mi tontito (rubegeta)(omegaverse)

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Una semana después...

Vegeta se encontraba en el laboratorio, revisando los informes del proyecto, mientras su paciencia se agotaba cada vez más. Llevaba días trabajando con Lolito, el pelirrojo explosivo del equipo, y comenzaba a comprender lo que el señor Doblas le había advertido: "Si sobrevives a trabajar con Lolito, estarás listo para cualquier cosa". No se había equivocado en lo más mínimo. Lolito era un caos en sí mismo. Desordenado, impredecible y, a veces, demasiado entusiasta con sus experimentos.

Un día, Lolito había decidido "demostrar" una de sus ideas en una sesión improvisada en la sala de pruebas. Lo que había comenzado como una simple demostración, terminó con ambos cubiertos de humo y Vegeta saliendo del laboratorio tosiendo, su ropa chamuscada. Vegeta, quien ya estaba estresado por no haber visto a Rubén en días, quería literalmente matar a Lolito en ese momento.

Era sábado y, por fin, pensaba que tendría algo de tiempo para salir a una cita con Rubén, su dulce omega. Sin embargo, justo cuando se preparaba para desconectar del caos del laboratorio, su teléfono sonó con un mensaje. Era Lolito.

Lolito: Oye, Vegeta, necesito tu ayuda. ¡Este experimento no puede esperar! Vamos a lograrlo hoy, ¿vale?

Vegeta sintió cómo su paciencia se desmoronaba. Ese maldito loco no me deja ni un día en paz, pensó, frustrado. Cerró los ojos y dejó escapar un largo suspiro. Fue en ese momento que se le ocurrió una idea... si Lolito tuviera un novio, tal vez lo dejaría tranquilo durante al menos un rato. Sonrió para sí mismo y rápidamente sacó su teléfono para escribirle a Rubén.

Vegeta: Amor, ¿no tienes algún amigo que esté soltero?

Rubén: Mmm... creo que sí. ¿Por qué la pregunta?

Vegeta: Es que tengo un amigo que quiere conocer a un omega o beta para salir.

Rubén: Conozco a alguien, pero si es tu amigo, tengo que preguntar cómo es antes de presentarlo, ¿no?

Vegeta: Es alto, tiene el cabello rojo y es muy... atento. Aunque también un poco loco, si te soy honesto.

Rubén: Bueno, ¿qué te parece si le pregunto? Si me dice que sí, organizamos una cita doble.

Vegeta (aliviado): Eso suena perfecto, amor. Te veo luego, bay.

Guardó su teléfono y sonrió. Si todo salía bien, tal vez su plan funcionaría y Lolito finalmente tendría a alguien más a quien volcar su energía y dejaría de interrumpir sus días de descanso. Por ahora, solo tenía que esperar que Rubén consiguiera el "sí" de su amigo. Y con algo de suerte, pronto tendría una cita doble que resultaría beneficiosa para todos.