardo en hacer una mueca al notar lo parecido que era a él.

A excepción de los ojos, los cuales eran parecidos a los tuyos.

— ¿Por qué estás tan inflado? — Sanzu habló para Aki y llevó su dedo a su estómago para comenzar a jugar con ella — Estas demasiado panzón...

Hizo una mueca llevando su boca hacia a un lado y giró temeroso esperando a que no estuvieras viendo la escena. Saco su teléfono sigilosamente y pico la pantalla para poner la cámara, le causaba gracia el cómo se veía Aki.

— Serás mocoso panzón — Sanzu sacó la lengua mientras trataba de enfocar la cámara — Bebé limonoso panzón.

El papá primerizo se asustó cuando sonó el click de la cámara demasiado fuerte, tosió tratando de disimularlo y volvió a fijarse si te encontrabas en el marco de la puerta, pero no había señales de ti.

— Limón panzón — Sanzu volvió a hablarle al pequeño, quien estaba plácidamente en el quinto sueño — Hoy tienes que dejarnos dormir, lloras mucho.

Por alguna extraña razón, el pelirosa esperaba a que el bebé le respondiera con un si, pero claramente eso no iba a suceder en algunos meses.

Sanzu volvió a elevar el teléfono a la altura del rostro del bebé y colocó un filtro de una persona con bigote, sonrió con diversión y comenzó a tomar varías fotos.

— Bebé limonoso bigoton... ¿bigotin?

— ¡Haru!

El nombrado soltó el teléfono asustado cuando escuchó tu voz, el pedazo de plástico cayó en la panza de Aki y este no tardo en despertarse cuando sintió el objeto caer.

— ¡Idiota! — este tomó el teléfono con rapidez para ocultar que le había estado tomando fotos — Shh, shhh...shhh.

— ¿Por qué me callas? — tu novio se quejó de inmediato y tu solo lo miraste de mala manera — Me dijiste "shhhh"

— Lo estoy arrullando a él... imbecil.

— ¿Escuchas como me llama tu mamá? — Sanzu te señalo mientras se dirigía hacia Aki — Es una mamá muy mala, merece ser castigada ¿no?

Arqueaste tu ceja ante sus palabras, ya que sabías perfectamente en la forma en que las decía. Lo insultaste en bajo y te recostaste a un lado de él para que Aki volviera a conciliar el sueño.

— La última vez que decidiste castigarme, nació Aki... así que piénsalo dos veces.

Sanzu achinó sus ojos y chasqueó la lengua ignorándote, recostó su cabeza en una de las almohadas y observaba cómo palmeabas ligeramente la panza del bebé.

Y el vago pensamiento de que se sentía que lo tenía todo en ese momento paso por su mente.

Pero este de inmediato se fue, intentando reprimirlo en lo más profundo de su alma.

being a dad | sanzu haruchiyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora