Amaneció, se sentía súper cómodo estar con el. Su piel era suave y caliente, la mejor sensación del mundo.Me desperté yo primero que el, la luz del sol se veía desde el balcón de mi habitación junto los colores rosados y anaranjados del amanecer. Le vi su carita linda durmiendo, todo tierno el. Me quedé mirándolo con ojos de ternura y amor mientras el dormía tranquilamente, su respiración era suave y tranquila así cómo la mía. Mire el reloj y todavía era temprano, decidí seguir durmiendo con el, deseaba que ese momento nunca tuviera un final y que todos los días fueran así. Seguimos durmiendo con una paz y tranquilidad.
El reloj marcó a las 9:00 am, ya era tarde entonces decidí despertarlo tranquilamente.
—Buenos días negro.—le dije mientras acariciaba su mejilla.
—Buenos días mamasita.— me dijo con su voz ronca y ese acento paisa, dios mío, que ricura.
Me acerco más a él y nos besamos, un beso suave y lleno de amor. Richard empezó a jugar con mi cabello, nos reímos juntos y nos volvimos a besar.
Nos acurrucamos un rato más, nos paramos de la cama para poder hacer nuestras cosas. Me puse mi bata de seda y Richard se puso un short de pijama, bajé las escaleras para poder hacer el desayuno. Mientras caminaba por los pasillos de la casa, vi todas las prendas que nos habíamos quitado ayer y los hechos. Recogí el vestido que me puse ayer y que Richard me lo había quitado, me reí ante el recuerdo de ayer.
Me dirigí a el sofá para poder ponerlo ahí por un momento mientras la otra ropa en la lavadora se lavaba, pero veo los boxers de Richard y su pantalón. Los agarré y llame a Richard.
—Moreno! Venga para la sala que le tengo que mostrar algo!—le grité desde la sala ya que el estaba en el segundo piso de la casa.
—Voy princesa!—dijo.
Richard bajó por las escaleras, no tenía camisa, solo los shorts de pijama, unas crocs, sus lentes para leer, y su teléfono en la mano.
Por dios que sexy se veía ese man.
Se acercó a mí, le mostré los boxers y el pantalón con una sonrisa. Él miró los boxers y el pantalón y se rio igual que yo.—Si somos pero bastantes desordenados,no?—dijo con un acento paisa, me abrazó y me pegó una nalgada.—Te amo Emma.—me dijo y me beso. Richard sinceramente es experto besando, besa rico, y cuando está de hambreado es lo mejor. Me encanta estar con el por que el es muy amable conmigo, es como mi lugar seguro.
Me separé de el y le dije que iba a hacer el desayuno. El asintió y se sentó en el sofá y prendió la PlayStation 5, empece a cocinar, hice huevo revuelto con jamón y unas tostadas con tomate picado en pedazos y un poco de albahaca. Y de bebida un jugo de naranja.
Mientras las rodajas de pan se tostaban, agarré mi teléfono y le tome una foto a Richard mientras jugaba PlayStation. Se veía todo concentrado en el juego, me encantaba como se veía. Todo concentrado y lindo el es un papasito de pies a cabeza.
La puse en una historia de Instagram, pero no en mi cuenta pública si no una que tenía solo para amigos y familiares, igual que Richard.
"Meu lindo moreno concentrado em seu jogo 🥷💚"
Escribí en una caption en la historia de Instagram, y en portugués. Richard me había enseñado mucho portugués, no era tan buena pero tampoco tan mala, necesitaba más práctica pero al menos en la pronunciación se entendía.
Antes de publicarlo puse una canción "The boy is mine" de Ariana grande, lo etiquete, y lo publiqué, pasaron menos de 2 minutos para que le llegara la notificación de que lo había etiquetado.
—Ave María Emma! Que lindo yo soy ome!—dijo mientras miraba la foto con una sonrisa en su rostro.
—Un papasito más bien.— le dije mientras reía.
Serví el desayuno y comimos, conversamos sobre que íbamos a hacer durante el día, me quedo delicioso el desayuno de verdad, me lo comí entero. Recogimos los platos y los lavábamos juntos, nos salpicábamos de agua en forma de juego. Nos reímos mucho mientras lavábamos los platos juntos.
Paso un rato y decidimos ver Netflix, y ya en la tarde fuimos a comer a un restaurante, me vestí con algo casual igual que el. Comimos súper rico y pasamos todo el día juntos, me encanta estar con el de verdad, otro momento más guardado en mi mente, nos reíamos a cada rato mientras disfrutábamos de nuestra comida. Después llegamos a casa y nos cambiamos, me quedé solo en panty, sin sostén ni nada solo panty y el solo en boxer. Dormimos juntos abrazados, cada día me enamoro más de el, por dios!