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aki | nueve meses de edad [2/?]

— Sal...

Buah...

— Azúcar.

— Bah... ba.

— ¿Quieres azúcar, limonoso? — Sanzu miró al pequeño cuando balbuceó — No, capaz te pones todo loco y tu mamá me termine matando.

El pelirosa colocó la azúcar en el carrito de supermercado y continuó caminando por los pasillos. Habían ido a un pequeño mall para comprar las cosas básicas para la comida, necesidades y algunas cosas para Aki, ya que la casa no contaba con los recursos para que se alimentaran ni de limpieza.

— Natsu.

— ¿Hm? — giraste cuando tu hombre mencionó tu nombre, manejaba el carro de fierro con una de sus manos mientras que la otra yacía en la espalda de Aki, ya que lo tenía en una canguera — ¿Q-que pasa?

— ¿Por qué estás nerviosa? — Sanzu elevó la comisura de sus labios al notar como el tono de tu voz había cambiado drásticamente — ¿Te imaginaste algo cachondo?

— Cállate — tomaste el tarro de canela y lo aventaste al carro — Tu hijo te está escuchando.

Caminaste alejándote de él y el hombre iba a ir a seguirte con toda la intención de molestarte, pero se quedó quieto al escuchar los murmullos que resonaban por detrás de su cuerpo.

— ¿Ya vistes sus marcas?

— Debe ser un delincuente.

— No entiendo como esa mujer puede estar con él.

— ¿Ya viste que también tienen un bebé?

— Esas marcas se las debieron de haber hecho por deber dinero... que horror.

Los cuatro comentarios de las mujeres repercutieron en Sanzu, este giró sobre su hombro para obsérvalas y rápidamente se pusieron a mirar los estantes por terror a que el hombre hiciera alguna acción contra ellas.

— Haru — volviste a acercarte a él, este giró rápidamente a verte y frunciste el ceño — ¿Qué sucede?

— Nada.

El pelirosa tomó el carro y se alejó del pasillo para dirigirse a otro, chasqueaste la lengua totalmente confundida y miraste hacia donde el contrario observaba. Había dos mujeres que hablaban entre ellas mientras no dejaban de verlos.

'¿Les habrá dicho algo?'

No ibas a dejar que las cosas se quedaran así.

— Hey — Sanzu te tomó del brazo cuando noto todas tus intenciones de pelear — Basta, Natsu.

— ¿Te dijeron algo?

— No.

Te jalo del brazo alejándote de los pasillos, el hombre revolvió su saco y te quedaste atónita cuando sacó el cubrebocas del bolsillo colocándolo con rapidez en su cara.

Hace tiempo que no lo veías con aquella tela negra en su rostro. Sanzu no lo iba a admitir, pero le causaba inseguridad las marcas que yacían en su rostro.

Ya que siempre se lo hicieron ver así.

Miraste a Sanzu mientras observaba el tren pasar, la casa quedaba cerca y por ende no se movieron en carro para ir al mall

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Miraste a Sanzu mientras observaba el tren pasar, la casa quedaba cerca y por ende no se movieron en carro para ir al mall. Llevaban las cosas en un pequeño carrito con ruedas para no batallar con las cosas.

— ¿Por qué me miras tanto Natsu?

— ¿Por qué te pusiste el cubrebocas?

— Hace frío.

Achinaste los ojos ante la tontería que había salido de su boca, soltaste un suspiro y te cruzaste de brazos. No iba a decirte nada porque sabías que estaba enojado, se había aguantado las ganas de que sus impulsos salieran al escuchar los probables indultos que habían salido de la mujer.

Agradecías que no hiciera un escándalo, pero tampoco se te hacía justo que te ocultara las cosas.

— No dejaré que le hagan nada a Aki.

— ¿Hm?

— No quiero que lo juzguen ni que le digan nada cuando salga a la calle conmigo — Sanzu miro al pequeño, quien estaba dormido en su pecho — Tal vez sería mejor vivir aquí siempre o en otro lugar donde no haya casi gente.

Te quedaste muda a las palabras del contrario, a pesar que el tren estaba pasando, habías escuchado cada palabra a la perfección.

Habías entendido la situación cuando comenzó a hablar sobre que protegería a Aki.

Tomaste el brazo de Sanzu haciendo que te mirara, bajaste el cubrebocas haciendo que su rostro quedara al descubierto y alzaste tus pies para unir tus labios con los suyos.

Haruchiyo se quedó quieto ante el contacto de sus labios, te alejaste en cuestión de segundos y observo lo bonito que se veían tus ojos gracias a las luces del tren que pasaban rápidamente.

— Estamos bien donde sea, te aseguro que a Aki no le importará nada de eso.

El tren dejó de pasar cuando terminaste de hablar, sonreíste ligeramente y tomaste el carro para pasar por las vías. Sanzu parpadeo algunas veces y elevó su mano hacia la espalda de Aki para caminar por detrás de ti.

— Tienes una gran mamá, bebé panzón... aunque yo seré mejor que ella, te lo aseguro.

; este momento es más natsu y sanzu,
pero quería escribirlo porque siento que
de alguna representa también la relación con
el bebé y el miedo u.u

being a dad | sanzu haruchiyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora