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Vivió una vida larga... Llena de arrepentimiento y dolor... Obtuvo lo que quería, Obtuvo el poder que anhelaba... Pero a un gran preció que se lamentaba cada día, si no hubiera tomado las decisiones tal vez no hubie...
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-¡¡_____!!- Te llamo a gritos de todo pulmón el bello hombre rubio, sentándose de un salto de su vieja cama de aserrín.
-¡¡KYAAAAAAAAAAA!!- Gritaste asustada casi soltando la sartenazo con el desayuno, pero por suerte mantuviste el mango bien agarrado -¡Por todos los cielos Vil! ¡¿Qué te pasa?!- Preguntaste alarmada agarrándote el pecho -Asustaste al bebé también ... - Te agarraste la panza también.
Pero no obtuviste respuesta alguna, al menos no una verbal, ya que lo único que obtuviste de tu esposo fue una mirada que combinaba asombro con miedo.
El rubio no se creía lo que tenía enfrente, era como si su sueño más grande de toda la vida, por el cual se volvió un brujo oscuro y un tirano cruel como despiadado, sacrificó tantas vidas inocentes y que le costó la vida, de alguna manera se volvió realidad.
-... ¿Vil estás bien?- Volviste a preguntar dejando la sartén con huevos a un lado -¿Me miras como quien mira un muerto? ¿Todo está bien o tuviste una pesadilla?- Preguntaste con una expresión de preocupación en tu rostro y sentándote junto a tu esposo.
Sin embargo Vil no te quitaba la mirada de encima, estabas justo como última vez que te vio, tan sonriente y llena de vida, con tu vientre hinchado por qué estas por traer a su hijo al mundo. No lo aguantó, te abrazó casi llorando en tu hombro, sabías que tu esposo puede ser algo dramático pero esto es nuevo, sin saber que hacer acariciaste su espalda con ternura y cariño.
-Ay amor... solo fue un sueño, ¿Qué pasó? ¿Qué le pasó a mi flor de Lavanda?- Preguntaste con voz amable.
-Fu.. Fue horrible...Fue horrible _____- Dijo Vil entre sollozos ahogados -Soñé que te perdía para siempre... A ti y a nuestro bebe... estaba perdido sin ti...- Agregó aferrándose con más fuerza a ti.
-Calma Vil, solo fue una pesadilla, nada más eso- Buscaste reconformar a tu esposo sollozante tomaste una mano del chico y la pusiste en tu vientre -Vez como se mueve... Eso significa que aquí estamos- Le dijiste con una sonrisa dulce.
-... Es cierto, están aquí... Los dos están aquí- Hablo ya más calmado el rubio y acariciando tu vientre con cariño, sintiendo a su bebé moviéndose en el interior de tu vientre... Ambos están vivos, es el más maravilloso de los sueños.
El rubio no sabe cómo o qué ocurrió exactamente, hace unos momentos era un rey viejo horrible, orgulloso y cascarrabias, un tirano perfeccionista odiado por todo su pueblo por ser un brujo malvado que cometió toda clase de crímenes, que en su lecho de muerte estaba agonizando en una solitaria y fría cama, después habló con una especie de entidad en una oscuridad infinita y ahora estaba aquí de regreso contigo.
No sabe si es el cielo o el infierno o si está en un sueño, pero no quería soltarte ni levantarse ¿Qué tal si desapareces cuando te suelta? Después de todo en sus sueños siempre pasaba eso... Siempre desaparecías.
-Pero bueno, es suficiente de llantos, el desayuno se enfriará y la verdad yo tengo hambre, tengo que comer por dos- Dijiste con una sonrisa encantadora que Vil creyó había olvidado.
